Capítulo 34.
Cómo dije las calles de tanta nieve habían tomado un ambiente frío, podía sentirme como la mismísima Anna buscando a su hermana Elsa. Todas las casas estaban adornadas muy bonitas con luces de colores y coronillas con lazos en cada una de las puertas, la nieve le dejaba un cambio de look a los techos haciéndolos ver blancos y brillantes, y obviamente no puede faltar el típico hombre de nieve gigante en el porche de una casa. Se sentía como cuando tenía 7 años e incluso veía a los pequeños niños correr y jugar con sus abrigos antes de ir a dormir para recibir mañana ansiosos los regalos de Santa Claus.Mis botas y mi atuendo no hacían juego con esta noche tan mágica y colorida, veía a las chicas caminar con sus vestidos floreados y coloridos mientras que yo llevaba puesto una camisa oscura, una falda de cuero negra y mis botas que llegan mas abajo de mis rodillas. Sé que es bueno marcar la diferencia a veces, pero ustedes saben que yo no solía vestir como lo hago ahora.
Al llegar a casa de Tommy, pude ver cómo se veía desde afuera. Él estaba fotografiando el árbol de Navidad con una cámara que supongo que se la había regalado su madre, se veía tan tierno y hermoso que no podía creer que él es mi hermano y que estoy a punto de revelar la verdad de nuestro origen. Tenía en mis manos el sobre con mis dos actas: mi acta de nacimiento real y mi acta de adopción dónde sale la fecha que Susana me dejó en el orfanato y la fecha en la que mi madre Clara me sacó de allí.
Estaba nerviosa pero a la vez muy decidida de esto, así que sin más preámbulo caminé unos cuantos pasos y llegué a la puerta para tocar el timbre.Ví por la rejilla de la ventana que Tommy se detuvo de tomar las fotos y puso la cámara sobre el mueble, camino algo apresurado y me abrió la puerta recibiendome con una sonrisa de oreja a oreja.
—Alice... tú... te ves...
—Maravillosa, lo sé, y gracias cariño.
No había ni una pizca de resentimiento, dije que el rencor ya no iba a mandar en mi corazón así que decidí dejar todo atrás y me lance a él para envolver su cintura con mis brazos. Su colonia olía espectacular, no estaba obsesionada con el perfume varonil pero sin duda éste hacia que Tommy oliera bastante bien. Él acaricio mi cabello con sus manos y pude escuchar un suspiro de alivio saliendo de su boca.
—¿Quieres pasar?- pregunta en cuanto nos separamos.—¿Que tienes ahí?
Sé que se refiere al sobre, así que solo asentí y pasé dejándolo con la intriga en la mente.
—¿Está tu mamá? Tengo que hablar con ella.
< No sé porqué no puedes dejar de ser tan directa, Dios mío. >
—¿Alice? Estoy aquí, cariño.
Volteo y al lado de la cocina estaba la señora Susana prendiendo unas velas blancas y haciendo como un altar a una persona en específico.
—Eh, no sé lo que está haciendo, pero supongo que espero a que termine.
Susana me da una sonrisa triste y me dice con la voz rota:
—Es un altar para mi hija Helena. Porque... No pierdo la esperanza de que en algún momento va a regresar y la tendré conmigo nuevamente.
Abrí los ojos de golpe, las lágrimas querían empezar a salir pero trate de contenerme, quería verme fuerte ante esto, pero saber que Susana en realidad si estaba preocupada por su hija y quería recuperarla me conmovió mucho, fue algo que me inspiró en decir la verdad esta noche ya que así la haría feliz. Y ese es mi objetivo.
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BROKEN ✓
De TodoLa historia de Alice Smith da un giro inesperado cuando un secreto oscuro de su pasado es revelado, atravesará decepciones, insultos y engaños, tanto por su familia, cómo por terceros. Y la niña adorable que todos conocían, se había transformado en...