El Fiscal del distrito Neji Hyūga ha visitado a Naruto para pedirle que le ayude en un caso de tortura y asesinato, puesto que necesitaba de un detective que conociera la ciudad y entendiera sus dinámicas. El joven policía, llevado por la desesperac...
Los personajes de Naruto no me pertenecen, sin embargo, la historia sí.
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Naruto se sorprendió bastante cuando regresó a la Villa Uchiha de nuevo. No porque algo hubiera cambiado en particular allí, sino porque el tiempo había pasado largo y tendido y él realmente no tuvo consciencia de ello, había estado fuera de combate casi tres meses y ahora rebosaba de una energía distinta, una clase de aura que no sabía que tenía; era estúpido si se ponía a pensar en ello, parecía como si alguien nuevo hubiera tomado su lugar y en ese mismo instante, se moría de ganas de hacer algo al respecto.
Con cuidado, divagó por toda la casa hasta que finalmente se encontró con Itachi en su oficina, "El Cuervo" le miró de esa manera tan suya, y antes de que él se atreviera a negarle algo, Naruto contratacó.
-Admito que lo que hice estuvo mal y acepto la primera deuda como una consecuencia de mis malos y terribles modales. Lamento que te hiciera ver como un tonto solo porque estaba cegado por mi propia patanería y vanidad e imprudencia, estoy dispuesto a someterme a ti por voluntad propia, así que, por favor, no te escondas sobre ti mismo o tu pasado porque por más estúpido que suene, no es justo para ninguno de los dos.
"El Cuervo" observó al rubio, sin embargo, ninguna palabra salió de sus labios y Naruto no tuvo más que decir pues Nagato y Jiraiya llegaron para hablar de negocios. El rubio se despidió cordialmente de los hombres allí y siguió su camino pensando sobre sus semanas con Shisui y lo que había aprendido sobre todos ellos.
En realidad, no creía que Neji estuviera mintiendo, lo conocía bien y sabía perfectamente que cuando se enojaba él era inusualmente honesto y en realidad eso era una característica terrible, porque ser honesto solo cuando eras llevado al límite no era sano para nadie ni para ninguna relación. La cosa es que quería escuchar esas palabras de la boca de Itachi, conocer su verdad, su perspectiva de unos hechos que por los que otro se comportaba como un perro rabioso dispuesto a arrastrar a todos al infierno. Además, necesitaba saber si aquel bichito estaba segura a su lado y no iba a ser utilizada como un instrumento de venganza malsana.
Suspiró y esperó en silencio.
Shizune revisaba sus heridas a veces y se aseguraba que tomara sus antibióticos y medicamentos psiquiátricos a tiempo. La mujer no decía mucho al respecto y él lo agradecía, pero se moría por saber el paradero de Shisui, no había visto al otro hombre desde que Obito se hizo cargo de él y desde que todos allí estaban haciéndole pagar su pequeña aventura con silencio, no dejaba de estar preocupado. Ni siquiera había vuelto a ver a la niña que le hacía compañía a veces y en verdad, estaba volviéndose un poco loco.
