Capítulo 15

25.8K 1.3K 466
                                    

Miré la pantalla del teléfono móvil una vez más, encontrándome con los mismos resultados que antes. Intenté distinguir algunas palabras, pero era complicado leer boca abajo. Me encontraba sentado de manera inversa en el sofá, con las piernas tendidas sobre el respaldo y la cabeza suspendida, casi acariciando el suelo con los cabellos. Debía ser bastante tarde considerando que hacía ya horas desde que había vuelto del trabajo, cenado e incluso me había puesto la ropa para dormir. Últimamente me sentía revoltoso debido a la poca comunicación que existía entre Samuel y yo desde que nos habíamos despedido justo antes de volver Jessica. Apenas mantuvimos una conversación decente por el móvil y ni habíamos estado cerca de volver a vernos. Puede que en otra circunstancia mi inquietud no hubiera sido tan grande, como por ejemplo, si mi compañero de piso no se hubiera empeñado en hacerme sentir inseguro respecto a las acciones del mayor. Pero ahora, debía reconocerlo, dudaba de Samuel. Tan grandes eran mis dudas que no podía evitar pensar que se había arrepentido de nuestra aventura, y que planeaba ignorar mis mensajes hasta que le dejara tranquilo para continuar su vida con Jessica, como si nunca hubiéramos vuelto a encontrarnos. Claro que esos pensamientos pesimistas se fusionaban con otros más positivos, con el recuerdo de esos dos días juntos, de besos y palabras que de ninguna manera podían ser artificiales, y de serlo entonces Samuel podía pasar a recoger el premio a mejor actor.-Ya entiendo porque lo miras boca abajo. Crees que en el mundo al revés tu novio te presta atención, porque está claro que en este no lo hace.-No tardó en burlarse Sebas desde el otro sofá. Le satisfacía como nada poder echarme en cara que tenía razón, que Samuel estaba arrepintiéndose de lo que teníamos después de haberme hecho creer que era más fuerte que nunca. Yo estaba potencialmente enfadado con Sebas por haberme arruinado la felicidad y haberse regodeado de ello, así que en los últimos días apenas cruzábamos palabras más que para picarnos mutuamente. Puesto que la sangre empezaba a bajarme a la cabeza infligiéndome dolor, me erguí y tomé asiento como una persona normal.-Espero que me responda rápido, no quiero acabar con cualquiera por despecho.-Me burlé con aquella indirecta, dirigiéndole una mirada sugerente. Eli estaba sentada junto a él, tenía la cabeza recostada sobre el hombro del chico y éste envolvía con el brazo su menuda cintura. Cada vez que los veía así de juntos, me sentía idiota por no haberme dado cuenta antes de lo obvios que eran los sentimientos de la pelirroja. Luego me aliviaba al pensar que el idiota mayor era el que todavía ni sospechaba de su existencia.-Si os matáis en el salón.-Empezó a decir la chica, que tenía los ojos puestos sobre la película de aventuras espaciales que estaban emitiendo.-Recordad limpiar luego, no lo dejéis todo manchado de sangre.-Sugirió tras aletear las pestañas. Eli estaba cansada de intentar hacer de intermediaria entre ambos, había sido testigo de todas nuestras pullitas y ya renunciaba a conseguir una reconciliación entre nosotros. Intercambié una mirada con Sebas, sus ojos esmeralda me fulminaron. Me repitió en más de una ocasión que solamente había intentado ayudarme, pero como siempre, su manera de comportarse no era la mejor y llamarme ''puto desagradecido'' no lograba precisamente que tuviera ganas de agradecer nada. En el fondo no estaba tan enfadado por sus intenciones, más bien lo estaba por su forma de proceder, siempre haciéndolo todo a su manera, egoísta y despreocupada. Apartó su mirada de la mía para poner los ojos sobre el televisor.-Joder con el capitán.. no me importaría que me diera un viajecito en su nave espacial.-Le murmuró Sebas a su amiga, señalando con el índice al hombre joven vestido con traje espacial que aparecía en el largometraje.-Shh.. cállate, está en lo más interesante.-Ordenó la pelirroja, sin poder disimular una sonrisa debida al comentario pervertido de su amigo. No me importaba tanto que guardaran silencio, lo cierto era que durante la mayor parte de la película no había prestado ninguna atención, sólo estaba cambiando constantemente de postura en el sofá y mirando el móvil. En aquel momento me fijé en la pantalla. El que parecía ser el capitán de la tripulación espacial estaba a punto de hacer un anuncio muy importante, que fue interrumpido por interferencias. El rostro pecoso de Eli reflejó una expresión iracunda. La pantalla del televisor estaba cubriéndose con rayas de colores que hacían la imagen indistinguible y que las voces de los personajes se oyeran entrecortadas.-¡Menuda mierda! En el momento más interesante.-Maldijo la pelirroja. Tanto ella como Sebas se levantaron del sofá, el chico fue hasta el televisor y lo golpeó varias veces sobre la parte superior para hacerlo reaccionar. Típico de Sebas, intentar arreglar algo golpeándolo-¿Y que esperabais con esta tormenta? Es lógico que haya interferencias, agradeced que todavía tenemos luz.-Argumenté, puesto que las antenas debían estar mojándose debido a la fuerte tormenta que caía fuera desde hacía ya unas horas. Oíamos repiquetear la lluvia contra el suelo cuando bajábamos el volumen y cada tanto la luz azul de los relámpagos se distinguía tras la ventana, seguida del ensordecedor sonido de un trueno.-¿Tenemos velas por si acaso?.-Me preguntó la joven, mirando con cierta intranquilidad en dirección a la ventana. Sebas continuó aporreando la televisión y todos los aparatos electrónicos cercanos a ella, hasta que escuchó la pregunta de su amiga. Se giró hacia nosotros mientras sacudía la mano adolorida.-Yo tengo en mi habitación.-Nos anunció. Un nuevo trueno rugió y miré hacia afuera preocupado, esperando que aquel diluvio no nos dejase sumidos en las tinieblas. Las interferencias se demoraros unos minutos más, antes de que la película volviera a emitirse con normalidad, como si nada hubiera pasado. Los tres nos fijamos en el televisor, el entorno de los personajes había cambiado por completo y parecían estar sufriendo un grave peligro cuya causa desconocíamos.-Genial, ahora no entiendo nada de lo que está pasando.-Refunfuñó Eli, notoriamente molesta. Separé los labios para anunciar mi inevitable retirada del salón, pero en aquel momento el sonido de unos nudillos golpeando la puerta consiguió llamar la atención de todos. ¿Quién llamaba ahora? Resultaba harto extraño, recibir una visita a altas horas de la noche y en mitad de una densa tormenta. Apenas me costó llegar a la conclusión de que lo más posible era que se tratara de algún vecino que venía a preguntarnos si a nosotros nos funcionaba el televisor o algo similar.-Ya voy yo.-Advertí a mis compañeros de piso. Nadie presentó ningún problema al respecto. Me dirigí a la puerta para recibir al inesperado visitante.

Sensaciones Pasadas (Wigetta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora