Yoongi
Soy consciente de que mi propósito era llevar todo esto más lento, quería que ella supiera que iba en serio. Aunque a decir verdad, desde que la vi en la oficina tenia ganas de hacerla mía ahí mismo, pero me controle. El problema viene después de que JK se va y nos deja solos, la tensión que siempre existe a nuestro alrededor, apareció de la nada y Maritza simplemente decidió pasar una pierna sobre las mías y sentarse en mi regazo de frente a mi, coloque mis manos sobre su cadera y nuestras bocas empezaron a deborarse una a la otra. Sus manos bajaron por mi pecho desabrochando los botones de mi camisa a su paso, deslice su blusa por encima de su cabeza y la aventé al otro lado de la sala. Escuché un pequeño jadeo cuando mi lengua se encontró con uno de sus pechos, arqueo sus espalda empujándolo un poco más contra mi boca.
-Nena, dime que esto esta bien- definitivamente esto no estaba planeado -Necesito que me digas que pare. Si tenemo que ir más lento lo ha...- Maritza puso un mano sobre mi boca y volteo a ver mis ojos
-No necesito ir más lento, Yoongi. Te necesito a ti... ahora!- Escuché la última palabra y me perdí. Coloqué mis manos en su espalda y la acosté sobre el sofá, me levante sobre mis rodillas y enrollé su falda hasta su cintura.Pase mis manos por sus muslos mientas volví a besar su boca. Me levante la tomé de la mano y la lleve a mi habitación. Entramos a la habitación y la dejé de pie en medio frente a la cama. Observarla así me excitabá de una manera en la que podía acabar simplemente viéndola. No tenia nada puesto en la parte de arriba, su falda se había bajado un poco pero seguía atorada arriba de los muslos, aún tenia puesta esas malditas medias negras, desde que la vi supe que quiera arrancarlas yo mismo. Tomé su mano y la jale un poco hacia mi, desabroche su falda y se deslizó por sus piernas hasta tocar el suelo. Coloqué una mano sobre su trasero y la acerque un poco más, besé su vientre y ella se arqueo respondiendo a mi contacto. Bajé un poco más y pase mi lengua por su centro por encima de las medias y la volví a alejar un poco para verla nuevamente.
Mientras la observaba pase mi mano sobre mi entrepierna, necesitaba hacerla mía pero quería ir lento o terminaría en cualquier momento. Me puse de pie y camine a su al rededor colocandome detrás de ella. Me desabroche el pantalón mientras besaba su hombro, respiraba su aroma, besaba su cuello, su espalda. Pegue mi erección contra su trasero. La abrace por la cintura y baje mis manos para acariciar su centro mientras ella se arqueaba contra mí. Echó su cabeza hacia atrás y la recargo sobre mi hombro, podía escuchar sus jadeo en mi oído, estaba lista y yo también. La empuje sobre la cama recargando sus codos contra el colchon, baje mis manos y acaricie sus piernas por la parte de atrás.
-¿Sabes cuantas ganas tenia de hacer esto?- dije con mi voz ronca -Desde la mañana que te vi no podía dejar de pensar - con mi pie abrí un poco más sus piernas y pase mi mano por su zona, baje la otra mano y rompí sus medias. -Lo siento, nena. Te las pagaré.- dije y entré en ella.
Después de unos minutos, me dejé caer a un lado de ella, la abrace y la jale un poco hacia mi para que quedara entre mis brazos. Jamás habíamos hecho esto, solíamos tener sexo y pasar el rato nuevamente como amigos, cosas como esta, en ese momento lo habrían vuelto incómodo. ¡Tan estúpido!. La apreté aún más contra mi cuerpo.
-¿Qué sucede?- le pregunté a Maritza, esta en silencio cosa que era raro en ella.
-Nada, simplemente me pregunto si todo esto es real
-¿Mmh? ¿Cómo real?
-Si, me refiero a que, apenas hace unos días peleamos y ..- levante su barbilla con mi mano y la besé
-Esto es real. No dejaré que termine- le dije viéndola a los ojos. -Lo prometo- dije besando su cabeza mientras ella volvía a esconder su rostro en mi pecho y empezó a dejar besos en el.La voltee, me quite el pantalón y le quite las medias rotas y entré lentamente en ella mientras la besaba. Quería transmitirle todos mis sentimientos para que ella los descifrara, me leyera y me sintiera. Me volvía loco de una forma indescriptible, su aroma era algo que jamás podría olvidar. Antes de ella, todas las cosas dulces,olores, sabores, etc... me parecían empalagosos y detestables, hasta ella.
Terminamos juntos, entre jadeos y sudor, nuestras respiraciones empezaron hacerse más lentas poco a poco. Estábamos acostados, aún desnudos en la cama, cuando se escucharon voces. Maritza corrió al baño de mi habitación y yo me puse el pantalón y mi camisa para poder salir por la blusa de ella, que aún se encontraba en el suelo de la sala. Salí sin voltear a ver a nadie, todos estaban ahí, habían llegado con JK y simplemente me vieron salir y volver a entrar a mi cuarto. Mar estaba sentada en la cama con sus manos en el rostro.
-¿Qué pasa?- me agache entre sus piernas
-Me da pena salir- fingí estar ofendido para hacerla reír
-¿Te doy pena?
-No no no, pero ellos sabaran...
-Hey, ellos no se burlaran, de eso me encargo
-No me importa que hagan bromas, me preocupa que piensen mal.
-Se que no los conoces bastante, pero ellos no son así.- la tomé de la mano y nos levantamos -vamosSalimos de la habíatacion y todos voltearon, nuestras manos estaban unidas y salimos de la habitación. No había más explicación que esa.
-¡Lo sabía!- gritó Hobi señalandonos -¡Paguen!- les dijo señalando a Tae y a Jimin. Voltearon a verme y simplemente levante una ceja pidiendo una explicación, después voltee a ver a JK que twnia una enorme sonrisa dibujada en el rostro
-A mi no me veas, yo me retire de la apuesta por tu culpa.
-¿Disculpa?- mi cara era de "Más vale que me expliques o te mato"
-Si, tu me diste la noticia antes y me tuve que retirar- todos sacaron un billete y se lo dieron a Hobi, mientras Tess se acercó y tomó de la mano a Maritza para llevarla con ellas
-Ven nena, no les hagas caso. Deja que arreglen sus cosas de machos.- cuando se acercó a la cocina con ellas, todas la abrazaron para darle la bienvenida al grupo. Fueron segundos de distracción pero al regresar la vista ellos venían hacia mi con los brazos estirados.
-No... No se les ocurra- dije haciéndome para atrás -¡Agh!- me queje cuando me alcanzaron y todos me empezaron a abrazar. En otro momento los habría alejado o tal vez ellos ni siquiera hubieran pensado en hacerlo, digamos que mi carácter no se lleva como las muestras de cariño, pero hoy, tengo esa sonrisa estúpida desde que salí con Maritza de la oficina. Eso les hizo saber que no haría nada para alejarlos. Mi humor es excelente.
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Destino: Quédate a mi lado
Fiksi PenggemarLibro 6 saga Destino El pasado puede afectar tu futuro de una manera inimaginable, a menos que tomes decisiones que cambien tu Destino.