¿Qué pasaría si una chica con una vida completamente normal enamora a uno de los pilotos más codiciados de la Fórmula 1?
Carlos Sainz nunca creyó que su vida cambiaría de esa después de un simple viaje familiar.
Las acciones realizadas por los perso...
Levanté la mirada y ahí estaba el piloto vestido de rojo, aún con su casco puesto, celebrando y brincando con las personas de su equipo, sonreí al imaginar la cantidad de emociones que todos deben de sentir después de conseguir algo así. Continué viendo la tele en lo que enfocaban a los demás pilotos, algunos bajaban del auto con una sonrisa, otros se notaban tan enojados que le pegaban al volante.
Comenzó la premiación, primero el tercer lugar, Lewis Hamilton, sinceramente no se veía muy feliz y me explicaron que él ha sido campeón del mundo no sé cuantas veces, así que un tercer lugar no era lo que esperaba en la primera carrera de la temporada.
Al anunciar al segundo lugar ahí estaba 'el piloto de rojo', Carlos Sainz, a quien a penas pude reconocer sin el casco y justo en ese momento fue donde todo cambió...No comprendía lo que estaba pasando. Me quedé sin palabras, completamente inexpresiva y con los ojos muy abiertos.
– Oye, ese se parece a ...– me dijo Karen quien ya estaba sentada a mi lado y me volteó a ver, lo bueno de que fuera mi mejor amiga es que me conocía perfectamente y se dio cuenta de lo que estaba pasando con solo verme. No dije nada, mi mirada estaba fija en la pantalla, ni un solo pestañeo.
– ¿A quién? – dijo Jorge
– A un actor – dije sin pensarlo, levantándome del sillón. Karen me siguió. Subí corriendo a la recámara y dejé la puerta cerrada para que mi mejor amiga entrara.
– ¿Qué chingados acaba de pasar? – dije mirándome en el espejo.
– Wey, no puedo creer que tu Carlos sea el mismo Carlos que está en la pantalla – mi amiga se colocó atrás de mi – y ahora ¿qué? – me dijo. Yo no podía hablar porque en mi mente estaban pasando miles de cosas. Me tumbé en la cama viendo hacia el techo.
Todo comenzaba a tener sentido, Carlos nunca me había dicho su apellido y no sé como nunca se lo pregunté si llevaba semanas hablando con él, cada que le preguntaba que en qué trabajaba me decía que en una empresa y cuando le preguntaba el nombre de esta sólo me decía 'seguro no la conoces' y cambiaba de tema, tiene sentido porque todo su día se resumía en entrenar y estar en 'la oficina'. Lo único que no tenía sentido era el porqué me había mentido, bueno, tal vez nunca me mintió pero si omitió la verdad que básicamente es lo mismo.
– ¿Por qué nunca me dijo? – fue lo único que pude decir. Mi mejor amiga solo me veía atenta.
– Sus razones debió tener.
– ¿Me puedes dejar sola? Por favor
– Claro, estaré abajo. Te amo – cerró la puerta.
No quiero que me mal entiendan, no estaba sufriendo porque el wey con el que hablo y se podría decir que me gusta es un super piloto en la Fórmula 1, el hecho era que realmente no sabía quien era él. Estos últimos días sentía que lo conocía un poco porque me contaba, a medias, lo que hacía en su día a día y yo había comenzado a confiar en él hasta el incidente de la llamada. Ahora me estaba cuestionando todo lo que él me había dicho, si no fuera por las videollamadas que habíamos realizado podría jurar que yo hablaba con un farsante, pero no era así, me había comenzado a gustar el mismísimo Carlos Sainz y él ni siquiera sabía que yo sabía quién era realmente.
Carlos' POV
Las cosas con Marian habían estado raras desde el día de la videollamada interrumpida, había querido hablar con ella pero por diferentes razones los tiempos no habían coincidido. Sinceramente era algo que me daba vueltas por la cabeza porque las mujeres siempre tienen algo aunque digan que no, pero por ahora tenía que enfocarme en la primera carrera de la temporada.
Había llegado el día más esperado por todos, la F1 estaba de vuelta después del descanso de invierno, un nuevo año, un nuevo comienzo, una nueva oportunidad de ser campeón del mundo.
Estaba terminando de alistarme para la carrera cuando recibí un mensaje de ella, al parecer a penas había revivido de la fiesta del día anterior. Sonreí al ver que quería verme y hablar conmigo, pero no era momento para distracciones, el día de hoy sólo tenía una misión.
Fue una carrera bastante difícil pero al final logré un increíble resultado y por fortuna mi familia estaba ahí para celebrar conmigo. Mientras estaba en el podio me imaginé a Marian ahí entre la multitud, pero era eso, una simple ilusión que verdaderamente me preocupaba un poco puesto que me empezaba a importar mucho.
Al terminar el día fui a celebrar con el equipo y mi familia, por lo que llegué bastante tarde al hotel pero aún así decidí escribirle a Marian, no quiero que piense que le he olvidado.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Al despertar noté que no tenía respuesta al mensaje anterior, vi que se encontraba en línea así que decidí llamarla así sin más, tardó unos segundos en responder y cuando estaba por colgar apareció.
– Hola guapa, ¿qué tal va todo? – era imposible no sonreír al verla.
