Mala influencia

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Martes 13 octubre.


Me encuentro observando interesada una escultura de barro.

Estoy esperando ver a Elam, Hal, Gabriel, Darek, Vince o Azael. No los he visto en todo el día.

Hay varias cámaras de seguridad captando los movimientos. Avanzo junto al resto de alumnos mezclándome entre todos.

Darek aparece delante de mí, finge admirar la misma pieza que yo. Se coloca a lado mío.

—Un grupo grande de personas va a salir, avanza —susurra mirando el objeto. Comenzamos a movernos. 

Cuando llegamos a un pasillo con poca vigilancia nos cambiamos de ropa. Él cambia su sudadera a una chaqueta negra de mezclilla. Y yo una blanca.

Amarro mi cabello en una coleta alta.



Al salir agarro su brazo, uno nuestros costados.

—Somos una feliz pareja apreciando la cultura maya del museo —caminamos hasta ese conjunto de gente. Señalo una pieza mientras admiramos —. ¿Y los demás? —sonrío como si le hubiera dicho algo emocionante.

—Unos salieron —con la cabeza señala hacia delante.

Elam se encuentra a unos 5 metros admirando una figura de piedra.

Darek hace girar mi cuerpo rodeando la cintura, nos mezclamos entre las personas. Miro a algunos guardias esperando a los costados del lugar.

—¿Cómo saldremos sin ser detectados? Parecen halcones cazando.

Una pareja comienza a discutir atrayendo la atención de los presentes.

Verona me agarra de la mano. Nos escabullimos fuera del problema. Las autoridades intervienen, salimos rápido aprovechando esa distracción.

Vamos caminando hacia un parque, siguiendo el perímetro obligatorio.




Atrás de unos arbustos están escondidos los demás.

—Llegamos —expreso sonriente. ¡Tienen excelentes planes! Los coordinan bien.

Todos salen del escondite siendo cuidadosos, tratando de no levantar sospechas. Muy común, ¿no? Ver jóvenes salir de un gran arbusto en medio del parque.

—Tenemos poco tiempo. Nuestros rastreadores avisan cuando estamos 10 minutos lejos, ser veloces es primordial —informa Vince —. Debemos estar en la entrada antes del pase de lista o al aviso del rastreador —usando un reloj de bolsillo pone el temporizador.

—Bien. Vamos —miro a Azael.

Él asiente. Me aferro a su brazo cuando llega a mi lado.

—Todos conocen su posición. Si ven movimientos extraños, corran la voz hasta Darek, él nos dará el aviso —ordena Azael imponiendo su destacado papel de líder —. Nos vemos en unos minutos —añade comenzando a trotar. Sin soltar su brazo extraigo las 2 listas de la mochila. Le entrego una.

Esta situación tiene su lado excitante, estamos apostando nuestro pellejo.

Si nos llegan a descubrir, nos quedaremos sin dinero, sin fiesta, posiblemente tengamos más vigilancia. Estamos obligados a confiar en el otro.

¿Cómo vamos a entrar sin ser vistos?

Me sorprendió cuando dijeron que nunca habían hecho una fiesta con tantas personas. Será una noche agradable.

El otoño retorcido 1 🍁[✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora