Capítulo 3. Te daba por perdido

2.6K 120 4
                                    

Marian's POV:

– Disculpa, ¿podrías decirme que hora es? Es que he dejado el móvil en la recámara – dijo él. La verdad me sacó un buen susto porque estaba muy concentrada en mis pensamientos y creo que lo notó. – Perdona, no ha sido mi intención asustarte –

– No te preocupes, son las 7:43 – dije tratando de aguantarme la risa.

Resultó que este individuo me había reconocido del excelente espectáculo que dimos Karen y yo la noche previa, me pareció un tipo carismático así que lo invité a sentarse junto a mí.

La plática fluyó demasiado bien, hablábamos de nosotros, de cómo habíamos llegado a esa hermosa playa, la comida del restaurante del día anterior, cosas sin mucha profundidad. Mientras estábamos completamente concentrados en lo que el otro decía me llegó un mensaje al celular

 Mientras estábamos completamente concentrados en lo que el otro decía me llegó un mensaje al celular

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

– Perdona, es Karen, mi amiga borracha de ayer que al parecer ya revivió. Creo que tengo que ir a ver si está bien – tomé mis cosas de forma rápida ya que me preocupaba que esta loca haya vomitado toda la habitación. – Fue un gusto conocerte...– pausé para que me dijera su nombre. No puedo creer que llevamos bastante tiempo platicando aquí y ni nos hemos dicho nuestros nombres, pensé.

– Carlos, sólo Carlos – me extendió la mano – el gusto fue mío...–

– Marian – le tomé la mano, le sonreí e intenté caminar de manera apresurada para llegar al rescate de mi amiga.

Llegando a mi habitación me encontré con mi amiga en el baño, pobrecilla, parecía que la había aplastado un camión. Le quité el cabello de la cara y lo agarré con una liga para que pudiera seguir haciendo lo suyo mientras buscaba algo con que limpiarla. Sin duda alguna esta era una anécdota que contaríamos a nuestros hijos en algunos años.

Los siguientes minutos los aproveché para arreglar un poco el desastre que teníamos desde el primer instante que pisamos la habitación y comencé a empacar porque se nos estaba haciendo tarde para tomar el vuelo a nuestra queridísima CDMX.

Llegamos corriendo al aeropuerto, abordamos el avión y ya en nuestros lugares pusimos los celulares en modo avión para poder despegar. El trayecto duraba aproximadamente una hora, por lo que decidí tratar de no dormirme porque sabría que solo tendría más sueño y me pondría de malas, Karen no tardó ni 5 minutos en quedarse dormida entonces no pude contarle lo que había pasado en la playa unas horas antes. No tiene gran importancia, seguramente nunca volveré a saber de él, me trate de convencer, pero sinceramente no podía, esa sonrisa que podría admirar todos los días de mi vida, esos ojos profundos que querían decirme todo, pero a la vez no me decían nada, esos labios que moría por besar, aunque fuera una vez en mi vida y bueno, ya no hablamos del resto del cuerpo porque podría escribir una biblia.

No sabía en que momento mi celular se había quedado sin batería, pero no tuvo mayor importancia porque la madre de Karen pasaría a recogernos al aeropuerto para después llevarme a casa de mis padres, donde lo primero que hice fue atascarme de comida porque no había comido nada más que una manzana que estaba en nuestra habitación del hotel. Les conté a mis papás del viaje, de lo mucho que nos habíamos divertido, pero intenté omitir algunos detalles que probablemente ellos no necesitaban saber.

– ¿Verdad que por allá hay muchachos muy guapos? ¿De esos rubios de ojos verdes que se ven en las películas? – me preguntó mi mamá haciendo que viniera a mi mente el único hombre que verdaderamente quería recordar del viaje y curiosamente él no era rubio ni tenía ojos verdes, pero vaya que podría salir en una película.

– Si, hay muchos extranjeros – dije un poco desinteresada.

–Bueno, pero cuéntame, ¿conociste a alguno que te llamara la atención? – me dijo verdaderamente interesada. Yo sólo me reí al ver la incomodidad de mi padre al escuchar esta conversación.

– Bueno, yo iré a ver la tele un rato – comentó mi padre levantándose de la mesa para dejarnos a mi mamá y a mi echar el chisme a gusto.

– Pues... sólo hablé un rato con un chico español que conocí en la playa, era bastante guapo y tuvimos una conversación bastante agradable, pero pues sólo fue eso, nunca lo volveré a ver así que sólo pasará a la posteridad como "Carlos el guapo español de la playa" – le conté a mi madre tratando de ocultar mi pena. Pasé unos momentos más platicando con ella, pero ya no podía más, estaba demasiado cansada así que decidí acostarme en mi cama unas horas para después desempacar la maleta.

Me engañé a mí misma porque terminé durmiéndome hasta el día siguiente con la ropa del día anterior, al despertar no sabía qué hora era, en dónde estaba o en que planeta vivía, ni siquiera tenía el celular a la mano así que me levanté y vi que eran las 11 am. Creo que nunca en mi vida había dormido tanto, pensaba mientras buscaba mi celular y el cargador porque seguía apagado. Lo conecté mientras me hacía el desayuno, empezaron a llegar algunas notificaciones, ya saben, WhatsApp, Twitter, menciones en historias de Karen, nada que llamara mi atención así que dejé el celular a un lado y seguí cocinando.

Tomé mi desayuno en la mesa mientras contestaba algunos mensajes, decidí postear una foto del último amanecer que vi en la playa y a los dos segundos recibí un mensaje que me dejó helada...

Tomé mi desayuno en la mesa mientras contestaba algunos mensajes, decidí postear una foto del último amanecer que vi en la playa y a los dos segundos recibí un mensaje que me dejó helada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

De verdad quedé sin palabras, sin idea de cómo reaccionar... ¿CÓMO ME HABÍA ENCONTRADO? Mi usuario ni siquiera es mi nombre... No sabía si emocionarme o sentirme un poco espantada, ¿Qué tal que era un psicópata?

Cuando te encontré...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora