Capítulo 31. Mi Motor

1.5K 86 2
                                    

Marian's POV (🔥🔥🔥)

Me encontraba viendo la televisión cuando recibí una llamada de un número desconocido, algo desconfiada contesté.

- ¿Señorita Marian?

- Si, ella habla, ¿Quién es? - mi corazón comenzó a latir rápido

- Hablo del Hospital Ángeles, su padre ha sufrido un infarto en la calle y este es su número de emergencia - sentí como toda la sangre se me iba a los pies - ¿Puede venir? Necesitamos donadores de sangre urgentemente

- No... No puedo - tartamudeé - Yo... Yo me encuentro lejos, muy lejos - no recibí respuesta - ¿Hola?

- Perdone señorita pero necesitamos atender a su padre, lo estamos perdiendo

Desperté abruptamente, fue solo un sueño, una pesadilla, pensé. Me costó trabajo reconocer donde estaba, no recordaba haberme metido a la cama pero imaginé que Carlos me había ayudado.

Miré mi celular con la esperanza de tener respuesta al mensaje enviado horas antes, pero nada. A lo lejos escuché algo de música así que supuse que mi novio se encontraba en la casa, tomé un suspiro antes de levantarme porque mi corazón seguía algo agitado.

- Buenos días mi niña - Carlos se encontraba preparando el desayuno - ¿Qué tal la cama? Es muy cómoda, ¿cierto? - me quedé callada - Mi amor, ¿estás bien? - me miró preocupado. Cuando menos me di cuenta ya me encontraba colgada de su cuello besándonos, fue algo impulsivo pero necesario.

Subí a la barra que se encontraba en la cocina y me aseguré de que Carlos no pudiera escapar del agarre rodeando su cintura con mis piernas. Me deshice fácilmente de la playera que cubría su trabajado abdomen, relamí mis labios al encontrarme con su pecho desnudo y algo sudado por el calor de la estufa.

- Marian - dijo jadeando - ¿Estás bien?

- Shh - coloqué un dedo sobre sus labios - Te necesito - susurré en su oído, al parecer fue lo único que tenía que hacer para encenderlo completamente. Comenzó a besar mis pechos que se encontraban cubiertos únicamente por la delgada tela del camisón con el que dormía

Mi cuerpo se encontraba en esa cocina pero mi mente estaba en otro lado, afortunadamente mi novio no se dio cuenta de esto. Abrió mis piernas, sólo bastó un segundo para que recorriera mi panti y con un firme movimiento introdujo su duro miembro, cosa que me hizo regresar al momento y soltar un gemido. Carlos buscaba mi mirada pero me encontraba perdida hasta que juntó su frente con la mía pero no me era posible verlo a los ojos así que decidí abrazarlo y esconder mi cara en su cuello.

Como no estaba concentrada en el momento, no me encontraba tan húmeda y si, efectivamente habíamos olvidado usar preservativo por lo que empezó a lastimarme la fricción que sucedía dentro de mi.

- Carlos - hablé pero el se encontraba muy concentrado en lo suyo - Carlos - dije más fuerte y el se detuvo - Creo que esto no está funcionando - él sólo asintió con la cabeza y salió de mi. Acomodé mi ropa y bajé de la barra, me encontraba algo apenada porque yo era la que había prendido el boiler y al final ninguno de los dos pudo terminar - ¿Hay alguna farmacia cerca? Iré por una pastilla - el español me miró extrañado - Lo menos que quiero ahorita es un susto de embarazo - reí pero creo que a mi novio no le causó mucha gracia

- ¿Hice algo mal? - me dolió que él pensara eso porque sabía que era mi culpa - Es por lo de la casa y la universidad, ¿no?

- Perdón si mis acciones te han hecho dudar aunque sea por un segundo que no soy feliz - tomé su mano - Es sólo que todo es demasiado bueno para ser cierto, siento que no merezco todo lo que me das - mis ojos se llenaron de lágrimas - Siento que estoy en un sueño y tengo miedo a despertar

- Mar, mi Mar, te has convertido en la razón por la cual intento ser mejor cada día - tomó mi barbilla - Cada que me despierto pienso en como ser mejor novio, mejor hijo, hermano, piloto, simplemente una mejor persona. Todo lo que te doy es como agradecimiento a ser mi motor para mejorar y para que tú crezcas junto a mi. El único sueño aquí eres tú para mi, eres la mujer más buena, cariñosa, atenta, comprensiva que alguna vez ha pisado este mundo, por eso y muchas cosas más es que te amo - claro que recordaba que días atrás yo había dicho esas dos palabras primero, pero escucharlas de su boca me tenía en las nubes - Te amo como no he amado nunca a nadie - dejó un beso sobre mi mejilla - Te amo - comenzó a llenarme de besos - Te amo

- Te amo Carlos Sainz - dije cerca de sus labios - Estoy estúpidamente enamorada de ti

- ¿Quieres estrenar la cama nueva? - dijo coqueto tomándome por el cabello

- Quiero hacerlo en todos lados contigo - brinqué un poco para colgarme de él, tomó mi culo y subimos a la habitación.

(...)

Nos encontrábamos juntos en la bañera, me sentía en paz con tanta intimidad entre nosotros, no podía pensar en nada más que en él y yo.

- Olvidé decirte algo - mi espalda se encontraba recargada en su pecho - Mis padres nos han invitado a comer con ellos - no estaba sorprendida, era algo que podía imaginar que pasaría ahora que estábamos en Madrid

- Tendrás que ayudarme a escoger que ropa me pondré - dije mientras acariciaba sus brazos que me rodeaban

- Con lo que sea te verás hermosa - besó mi cuello. Me giré para poder besar sus suaves labios que me tenían encantada.

Los besos empezaron a subir de tono una vez más y es que nunca podría cansarme de mirar su carita se llena de excitacion y lujuria al verme.

Me senté a ahorcadas sobre el y comencé a moverme, recordando qué estábamos completamente desnudos en la bañera.

- Vamos a llegar tarde - tenía los ojos cerrados, como si tratara de no disfrutar lo que estaba pasando

- Pues que nos esperen - me acerqué a su oído, él abrió los ojos como plato

- Eres incontenible

- Tú me provocas ser así - reí - Es tu culpa así que ahora me cumples

- Me encantas Marian, realmente me vuelves loco - nos unimos en un tierno beso y lo que pasó después lo podrán imaginar

Cuando te encontré...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora