Capítulo 18

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Los personajes de Naruto no me pertenecen, sin embargo, la historia sí.

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Naruto esperó por las palabras de Itachi, pero no lo apresuró, pacientemente dejó que él tuviera que iniciar la conversación porque nunca más iba a empezar una conversación con él

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Naruto esperó por las palabras de Itachi, pero no lo apresuró, pacientemente dejó que él tuviera que iniciar la conversación porque nunca más iba a empezar una conversación con él.

-¿No estás empezando una pelea?

Naruto parpadeó inocente, -¿Por qué haría algo así?

Itachi lo miró y sus ojos oscuros parecían querer sondear en su alma y Naruto lo dejó, porque en realidad no había dónde escapar. Todo lo que podía tener, todo lo que podía desear estaba frente a él y no se podía dar el lujo de quejarse o presionar más porque ya sabía, ya había sido advertido y su carne estaba marcada con las consecuencias de su desobediencia.

Evidentemente no estaba en sus cinco sentidos, y algunos podrían decir que su razonamiento era inadecuado, influenciado por las circunstancias del pasado y asustado por los prospectos que se le venían, pero no le importaba mucho. Ahí estaba y lo poco que podía ganar, tenía que obtenerlo sí o sí.

-¿Qué demonios te pasa?

-Nada.- Naruto sonrió de nuevo como quien no quiere la cosa y observó con atención las facciones de "El Cuervo", su rictus se había fruncido y su mandíbula estaba tan apretada que creyó que en algún momento podía romperse algo. Levantó su mano y acarició el rostro del otro con suavidad, -No hay nada que pueda estar pasándome, ¿a ti te pasa algo, amo?

Itachi respiró hondamente y se levantó indudablemente evitando el contacto de Naruto, el rubio ni se inmutó, solo esperó ahí, a que él cediera con lo que fuera estuviera peleado, no obstante, el pelinegro simplemente se retiró dejándole solo.

Una sonrisita llenó el rostro de Naruto y pronto salió para dirigirse a su propia habitación, tenía otras cosas que hacer y ahora que tenía una idea en la cabeza no podía sacársela de la cabeza.

Había pasado finalmente una semana y sus conversaciones con Kakashi Hatake estaban avanzando y aunque Naruto todavía no confiaba del todo en él, era evidente que era distinto a Neji. Más directo, más rudo, más apabullante y aun así, con una agenda que Naruto desconocía, Konoha era su prioridad y eso estaba bien para él.

No podía decirle muchas cosas, no podía delatar su propia posición en todo aquello, pero podía soltar uno que otro nombre y ahora mismo la felicidad lo embargaba cuando supo que Hidan estaba tras las rejas siendo investigado por corrupción y porque era sospechoso de la muerte de otro detective. Kakashi Hatake no se detuvo hasta que logró que él le diera una confesión escrita de lo que le pasó la noche en que fue secuestrado y prometió que haría justicia por él, Naruto no le creyó mucho, no importaba ahora.

El hacha del cuervo (ItaNaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora