Capítulo 2

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Capítulo 2.

Hoy mi madre fue mi despertador, ví mi teléfono que marcaba las 7:12am, debía levantarme para no llegar igual de tarde que el día anterior. Revise mi mensajería y no tenía ningún mensaje de Philip, no me daba señales de vida, es como si se hubiera olvidado por completo de nuestra salida o simplemente la cancelo sin mi consentimiento.

Me bañé, y me arregle para bajar. Mi madre me recibió con una sonrisa dejando los platos en la mesa para luego sentarse a comer.
Mi outfit de ayer se veía increíble, y para no desperdiciarlo me lo coloque hoy para ir al colegio, así que dejando mi mochila debajo de la silla abrí la misma para sentarme y ponerme cómoda para empezar a desayunar.

- ¿Cómo te fue ayer en el colegio? - mi mamá pregunto, curiosa por saber cómo me había ido.- Ayer mi segundo turno fue interrumpido y llegué aqui a las 2am, estabas dormida y no quería levantarte, pensé que esa plática la podríamos tener hoy en estas horas del desayuno.

Yo alcé la mirada y con una sonrisa de boca cerrada, le respondí:

- Bien, a pesar de que fue mi primer día de clases, escribí tanto como si estuviera a mediados de año.- reí burlona volteando los ojos.

- Eso es bueno, quizás así adelantas más.- responde mamá levantando el Pretzel para comer, y al terminar de tragar añade- Es tu último año, hija. ¿Sabes lo que eso significa?

- Si, mamá- dije en tono serio.- Tengo que aprobar todas mis materias, pasar el año y ser la mejor, cómo siempre.

Ella sonrió asintiendo y tomó un sorbo de su café.

Mi madre trabajaba hasta tarde para ganar dinero y poder pagarme el colegio. Mi recompensa o mejor dicho, mi deber era dar siempre lo mejor de mí para salir bien en cada materia, aprobar el año y siempre mantener un desempeño académico adecuado, quiero que ella se sienta orgullosa de mí. Quiero que las cosas estén bien con mi mamá, y que mejor que superando mis expectativas académicas, siendo una de las primeras chicas más inteligentes del salón.

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Llegando al instituto me encuentro con Franky quien estaba sacando unos libros de su casillero y la guía de matemática que nos habían asignado en la lista de útiles escolares. Cuando me vio me dió una sonrisa pícara, y por lo visto la curiosidad mató a ésta gatita, se acercó a mí y hablo en voz alta:

- Cuéntamelo todo,- dijo y su sonrisa se agrandó.- ¿Cómo te fue con el galán de Phillip?

Volteando los ojos bufé y relamí mis labios diciendo:

- Me ha dejado plantada.- sonreí sarcásticamente y ella alzó ambas cejas.

Sin decir nada ella me abrazó fuertemente para hacerme sentir mejor, tal vez ella estaba pensando que en cierto modo me había afectado. Yo trataba de fingir que no, pero la verdad es que sí, si me dolió que no haya llegado y me haya dejado como novia de pueblo: vestida y alborotada. Lo único bueno es que no tuve que caminar a algún sitio ya que me dejó plantada en mi propia casa, y no me quedó otro remedio que intentar superarlo.


Para nada sencillo...


Cuando me separé de ella ambas observamos que por el pasillo al frente de nosotras iba pasando un chico de cabello castaño. Por lo visto era nuevo, porque su aspecto y su apariencia no era para nada reconocible entre los demás alumnos.
Era alto, de piel blanca, ojos marrones oscuros que si lo mirabas fijamente podías ver las galaxias en ellos, una dentadura perfecta que dejaba notar sus blanqueados dientes, y un buen porte abdominal. Parecía un príncipe de cuentos de Disney, a diferencia de que los príncipes eran extrovertidos y sinceros, este no, se veía callado, tímido e introvertido en muchos sentidos. Se parecía tanto a la Alice de primer año, era una niña tímida e introvertida de 12 años, inocente y de muy pocos amigos, o al menos eso era hasta que conocí al grupo de amigos que hoy en día tengo... Desde ese día, soy un desastre y junto a mi grupo hemos sido imparables, pero en fin, estaba hablando del chico nuevo.

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