17. De nuevo

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"Te quiero ver más fuerte que nunca" Esas habían sido las palabras de mi padre antes de salir de casa para llegar a King Cross, no sabía que esperaba de mí, tal vez que ignorara a James, que comenzara a salir con Regulus, que me volviera la villana... ya me daba lo mismo, había decidido dedicarme por completo a mis estudios, quería olvidarme de todo el drama de los últimos meses.

El trayecto a Hogwarts me pareció más largo que de costumbre, no había visto a ninguno de mis amigos en el tren y mi padre sólo dormía, yo veía el camino desinteresadamente, a veces conjuraba unas gotas de agua y las jugaba en mi mano para entretenerme, al poco tiempo me quedé dormida yo también.

Me desperté al sentir que alguien me tocaba el hombro, abrí los ojos mientras me estiraba pesadamente, Sirius y Remus me estaban esperando con sonrisas traviesas en sus rostros, yo les sonreí al instante y me levanté en silencio mientras Sirius me tomaba de la mano y me guiaba por el pasillo.

—¿Qué están planeando?

—Nada, lo juro.

—No te creo, Sirius. Ya díganme.

Ninguno me dijo nada, Sirius me tomó de la mano otra vez y caminamos hacia un vagón que estaba alejado, abrió la puerta con sigilo, era el vagón donde mi hermano se encontraba con Tomás, yo miraba sin saber qué hacer, Sirius sacó su varita junto a Remus, apuntaron dentro del vagón y en unos segundos el vagón comenzó a inundarse, Remus cerró la puerta y Sirius la hechizo, yo estaba boquiabierta, no pude evitar reírme mientras corríamos por el pasillo y nos metíamos en un vagón vacío para escondernos.

Reí tan fuerte que el abdomen comenzó a dolerme, no era tonta, sabía porqué lo hacía y de todo corazón lo agradecía, necesitaba un buen inicio de año y Sirius y Remus ya me lo habían regalado.

—Jamás creí que presenciaría una broma para mi hermano.

—Son tan unidos que no tienes el corazón para hacerle bromas.

—O tú no tienes corazón para salvaguardar mi hermandad.

—Herencia de los Black.

Sirius se encogió de hombros y cambió el tema a uno que no tuviera que ver con corazones y lazos.

No podía estar más agradecida, jamás fue necesario que hablara con ellos, nunca me abrí a decir todo lo que sentía respecto a James y sin embargo, Sirius y Remus parecían entender a la perfección todo lo que estaba viviendo y me parecía el gesto más noble que mantuvieran nuestra amistad y me apoyaran aunque yo ni lo había pedido. Me tomé el atrevimiento de interrumpir nuestra conversación para tomarlos de las manos, ellos me miraban confundidos pero yo sólo podía sonreír por lo querida que me estaban haciendo sentir.

—Gracias.

[...]

Me había tomado la hora de la ceremonia de bienvenida para vagar por el castillo que en ese momento se encontraba vacío, me parecía tan aburrida desde tercer año, así que salí sin que nadie lo notara.

Caminé por el pasillo que me llevaba al salón de pociones cuando vi a Regulus fumando en el suelo, me acerqué a él con una sonrisa y me crucé de brazos una vez que estuve frente a él.

—Joven Black, este no es un comportamiento apropiado para alguien de su posición.

Regulus alzó la mirada con pereza y me mostró el dedo medio, yo sólo me reí y me senté a su lado. Él me abrazó cuando estuve junto a él y me ofreció su cigarro, yo le di una calada, sólo con él fumaba, sabía que era un pésimo hábito y mi padre se había encargado de culpar a James cuando me descubrió.

Just a friend |James Potter|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora