Maritza
Fuimos a cenar y una vez en el restaurante Yoongi recibió una llamada de su madre que rechazo inmediatamente.
-¿Qué pasa, amor?- lo miré extrañada
-Nada, solo que no quiero escucharla ahora
-¿Sigue odiandome, no? Yoongi, no quiero tener problemas con ella y mucho menos que los problemas sean entre ustedes dos.- atravesó sus brazos por la mesa y tomó mis manos.
-No tiene por qué haber problemas, me he dado cuenta que no todo lo que mi mamá dijo tiene porque ser asi. Incluso si fuera de esa manera me gustaría descubrirlo por mi mismo.- volteo hacia nuestras manos -No te odia, solo necesita conocerte. Ella no es mala, solo no le ha ido bien.- Quiero creerle. De verdad quiero pensar que lo que hizo fue por proteger a su hijo y no porque no quiera que yo esté con él, pero hay algo que no me termina de gustar.La habitación de hotel de Yoongi estaba en uno de los últimos pisos del edificio, los ventanales frente a su cama daban hacia el mar y la luna se asomaba por los cristales. Era una imagen hermosa y a pesar de haber visto esto durante la mayor parte de mi vida, hoy me parecía más hermoso. Dice que las él sonido del mar y la luna reflejada en las olas, son de las cosas más románticas que hay. Si estoy me lo hubieran dicho antes, habría dicho que era una cursileria, hoy sin embargo, estoy completamente de acuerdo con eso. El tener a un lado a la persona que amo hace la diferencia.
Estaba de pie frente al balcón viendo el mar, me gire y Yoongi estaba sentado a la orilla de la cama, tenia un brazo recargado en el colchón y todo el peso de su cuerpo recaía sobre el. Levante la vista y sus ojos estaban completamente oscuros y posados sobre mi, su mano libre estaba levantada y pasaba su dedo índice sobre sus labios. Camine hacia él, me coloque entre sus piernas y levante su barbilla hacia mi. Lo besé suave mientras me colocaba sobre él con una pierna de cada lado, me senté sobre sus piernas a horcajadas y rodee su cuello con mis brazos, lo sentí enderezarse mientras ponía sus manos en mi espalda.
-Casi me da un infarto cuando te vi en el bar con esta blusa- recorrió mi espalda descubierta con la punta de sus dedos -Me vulves loco.- continuó besándome, tiro del único lazo que sostenia la blusa en su lugar y esta cayó entre nuestros cuerpos. Se alejo de mis labios y despego las pequeñas florecitas de goma que ocultaban mis pezones y las tiro al suelo. Bajo su boca a mis pecho y empezo un le to y delicioso juego entre su lengua y mi piel. Bajé mis manos a su pantalón y como pude comencé a desabrocharlo, baje su bóxer y libere su erección, acaricie un poco hasta que me puso de pie. Retiramos el restante de nuestra ropa, y volvió a tomar asiento para quedar nuevamente en la misma posición, me dejé caer lentamente, llenándome completamente de él. Subía y bajaba mientra Yoongi seguía jugando con mis pechos. Rodee su cabeza con mis brazos y enrede su cabello a mis dedos, terminamos juntos y simplemente nos dejamos caer en la cama, quedándonos dormidos minutos después. La tensión y el estrés que habíamos vivido estos últimos días había desaparecido. Amanecimos abrazados mientras la luz del sol y el sonido del mar inundaba la habitación.
Tomamos un baño, almorzamos y preparamos nuestras maletas, esta tarde regresariamos a casa pero primero teníamos algo que hacer.
-Hola tu- dije en cuanto llegamos. Solté la mano de Yoon y me agache a quitar la hierva seca que rodeaba la tumba de mi padre. Rertite el ramo de flores marchitas que deje la última vez que vine y coloque uno nuevo. -¿Cómo estas?- pregunte al pedazo de cemento. -Papá, tengo tanto que contarte. La verdad es que todo ha ido bien desde la última vez que vine. Mi tía te extraña casi tanto como yo. Conseguí un trabajo temporal, hice muchos amigos. Amigos de verdad Papá, no como los que siempre dijiste que solo me traerían problemas. Conocí a un chico increíble. Un poco terco y orgulloso, pero hey, nadie es perfecto como yo.- me rei de mi propio chiste -El restaurante va excelente. La construcción está terminada y este lunes abriremos oficialmente. - mi voz empezó a fallar, sentí un gran nudo en la garganta que por más que tragaba no se quitaba de ahí. -El lugar es hermoso Papá, se que te habría encantado. Ese chico increíble que te mencione, él lo construyó. - Estire mi mano para que Yoongi se acercara -Papá, él es Yoongi, el arquitecto Min Yoongi y es la persona que amo.- sentí a Yoon ponerse nervioso pero antes de continuará hablando él me interrumpió.
-Buenas tardes, Señor.- hizo una reverencia -Soy el arquitecto y novio de su hija. No tiene de que preocuparse, yo cuidare de Maritza con mi vida.- sonreí al ver que le costaba trabajo dirigirse a la lápida
-Vamos- lo tome de la mano para irnos pero me soltó en seguida.
-Señor, se que no soy una excelente persona, pero lo seré. Ella me hace ser mejor, aunque ya sabe como es a veces.- hizo muecas como si se estuviera quejando con mi padre -Le promero que sere cada vez mejor. Por ella.- hizo una reverencia nuevamente.
- Adiós papá, nuestro vuelo ya casi sale. Vendré a visitarte pronto. Te extraño.- tomé un beso con mi mano y lo deposite en su lápida. Me levante y Yoongi tomo mi mano para irnos.La última vez que estuve aquí, recuerdo que al irme me invadió un sentimiento de incertidumbre y de miedo. Iría a un lugar nuevo y mi padre no estaba aquí, no me sentía protegida. El día de hoy cuando me despedí, por un momento volví a sentir eso, hasta que Yoongi tomó mi mano, me sentí a salvo, segura y esa angustia desapareció. Tomamos el vuelo de regreso, esta vez llegaríamos de noche al pueblo y me dolía el corazón de pensar en dormir lejos de él, no es que hayamos vivido juntos o algo pero siento la necesidad de seguir amaneciendo en sus brazos.
-¿Qué pasa?- dijo con su normal seriedad
-Nada, es solo que...- me mordí el labio y mi pausa atrajo su atención. Volteo a verme y levantó mi barbilla con su dedo
-¿Qué pasa?- repitió
-Bueno, la verdad es que no quiero pasar la noche sin ti- se que me puse roja, mi rostro ardía completamente. Yoongi fingió estar asustado de mi comentario, volteo a todos lados aparentando ver que ninguno de los pasajeros estuviera escuchando.
-Maritza, tienes que calmarte.- Se acercó a mi oído -No soy una máquina sexual, nena.
-Eres un idiota. Eso es lo que eres - fingí estar molesta hasta que me gano la risa.
-Nena, he pensado en eso muchas veces. Deberíamos vivir juntos, lo pensé desde antes de la cabaña, pero ese día lo decidí.- dijo con sus ojos perdidos fue del avión.
-No podemos, amor.- volteo rápidamente con una ceja levantada -Tu mamá vive contigo y hasta que no me acepte eso será complicado.
-Yo no creo que ella se vaya a quedar, la verdad es que no he hablado mucho con ella y no se que hace, pero luce como si se dedicará a algo importante. No te preocupes por ella, deberíamos solo pensar en nosotros.- asentí, aunque la verdad no creo que se aleje tan fácil.Aterrizamos des pues de un rato y Yoongi decidió pasar la noche en mi casa. Mañana temprano iré al restaurante ya que solo tengo dos días para arreglar lo que falte arreglar y por la tarde iremos a festejar el cumpleaños de JK a su departamento. La mamá de Yoongi no estará por lo que al parecer la señora Jung y su esposo, asistirán. Esto me pone un poco nerviosa y no se porqué.
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Destino: Quédate a mi lado
Fiksi PenggemarLibro 6 saga Destino El pasado puede afectar tu futuro de una manera inimaginable, a menos que tomes decisiones que cambien tu Destino.