El Fiscal del distrito Neji Hyūga ha visitado a Naruto para pedirle que le ayude en un caso de tortura y asesinato, puesto que necesitaba de un detective que conociera la ciudad y entendiera sus dinámicas. El joven policía, llevado por la desesperac...
Los personajes de Naruto no me pertenecen, sin embargo, la historia sí.
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Naruto siguió a Shisui con calma cuando entraron a la primera tienda que encontraron tras recorrer otro par de kilómetros una vez que hubieron abandonado la cueva en la que pasaron la noche, fue una caminata de unas cuatro horas y ahora, a las diez y algo más de la mañana, ninguno tenía la energía o la condición física para decir algo, no obstante, tenían que apresurarse porque el efecto de la droga que le había inyectado estaba mostrando los primeros signos de que su efecto estaba acabándose y ambos sabían que si él no podía seguir moviéndose con autonomía, su pequeña escaramuza sería inútil.
El Uchiha saludó al hombre de mediana edad que atendía tras el mostrador y éste inclinó su cabeza reconociéndolo, el hombre se movió y abrió una pequeña puerta tras él, por la que pasaron y que les permitió llegar a un garaje que guardaba un par de autos y una motocicleta.
-Ambos carros tienen combustible, sus matrículas han sido cambiadas hace un par de semanas y los refugios que me indicó preparar, están acondicionados con todo lo necesario, sin embargo, es difícil decir cuál de los dos es más seguro.- Comentó el hombre mientras le entregaba a Shisui un sobre robusto y un bolso negro, -El señor Obito ha estado inquieto.
Shisui asintió y le pasó el bolso a Naruto, -Tu sabes más de esto que yo, dales un buen uso y asegúrate de mantenernos a salvo, señor policía.
El hombre le dio una mirada a Naruto por primera vez desde que había entrado allí y suspiró con molestia, -¿Está seguro de que vale la pena, Señor Shisui?
-No lo sé.- Shisui sonrió, -Pero, si puedo hacer que él se retuerza durante algunos días, entonces he ganado.
Naruto decidió ignorar aquellos comentarios y revisó las armas que había en la bolsa, preparó un par de ellas y le pasó la más pequeña a Shisui, que reticentemente la recibió. Le explicó cómo hacer uso de ella y tras una breve discusión decidieron utilizar el Porsche plateado estacionado allí y se dirigieron a un complejo de apartamentos que estaba a la salida de la ciudad, arriesgado, si, pero necesitaban poder tener distintas rutas de escape y de abastecimiento y una cabaña en medio del bosque no era una buena opción para ninguna de esas cosas.
No importaba como se mirara, necesitaban opciones, especialmente porque Shisui estaba preocupado por la condición física y mental de Naruto, porque una vez que la droga abandonara por completo su sistema, el dolor iba a ser insoportable y de una u otra manera, necesitaban abastecerse de medicinas y alimentos que les ayudaran a mantener su condición estable.
