El Fiscal del distrito Neji Hyūga ha visitado a Naruto para pedirle que le ayude en un caso de tortura y asesinato, puesto que necesitaba de un detective que conociera la ciudad y entendiera sus dinámicas. El joven policía, llevado por la desesperac...
Los personajes de Naruto no me pertenecen, sin embargo, la historia sí.
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El Fiscal de Distrito Neji Hyūga terminó de firmar la papelería que tenía frente a él, había sido bueno ignorando al Detective Uzumaki y al pequeño bulto en sus manos que miraba todo a su alrededor con sorpresa, incluso si la pelusa rojiza en la cabecita brillaba como un farol en medio de la noche contra la cobija blanca en la que estaba envuelta la bebé.
-Neji.
La voz de Naruto sonaba cansada cuando su nombre salió suavemente de sus labios y el Fiscal no podía ignorarlo más, -Solo estoy un poco sorprendido, la última vez que vi a un bebé en tus brazos fue ¿nunca? Tampoco sabía que fueras padre.
Naruto apretó sus labios y rodó los ojos, -Esta bebé...
Neji se rio, -Lo sé, escuché todo lo que dijiste, siempre lo hago, lo que no sé es qué quieres que haga. Tendríamos que llamar a servicios sociales, solo que a ninguno nos gustan mucho y tampoco tendríamos que devolverla a Aguas Negras...
-Eres un "superfiscal", encuéntrale una familia rica que quiera adoptarla.
La bebé se movió inquieta en sus brazos y pequeños sollozos salieron de sus labios apretados, un grito y un par de lágrimas después, Naruto maniobró de una manera que incluso lo sorprendió a él y un tetero con leche tibia alimentó a la bebé; sus bracitos estaban un tanto amoratados y sus deditos tenían algunas quemaduras, el Fiscal frunció el ceño y poco después se encontró hablando con otro "superfiscal", como los llamaba Naruto, mientras le observaba alimentar a la niña. No llegaron a mucho, pero Neji consiguió un pequeño favor que mantendría a la bebita a salvo por el momento.
Media hora después, el Fiscal Shikamaru Nara entró a la oficina de Neji y frunció el entrecejo ante la imagen que encontró: nunca hubiera esperado encontrar al hombre con la camisa sucia de vomito cambiándole el pañal a una cosita pequeñísima al tiempo que el detective favorito del Fiscal de Distrito dormitaba en un sofá color crema que había en la instancia ajeno a todo el desastre en el que Neji estaba envuelto con ese bicho.
-¿Los tienes?
Nara asintió cerrando la puerta ante las miradas curiosas de afuera, las dos carpetas que llevaba terminaron apretadas más fuerte contra si temiéndose lo peor, empezando por la mirada traviesa del bicho que le miraba como si fuera la cosa más fascinante del mundo. -A largo plazo, no creo que nadie se interese por esto.
Neji asintió terminando de poner los pañales y el pantaloncito azul cielo que Naruto le había comprado al bicho. La camisita blanca adornada con pequeñas rosas azules tejidas todavía estaba limpia y Neji sonrió un poco, era demasiado temprano en el día para que ya estuviera sucia. -Es un bebé de Aguas Negras, mientras esté alimentado y vaya a la escuela, ni las ONGs más jodidas pondrán problema.
