Capítulo 23

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Capítulo 23.

Llegamos al Hospital lo más rápido posible en cuanto al tiempo, Tommy se bajó desesperado dejándonos casi que adentro, sin seguros, sin nada por el estilo. Phillip llegó atrás de nosotros y se bajó de la misma para quedarse con nosotras.

— ¿Por qué se quedaron aquí?- pregunta mi novio algo confundido.

—No lo sé, Tommy bajo demasiado rápido, ni siquiera me dió tiempo de desabrochar el cinturón.- dije soltando un largo suspiro.

—¿Será verdad todo esto?- pregunta Franky arreglándose el maquillaje que había sido arruinado por el desquite salvaje que tuvo con Zacarías en la fiesta.

—No lo creo capaz de jugar con algo como ésto, amiga.- dije volteando mi cabeza hacia atrás para enfrentarla.

—Tommy nunca habla de su madre, incluso me dijiste que el día de su caída la encontraste en la sala de espera llorando, porque Tommy no quería que ella entrara en la misma.- dice Franky, y toda mucha razón.

—Si, y sé que pasó algo entre ellos, algo más que el simple hecho de que trabaje de mesera, algo que hizo que Tommy tomara este tipo de actitudes con ella, pero a pesar de cada conflicto, es su madre ¿entienden?
Su mamá le dió la vida, lo vio crecer, le ha enseñado- o al menos eso es lo que suponía - muchas cosas, y sin importar los problemas, Tommy no es el tipo de muchachos que dejaría a su madre en coma, en un hospital...

Mis palabras sonaron cómo típico discurso de película, cualquiera leyendo esto puede que suelte alguna lagrimita, así que discúlpenme por favor.

—Claro, y para robarte un beso también fue un chico considerado y gentil, ¿no?- refunfuña Phillip, viéndome por la ventana del asiento copiloto.

Inmediatamente mi expresión se torna a una seria, por un momento había olvidado lo que pasó ésta noche, y también quería que Phillip lo hiciera.

—Cariño, ya te expliqué como fueron las cosas, habrá momento para solucionar eso después, pero por ahora bajemos de aquí y vayamos a ver el estado de la madre de Tommy.- dije, mientras desabrochaba el cinturón de seguridad y me colocaba las botas negras.

Bajamos del auto, el frío de la noche se volvía cada vez más insoportable; me abracé a mi misma para intentar ahuyentar el frío, pero al caminar, sentí un brazo alrededor de mi hombro y una respiración llegando hasta mi oído. Phillip me abrazaba cada vez que decía tener frío, aunque ésta vez, si era así, entonces los dos lo teníamos.

—Ok, chicos, yo dejé a mi abrigo en la fiesta ¿ok? me siento excluida.- dice Franky, también abrazándose así misma.

—¿Cuando me vas a contar lo que pasó entre ustedes ésta noche?- pregunté, dirigiendo mi mirada hacia ella.

—Cuando no hayan moros a la costa.- dijo, mirando con cautela a Phillip, éste sonrió abiertamente.

—Soy una tumba, nena, pero entiendo son cosas de chicas.- dice mi novio y le guiña un ojo a la pelirroja.

Llegamos a la recepción, y tratamos de buscar información de la madre de Tommy.

—Hola, buenas noches.- dijo con los labios temblando por el frío.— Venimos para obtener información sobre.. sobre..

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