El Fiscal del distrito Neji Hyūga ha visitado a Naruto para pedirle que le ayude en un caso de tortura y asesinato, puesto que necesitaba de un detective que conociera la ciudad y entendiera sus dinámicas. El joven policía, llevado por la desesperac...
Los personajes de Naruto no me pertenecen, sin embargo, la historia sí.
No se permiten copias ni adaptaciones o cualquier cosa similar.
⚠️Advertencias:
-Contenido +18
-Escenas subidas de tono
-Contenido Yaoi (boyxboy)
-Actualizaciones lentas.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El detective Naruto Uzumaki esperó a que el olor a whiskey y cigarrillo desapareciera del aire, del aliento en la boca de la chica frente a él y de su ropa cuando salió a la calle en mitad de la noche de aquel noviembre tan frio. La prostituta frente a él estaba tonteando en la calle en sus altísimos tacones de 15 centímetros y su milimétrico vestido que apenas y le tapaba las nalgas y los senos; ella era su favorita de todas las chicas del Barrio Rojo, no solo porque era mayor que él sino porque conocía el lugar mejor que nadie y era buena haciendo caso omiso a que él fuese un agente de la ley.
-¡Demoraste mucho en regresar, mocoso de mierda!
Tsunade Senju era una Madame importante del lugar y el respeto que le tenían todos allí era ridículo si Naruto se lo pensaba bien, empero, él no era nadie para juzgar la vida de una mujer que encontró la forma de sobrevivir y persistir en medio del infierno. Además, él no creía sinceramente que a sus 31 años fuera un "mocoso de mierda", pero no hizo esfuerzo en corregirla. Nunca lo hacía en realidad porque la mujer tenía razón inclusive cuando no lo hacía.
-Tuve algunas dificultades en el camino.- Respondió guiando a la mujer a su pequeño auto negro aparcado en un callejón cerca al bar en el que ambos estuvieron antes y se sentaron ahí esperando que sus huesos se calentaran antes de que alguno abriera la boca.
-Gracias.
Naruto levantó la vista de sus muslos hasta los ojos de Tsunade sin entender por qué le agradecía, solo ella sabía y él no quería preguntar al respecto. Ninguno de los dos quería volverse demasiado íntimo, las cosas demasiado personales solo acarrearían problemas que no deseaban enfrentar.
-Diez chicas han estado aquí y han terminado ejecutadas meses después en baldíos cercanos a "El Valle del Fin", ¿Tienes idea de quiénes pueden ser?- Naruto le mostró las fotos en su teléfono móvil y la Madame observó con ojo crítico los cuerpos destrozados de las chicas allí expuestas, su cara no mostraba ninguna expresión particular y al Detective aquello no le gustaba del todo, porque primero: Tsunade siempre tenía una expresión en su cara, y segundo, eso no auguraba nada bueno. Lo único que le tranquilizaba era que ella podía reconocer claramente de qué eran las lesiones en el cuerpo de las chicas, así no tendría que explicarle mucho y no se metería en problemas en caso de que alguien la atrapara haciendo negocios con él.
-Nunca las vi por aquí.- Comenzó ella tras entregarle su teléfono, -Tampoco parecen del tipo de chicas que escogerían la prostitución como forma de vida.
