Yo

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Sábado 31 octubre. 



He tenido una sensación alarmante en mi cabeza y dice: 

—La tragedia viene a destruir.


Azael Verona.



*Aria Sánchez.


Observo la hora en el reloj. 4:01am.

Desdoblo mi ropa de escape al pie del colchón. Terminaré toda raspada gracias a esta selección de prendas, es una despedida digna para Un nuevo propósito.

Me coloco mi mochila en la espalda. Tengo un peso ligero. 2 mudas de ropa, ropa interior, brasier y productos de higiene personal.

Corro hasta el edificio de los hombres.






Golpeo usando los nudillos. No hay respuesta. Toco otra vez.

Giro la manija, no tiene seguro. Arrugo las cejas.

Darek nunca deja abierto, aunque vaya al baño o realizar una caminata nocturna, jamás. No quiere a nadie husmeando entre sus cosas. Es extraño. Abro despacio, el lugar yace vacío. ¿Qué sucede? Él debería estar aquí. ¿Sucedió algo? ¿Hicieron una reunión secreta sin avisar?

Azael nos ordenó a todos dormir bien.

—Aria.

Salto del susto al escuchar su voz. Volteo a verlo.

—¿Por qué siempre me asustas? —chillo. Agarro su mano, nos adentramos al interior del cuarto —. Hola, he estado demasiado ausente. ¿Puedo dormir contigo?

—Sí, eres bienvenida siempre —entrelaza nuestras manos, avanzamos al interior.

Nos acostamos en el colchón.

Ladeo mi cuerpo, recuesto la cabeza sobre su pecho. Cierro los ojos.

Acaricio sus brazos y torso, deseo calmar su respiración. Hay una palpable inquietud encima suyo. Parece intranquilo, angustiado, molesto...

—¿Cuándo arreglaran el barandal del pasillo? —digo con suavidad. Antes de preguntar respecto a temas emocionales, necesito brindarle paz mental —. Alguien puede caerse.

—Colocaran un barandal provisional —responde en tono seco y simple.

He aprendido a leer sus expresiones y matices vocales, esa voz significa no quiero hablar.

—Me preocupo como si fuéramos a quedarnos —rio disimulada. Ahora quiere silencio, mejor cierro la boca —. Descansa, Darek.

Doy un tierno beso  en la mejilla, vuelvo a mi lugar pensando. Seguro está resentido por mi gran abandono, creí que entendía. Todos jugamos un papel, cumplí el mío.

Sino fuera un riesgo exhibirnos, yo estaría pegada a su lado. Haríamos caminatas tomados de las manos.

Darek sujeta mi mentón, levanta despacio viéndonos las caras. Engancha sus ojos en los míos.

—¿Sabes qué tengo un cariño especial hacia ti?

—Nunca lo habías dicho. Soy consciente que te gusto. ¿Por qué preguntas?

El otoño retorcido 1 🍁[✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora