Capítulo 28

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Yoongi

El sentimiento de perdida se divide en varias partes, o eso escuché; negación, ira, negociación, depresion, etc... según esto se vive cuando alguien está en duelo, cuando un se querido se va. Entonces, ¿Por qué tengo la sensación de pasar por todo eso? Incluso a veces siento que el muerto soy yo.

Ayer desperté para ir a arreglar las cosas con JK y en especial con Maritza. No es que le restará importancia a mi hermano pero, es mi hermano. De una manera u otra se que todo se resolvería con él  en algún momento. Maritza por otro lado, la perdería. La perdí.

Aunque un día antes fue la inauguración del restaurante, solo fue un evento privado. Falta una semana para que el lugar abriera a los comensales, eso me daría tiempo para hablar con ella, el problema es que no la encontré y nadie sabía de ella. Las chicas me dijeron que el día del problema, estuvo llorando todo el día y cuando por fin la vieron más tranquila, la dejaron en su casa y se fueron. Fui a ver a Jesi, ella estaba en la cafetería y no sabía nada de Maritza, dijo que por la mañana había entrado a verla y aún seguía dormida. Le rogué que me prestara las llaves de su casa y aunque no la vi tan segura, acepto. Fui enseguida a ver si aún estaba dormida pero no había nadie ahí. Muchas de sus pertenencias no estaban, y no es que conociera su cuarto particularmente, pero había muchos ganchos de ropa sobre la cama, las puertas de su armario estaban abiertas y había un hueco bastante notable dentro.

Negué mil veces, no podía aceptar lo que sucedía, hice un agujero en la puerta del armario con mi puño y salí de su casa. Regrese a la cafetería furioso, se que Jesi sabía de esto y no me quería decir. Entré y empuje con el hombro a la gente que estaba formada para comprar, avance hasta el mostrador y pegué con mi puño manchado de sangre en él.

-¿Qué sucede?- dijo espantada viendo mi mano -¿Estás bien?- salió del mostrador y me observo de arriba abajo. Volteo a la puerta buscando a alguien y vi aún más preocupación en sus ojos.
-¿De verdad crees que le haría algo?- dije con evidente tristeza
-Claro que no. Niño tonto.- me llevo del brazo a una silla -Pensé que pudieron haber tenido algún accidente.
-¿Donde esta ella?- estaba confundida
-Yoongi, si no la encontraste, ¿con quien peleaste?
-¿Por qué no me respondes?- levante la voz y segundos después empecé a llorar, ya no me importaba nada. Las lágrimas corrían por mi rostro, no sabía si eran de desesperación, ira o tristeza. Tal vez de todo un poco.
-Yo... la dejé esta mañana en casa. Es la verdad- me puse de pie y camine un poco, limpie mis lágrimas con coraje y puse una mano en mi cintura, no sabía que hacer y sentía que estaba perdiendo la estabilidad, mental y emocional que quedaban en mi.
-No está. Con un carajo... ni siquiera está su ropa, Jesi.
-Cálmate, pensemos.- sentí aún más coraje con su tranquilidad y salí a la calle nuevamente

No quise regresar a casa, no quería escuchar a mi mamá y aún no quería ver a JK. Es por eso que desde ayer, estoy acostado en esta cama de hotel. Sigo intentando contactar a Maritza pero su teléfono continúa mandándome a buzón. No tengo la menor idea de en que fase de la pérdida estoy, pero seguramente ya les di mil vueltas a todas, o tal vez me dieron todas juntas. Siento como si estuviera muerto desde hace unos días y mi cuerpo aún no lo supiera, tengo que ir a una junta en una hora y la verdad es que no quiero hacerlo, pero tampoco puedo seguir aquí sin hacer nada. Asistiré a la junta e iré a hablar con mi hermano.

*Necesito verte.
A las seis en el restaurante de Hamburguesas.*

No recibí ninguna respuesta pero se que estará ahí. Mi mente sigue estando perdida, no se a quien creerle o que hacer, pero no puedo poner las cosas en una balanza, si no escucho la otra versión. Fui a la junta con un nuevo cliente, quiere hacen un complejo de casas a la entrada del pueblo. Eso es un gran trabajo para mi. Quedamos en volvernos a ver para mostrarle los planos y se fue.

-¿Qué estás haciendo, Yoon?- Tess enteo a mi despacho
-Vine a una junta
-No, tonto. Hablo de Maritza
-¿Tu sabes donde esta?- pregunte receloso
-¿Cómo? En su casa quiero pensar.
-Tessa. Maritza se fue sin decirle nada a nadie. ¿Qué demonios debería hacer?- empezaba a alterarme y no estaba bien. Esto no era culpa de Tess. -Lo siento, Tess. Debo irme, si sabes algo por favor házmelo saber.- se acerco a mi antes de que saliera de la oficina
-Se que la amas y eso significa confiar en ella.- puso una mano sobre mi cabeza y me dio un beso en la mejilla -Es niña. Nadie lo sabe aún.- dio la vuelta y salió del lugar. Una inevitable sonrisa se dibujo en mi rostro.

Salí rumbo al restaurante y cuando llegue JK no estaba ahí, me senté a esperarlo, pedí una cerveza, después otra y cuando me levante para irme, lo vi entrar por la puerta. Me deje caer en la silla nuevamente mientras él se acercaba a mi, dudoso.

-Hola- dijo de pie a un lado de la silla
-Sientate- dije y después me di cuenta del tono de voz que había utilizado -No quiero pelear, solo vine a hablar.- agache la mirada cuando vi su mejilla morada. Hizo la silla hacia atrás y tomó asiento
-¿Qué quieres?
-Pedirte perdón- solté inmediatamente. Tardo unos segundos en reaccionar, lo vi parpader rápido evitando llorar. -Se que lo eche a perder, pero de verdad espero me puedas entender.
-Te entiendo, entiendo la presión que pudiste haber pasado con todo esto. El creerle a tu madre o a nosotros, pero... - dudo y volvió a parpadear -debiste confiar en nosotros también.
-Discúlpame, primero por lo que te dije y segundo por actuar de esa manera, no estaba pensando. Aún no sé que pensar, pero me estoy volviendo loco sin saber dónde está ella.- limpie mi cara con mi mano y respire hondo para contener las lágrimas. -Quiero saber que sucedió ese día.
-Una estupidez, eso paso- su cara cambió repentinamente, se veía molesto -Ese día fue a dejarte un regalo y me mandó mensaje para asegurarse que no estuvieras. Fue la primera noche que tu mamá se quedó, y los había escuchado hablar sobre lo malo que era para ti tener novia o personas que te quitaran el tiempo, así que pensé que si la conocería, mejor que fuera cuando tu las presentaras.- tomó aire -estaba muy nervioso de que la viera en tu habitación pero también estaba preocupado de que Maritza pensará que le ocultabamos algo. La metí a mi habitación y le explique rápidamente que tu madre estaba ahí, cuando salimos del cuarto, tu mamá nos vio. Supongo que creyo que era mi novia y ella ni siquiera nos dirigió la palabra.- tomé su mano entre las mías y lloré, le pedí perdón por todo. Lloré de frustración por no saber de ella. No me importa que la gente me vea, deberían todos saber lo estúpido que soy.
-¿A que te refieres con que no sabes de Maritza?
-A que no se de ella, fui a buscarla ayer y se había ido con la mayoría de su ropa. Fui a ver a su tía pero tampoco sabe a donde fue.
-¿Le llamaste?- lo vi de reojo como diciéndole "¿De verdad me preguntas eso?"
-Claro que si. No entra la llamada.
-Deberíamos decirle a todos para que intenten contactarla. Tal vez Hobi pueda ayudar.

Me reunión con los chicos más tarde, explique lo que había pasado y Hobi me dijo que mañana a primera hora intentaría rastrear su teléfono. Vuelvo al lugar al que pertenezco, rodeado de la gente con la que crecí, a pesar de la manera en la que pude reaccionar, nadie me juzgo. Eso me hace replantearme mis creencias, las ideas con las que crecí y cuales son las personas que de verdad merecen mi amor.

Destino: Quédate a mi lado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora