Capítulo 29

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Maritza

Desperté después de varias horas de vuelo, la voz del piloto diciendo que estábamos por aterrizar taladrado mi cabeza. Anoche no dormí nada y esta mañana salí temprano de casa, contacte a mi antigua amiga Dana quien me recogerá en el aeropuerto. Dejé una nota para mi tía, no quería decirle a donde iba, simplemente le dije que estaba bien y que confiara en mi. Estoy en mi país y vine a platicar con mi papá, planeaba hacerlo después porque quería presentarle a Yoongi, pero luego de lo sucedido, no necesito llenar el recuerdo de mi padre con mi miserable vida amorosa. Me enamore del Yoongi de días antes, ese que me llevó al bosque y se dejó guiar por sus sentimientos. Se que su madre tiene mucha influencia en sus pensamientos y eso es desde pequeño, pero siendo así, no puedo hacer nada. El único que podría cambiar lo que piensa e ir en contrar de lo que siempre creyo es él mismo.

Una vez que recogí la maleta, subí al carro de mi amiga y nos dirigimos a su casa para dejar mis cosas. No quiero quedarme sola, además de que solo estaré aquí unos días, tengo que volver a poner en marcha el restaurante. El día del pleito con Yoongi y su mamá, lloré todo el día, lloré hasta quedarme sin lagrimas. Después de que las chicas se fueron, me quedé pensando en que seguía después de esto, mi corazón estaba desecho y mi alma había abandonado mi cuerpo. Un zombie estaría mucho más vivo que yo. Me quedé dormida muy tarde y desperté temprano, cuando escuché que mi tía cerró la puerta de la entrada. Me fui.

No estoy huyendo de mi vida, estoy intentando continuar con ella. Aunque no quiera... aunque solo tenga ganas de desaparecer. Me instale en casa de mi amiga y me llevó a cenar, era la primer comida que probaba en todo el día y a pesar de que sentia hambre, no pude terminar todo, había un hueco en mi estomago que no me.permitia ingerir mada. Irónico pero cierto. Terminamos de cenar y regresamos a casa para dormir. El avión llegó tarde así que ya mañana planeare mis días acá.

Desperté con el sol entrando por mi ventana, he perdido los últimos dos días acompañando a mi amiga a hacerlas comprar y de más, creo que también he estado evitando ir con papá, agregar una emoción más a mi corazón hará que explote. Dana, me ha visto mal estos días, no le he platicado nada pero lo sabe y ha intentado mantenerme ocupada, cosa que le agradezco, hasta hoy que se le ocurrió ir a comer con mis demás amigos. La verdad es que los extraño, pero no soy la mejor persona, socialmente hablando, en este momento... aún así, aquí voy. Llegamos y tomamos asiento junto a tres chicas y dos chicos. Los conocía a todos y me había llevado bien con ellos pero algo se sentía diferente. Diferente como cuando una de ellas empezó a platicar algo y dijo "Bueno lo cuento después si no, no lo vas a entender" o cuando uno de ellos platico sobre un problema que tenia y cuando se levantó al baño todos insinuaron que era un exagerado. No te das cuenta como debería ser algo si no lo pruebas. Me refiero a, como iba yo a saber que estas acciones estaban mal, si no tenia con que compararlas. Siempre creí que todos eran amigos, cuando simplemente son conocidos. Los amigos crean una familia y por más diminuto que sea tu problema, todos lo tomarán personal y te ayudarán a buscar una solución. Esa clase de amigos que perdí cuando terminé con Yoongi, aquí no es cosa de competir, si las chicas quieren verme algún día, por supuesto que lo haría pero no es lo mismo ponernos de acuerdo para salir, que asistir a una reunión familiar, como ellos la llaman, principalmente cuando él estará ahí, odiandome mientras yo seguiré amándolo con todo mi ser.

Me sentí triste por las personas de esta mesa, ojalá tuvieran la suerte de conocer a gente como la que yo conocí. La tarde termino y todos se pusieron de acuerdo para ir al bar en donde conocí a Yoongi. No quería ir, ya de por sí había un dolor constante dentro de mi, pero negarme era dar explicaciones y no quería que ninguno de ellos supiera nada de mi vida. Dana y yo nos fuimos a casa para arreglarnos, yo no llevaba ropa para salir así que ella me presto una blusa sin espalda y utilice mis jeans de siempre. No me importaba en lo absoluto como me veía, la verdad es que no iba por gusto. El calor nocturno de una noche de verano en la playa era lo que más me gustaba, caminar por estas calles llenas de luces y con la brisa del mar que, lejos de provocar frío, era refrescante. Llegamos al lugar y atravesamos la pista para sentarnos en una de las mesas que usábamos siempre. Pedimos unos tragos y bebí el mio como si hubiera pasado tres días en el desierto y fuera el primer vaso de agua que me dieran. Cuando él alcohol bajo por mi garganta supe que había hecho lo correcto, necesitaba beber para olvidarme de todo. Cinco tragos más pasaron por mi en menos de cuarenta minutos y cada uno de ellos lo bebí de inmediato.

-Hey, estas tomando muy rápido ¿No crees?- me pregunto Dana un poco dudosa por mi manera de beber
-Esta bien. Apenas estoy empezando.- dije restando importancia
-Déjala, Dana. Yo la llevare a casa- dijo unos de los chicos
-Vive conmigo, Idiota- ella rodo los ojos
-Pues tal vez debas preparar el desayuno para tres.- él rió como si hubiera contado el mejor chiste de toda su vida y yo no estaba tan ebria como para pasarme sus idioteces
-Tengo novio, así que olvídate- dije cerca de él
-No lo veo aqui- dijo burlándose
-Da gracias! Ya te hubiera partido la cara- dije y me aleje con las chicas que estaban en la pista de baile. Cinco minutos después me arrepenti. No me gustaba bailar y no estaba de ánimos para hacer el ridículo. Les dije que iría al baño y me di la vuelta.

El lugar no estaba tan lleno lo cual agradecí infinitamente ya que lo más probable es que no hubiese llegado al baño. Una vez que termine, salí a los lavabos y me moje un poco el rostro, creí que a estas altura estaría un poco más ebria pero después de escuchar al idiota de mi supuesto amigo creo que lo mejor es irme a casa antes de que todo esto termine mal. Salí del baño y pase por el pasillo en donde conocí a Yoongi. Me quedé de pie un momento recordando y eche la cabeza hacia atrás tomando aire para no llorar. Imágenes de Yoongi acorralandome contra la pared invadieron mi mente, nuestro primer beso, nuestra primera noche.

-¿Debería hacerte lo mismo?- estaba a punto de dar un paso cuando escuché su voz ronca. Me detuve en seco -Lo mismo que la última vez que estuvimos aquí- dijo dando un paso hacia mi. Instintivamente camine hacia atrás chocando contra la pared.

Es gracioso como una acción que hace que te sobresaltes, puede bajar tu presión arterial, tu nivel de glucosa en la sangre, incluso puedes sentir que toda tu sangre abandona tu cuerpo. En mi caso, su voz hizo que me sobresaltara, pero al saber que era él,  mi corazón se aceleró, sentí mi corazón bombear más sangre de la que mi cuerpo necesita y sentí que mi alma regresaba a mi.

-¿Debería llevarte a casa y hacerte mía nuevamente?- dijo contra mi oído y yo solo asentí. -Con una condición.
-¿Cuál?- pregunté casi sin aliento
-Esta vez quiero todos los compromisos. Todos y cada uno de ellos.

Destino: Quédate a mi lado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora