Capítulo 21. Vivo

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Carlos' POV (🔥🔥🔥)

Fuimos a comer a un pequeño restaurante que me gustaba mucho aquí en el pueblo, la especialidad de la casa obviamente era la pasta y ambos lo disfrutamos mucho. Después del postre la llevé a mi lugar favorito, un mirador donde se podía ver todo el pueblo y era el lugar perfecto para mirar el atardecer.

- Llegamos - dije estacionando el coche 

- Wow - miraba asombrada - la vista es increíble - podía ver en su carita la emoción

- Y contigo es mucho mejor - me acerqué a ella por la espalda, la tomé por la cintura y descansé mi mentón sobre su hombro, ella recargó su mejilla con la mía

- No sé que hice para merecer esto - dijo con la mirada perdida

- ¿Merecer qué?

- Todo esto - me miró - encontrarte, estar aquí - sonrió

- Algo muy bueno debió ser - bromeé. Tomé su cintura para girarla y quedar frente a frente - No es demasiado pronto para decir que estás cayendo porque yo también lo estoy haciendo - miraba sus ojos pero me desvié a sus labios, ella hizo lo mismo

- ¿Carlos Sainz se está enamorando de una simple mortal como yo? - dijo sarcástica mientras colocaba sus pequeñas manos sobre mi pecho, acercándonos cada vez más

- Eres todo menos simple - dije esto y no resistí más. Uní nuestros labios en un profundo beso, mucho tiempo llevaba esperando en este momento, básicamente desde que la vi por primera vez en aquel restaurante. Nos costó un poco encontrar el ritmo pero una vez en ello no podíamos separarnos hasta que nos quedamos sin aire.

- ¡Al fin! - gritó con una gran sonrisa, yo no entendía que pasaba - Pensé que no me ibas a besar hasta que tuviéramos nietos - que ganas de esta mujer de arruinar el momento

- ¿Nos acabamos de besar por primera vez y ya estás pensando en nuestros nietos? - reí - La que va rápido en la relación es otra 

- Ay, cállate y bésame otra vez - rodeó mi cuello con sus brazos y así fue, nos volvimos a unir en un largo beso, pero esta vez fue más húmedo, más intenso, cada vez se sentía mejor.

- Te tengo una sorpresa - dije entre besos

- Sabes qu... 

- Si si, sé que odias que te digan que te tienen una sorpresa pero necesitaba que dejaras de besarme - me gustaba molestarla, ella sólo me miró con los ojos entrecerrados - Espera aquí - fui rápido al coche por una pequeña caja con un moño de regalo

- ¿Ya me vas a pedir matrimonio? - dijo otra vez sarcástica, tapando su boca como si estuviera sorprendida

- Cerca - su sonrisa se borró. Le entregué la caja y no podía esconder su sonrisa al tener la cajita en sus manos

- ¿Qué es esto? - dijo al abrir la caja

- Es lo que parece

- O sea si, pero ¿para qué es? 

- Lo descubrirás después de la carrera - le di un beso en la frente

- Pero si falta como una semana - hizo un puchero

- Será una larga espera entonces - la abracé antes de darle un corto beso - El martes volamos a Australia, ¿estás emocionada por tu primer GP?

- Más que emocionada estoy muy nerviosa - miró al piso

- Todo va a estar bien, el lunes puedes acompañarme a la fábrica a conocer al equipo

- ¿En serio? - pude ver la emoción en sus ojos

- Claro que si, guapa. Estoy seguro de que todos te van a amar - la abracé y ella sólo asintió con la cabeza

Decidimos regresar a casa porque la temperatura comenzaba a descender. Llegando Mar se tiró sobre el sillón y no pude evitar fijar mi mirada en su lindo trasero.

- Deja de mirarme las nalgas - dijo con la cabeza en una almohada, yo sólo reí. Se giró y me senté para que ella recargara su cabeza en mis piernas.

- Entonces ¿has pensado en nuestros nietos? - dije mientras acariciaba su cabello

- Estás loco - me sonrió 

- Pues podríamos ir practicando - deslicé mi mano por su cara, recorriendo su cuello para llegar al borde de su escote. Ella se sentó rápidamente y pensé que había hecho algo mal pero no tardó en sentarse sobre mi, quedando así frente a frente. 

No dijimos nada, sólo nos miramos y entendimos lo que ambos queríamos. Comenzamos a besarnos lentamente, la abracé por la cintura y ella empezó a jugar con mi cabello, haciendo que ni el aire fuera capaz de pasar entre nosotros. Los besos se volvieron intensos, dimos paso a las lenguas que parecían entenderse a la perfección, ella se movía hacia adelante y atrás, haciendo que nuestras partes rozaran. 

Caminé a la habitación con ella colgada a mi rodeando mi cintura con sus piernas, la dejé lentamente sobre la cama pero en un movimiento rápido ella se encontraba arriba de mi, sin temor retiró su blusa.

- Wow - la miré con los ojos bien abiertos - No creí que podrías gustarme más - ella sólo me dedicó una sonrisa y se encargó de quitarme la playera

- Wow - copió mi reacción pero se avergonzó un poco, creo que no era intencional que eso saliera de su boca. El bulto de mi pantalón crecía cada vez más pero tenía claro que lo que más me importaba ahora era hacerla disfrutar a ella.

Cambiamos posiciones una vez más para poder ayudarla a quitar su pantalón. No pude evitar admirarla unos segundos, este momento era mucho mejor de lo que pude haber imaginado.

Comencé a besar su cuello para ir bajando poco a poco, me deshice de su bra y metí uno de sus pechos a mi boca mientras que con mis manos jugaba con el otro, su respiración comenzaba a agitarse. Seguí bajando por su abdomen y deslice uno de mis dedos por encima de su panty, pude sentir lo húmeda que estaba así que no esperé más y empecé a jugar con su punto débil con mis dedos, los gemidos no tardaron en aparecer y conforme ella aumentaba el volumen yo aumentaba la velocidad. Sus manos se aferraron a las sábanas, sabía que estaba por terminar.

- ¿Ya? - pregunté sin dejar de mover mis manos
- No pares - yo obedecí. Vi como se tensó aún más y en ese momento introduje uno de mis dedos - ¿Te gusta? - ella sólo asintió con la cabeza, introduje un dedo más. Verla así de excitada sólo me provocaba continuar cada vez más.

Después de varios minutos decidí que era mi momento, desabroché mi pantalón y busqué un preservativo en la mesa de noche. Ella me jaló a la cama y se colocó encima de mi, colocó a mi amigo en su entrada y poco a poco fue adentrandose. Creo que la cara que puso cuando estaba adentro de ella es algo que nunca olvidaré.

Comenzó en un ritmo tranquilo pero poco a poco las embestidas eran más fuertes, me encantaba verla como una reina encima de mi, ella estaba segura de lo que le gustaba y lo disfrutaba. La velocidad aumentó y nuestros gemidos inundaron el silencio de la noche.

- Voy a terminar - le dije como pude
- Espera - ella comenzó a moverse más rápido
- Ya por favor - supliqué
- Ya ya ya - y ahí fue donde ambos pudimos alcanzar el orgasmo. Ella se bajó de mi entre pequeños espasmos y se tiró sobre la cama - pensé que esto sólo pasaba en las películas - rió
- ¿Qué cosa?
- Lo de terminar juntos - tomó aire - me gustó
- Me gustas tú - dije besando sus labios cortamente

Continuamos abrazandonos y jugando hasta que nos quedamos dormidos.

Que buen momento para estar vivos.

Cuando te encontré...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora