13. El uno para el otro

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"En verdad lo lamento" ¿Qué lamentaba? ¿Haber perdido el tiempo conmigo? ¿Que lo hubiera atrapado en el acto? James Potter no lamentaba nada, esto era lo que había buscado por 5 años ¿Por qué se iba a lamentar ahora? ¿Qué importaba que yo estuviera llorando en la puerta aferrándome a su chamarra si él ya tenía a Lily?

El siguiente día después de la fiesta fue uno de los más deprimentes, no tenía ánimos de salir de mi cama siquiera, gracias al cielo mis amigos creyeron que era por la resaca así que nadie me molestó ese día y tal vez eso fue lo deprimente, había pasado todo el día sola, solamente abrazando la almohada que ocupaba el lugar que alguna vez ocupó James, había llorado en silencio todo el día tratando de convencerme a mí misma que lo que había visto no era real, había sido una alucinación a causa del alcohol, pero su voz, sus ojos, sus manos, su silueta, todas esas cosas las conocía como la palma de mi mano y había sido real, todo había sido real, James me había roto el corazón, había jugado conmigo y yo no podía entender porqué lo había hecho.

Mi padre me había dicho que no era mi culpa, que simplemente él no me merecía, que yo era muy buena para un idiota como él, pero yo lo quería, yo lo quiero, yo sí me merecía a alguien como él, por supuesto era un pensamiento que no podía externar con nadie, pues seguramente todos me dirían lo mismo que papá.

Si bien el domingo había sido deprimente, el lunes había sido doloroso, no había manera de escapar de los rumores que ya corrían por toda la escuela, papá no me permitiría faltar a clases por más que yo lo deseara, al menos Amos y Ted me habían llevado el desayuno a mi habitación, no tenía idea de cómo se habían enterado de la situación, pero poco me importaba, estaba demasiado hundida en mi propia miseria para hacer preguntas.

—No tengo hambre.

—No voy a dejarte morir por no comer.

—Eres un exagerado.

—¡Oye! Tú me sacaste de mi mierda cuando estaba mal, no me digas exagerado por querer hacer lo mismo por ti.

No pude detener las lágrimas cuando lo abracé agradecida, tenía al mejor hermano del universo y nadie me iba a convencer de lo contrario.

Creía que con los días sería más fácil, pero no fue así, rápidamente se corrió el rumor de que James y Lily estaban juntos, ninguno se había molestado en desmentirlos. Lo más doloroso era toda la lástima que la escuela sentía por mí, incluso McGonagall me miraba con tristeza y lo último que necesitaba era la atención puesta sobre mí, jamás me había gustado.

Habían pasado ya 6 días desde que todo terminó, yo seguía llorando todas las noches, abrazaba su chaqueta como si eso fuera suficiente para que volviera a mí y aunque me doliera admitirlo, había sido incapaz de quitarme el estúpido collar que me había regalado.

Sirius me había interceptado al tercer día, al inicio no tenía ningún interés en relacionarme con cualquiera que fuera amigo de James o Lily, los quería a todos lejos de mi vida para que el pecho dejara de dolerme, pero me resultaba imposible tener un poco de paz cuando Lily y James desfilaban por todo el colegio presumiendo su relación perfecta, James jamás me miró en todas las veces que chocamos en el camino.

—Elisa, quiero hablar contigo.

—Pues yo no, Sirius. Déjame sola.

—Que James sea un imbécil no significa que nosotros también lo somos.

—Eres su amigo y es el único motivo que necesito para alejarte.

—Por favor, le rompí la nariz, no tengo intenciones de hablarle.

Lo miré sorprendida y me cruce de brazos.

—¿En serio?

—Claro, tú eres mi amiga y no soporto verte mal, por favor Elisa, no me alejes.

Quería hacerlo, en verdad quería cortar toda conexión con James, eso incluía a sus amigos, pero Sirius era distinto, no sólo era el hermano de Reggie, también era mi amigo, era quien me había ofrecido una amistad divertida y sin prejuicios, además si lo que me decía era cierto, eso significaba que él entendía mi sufrimiento, así que caminé hacia él, abrió los brazos y yo lo abracé con fuerza hasta que comencé a llorar una vez más.

[...]

Al siguiente lunes había tomado el valor para enfrentarlo, James había ido a mi habitación a pedirme perdón, pero yo seguía tan enojada que no pude ni siquiera responder.

Me encontraba de camino al salón de DCAO cuando James me interceptó en el pasillo, había intentado irme, pero él era más rápido y fuerte que yo, me tomó del brazo y me llevó a un pasillo que estaba casi vacío.

—James, suéltame.

—No hasta que me escuches.

—No quiero escucharte.

—Pues no me importa.

—¡James, me estás lastimando!

James me soltó en un instante, pensé en irme aprovechando la oportunidad, pero la preocupación en su mirada que seguía fija en mi brazo me hizo quedarme ahí. Me crucé de brazos y lo miré esperando que que hablara, él se quedó un momento más perdido, yo carraspeé mi garganta y él me miró a los ojos lleno de culpa.

—Lo lamento.

—Ajá.

—Elisa, en serio lo lamento.

—Sí, James. Ya te oí las últimas 20 veces.

—¿Entonces?

—Tus disculpas no significan nada para mí cuando sigues comportándote como un imbécil.

—¿Qué?

Ahí estaba el momento que había retrasado tanto, el punto de quiebre de nuestra amistad, habíamos tenido una relación de mimbre, de esas que se doblan antes que partirse, pero James la había doblado de más, la había llevado al límite y no había forma de repararla, ambos lo sabíamos, se acercaba el final.

—No estabas obligado a sentir nada por mí y estás en todo tu derecho de salir con Lily, pero esa no era la forma.

—Elisa por favor, déjame explicarte.

—¡Se sincero! Eso fue lo que te dijo mi papá, eso era lo que yo esperaba de ti, sinceridad, yo siempre fui honesta contigo, no sé qué pasó.

—Elisa.

—¿Crees que yo me merecía toda esta mierda? ¿Toda esta lástima que la gente siente por mí? Me humillaste en frente de todos, jugaste conmigo, me llevaste a tu maldita cama con Lily en la cabeza.

—Fuiste tú quien estuvo de acuerdo.

—¡Porque te quería! ¡Si tú no sentías lo mismo era tu obligación detenerme!

Las lágrimas ya salían de mis ojos nuevamente, eran lágrimas de coraje, sentía como quemaban mi piel mientras bajaban por mis mejillas, tenía los puños tan apretados que las uñas se me estaban enterrando en las palmas de mis manos, me sentía tan impotente en ese momento, en cambio el rostro de James se endureció y todo rastro de culpa desapareció de sus ojos.

—Siempre supiste que me gustaba Lily, además, nosotros ni siquiera éramos novios.

Me esforcé por no cerrar los ojos mientras sentía como James me destrozaba el corazón, salieron un par de lágrimas de mis ojos y las sequé de manera brusca, jamás lo imaginé de él, nunca de James, pero él había decidido acabar con nuestra amistad de esta forma, él había elegido este camino y yo no planeaba discutir más, no iba a entregarle más de mi sufrimiento para su propio placer, tomé el collar que me había regalado y lo jalé con fuerza rompiendo la cadena contra mi cuello, pude ver que algo se removía dentro de James, pero ya no me importaba, ya no más, le lancé el collar a los pies y lo miré una última vez antes de irme.

—Entonces no cabe duda que son el uno para el otro.

Just a friend |James Potter|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora