Capítulo 31 - Colapso
Abrí los ojos de golpe, completamente asustada y fue cuando me encontré con el rostro de Rick, quien dormía plácidamente. Al instante me apoyé sobre uno de mis codos y sonreí de manera involuntaria mientras empezaba a observarlo con detenimiento.
Parecía que estuviera sumergido en un buen sueño porque sus párpados se encontraban totalmente relajados y hasta me atrevería a decir que una de la comisura de sus labios se había encorvado levemente, formando una pequeña sonrisa. Quise tocar cada venda que tapaba las heridas curadas que tenía, pero me contuve. No quería despertarlo, capaz y era la primera vez en mucho tiempo que dormía de manera tan profunda.
Rick era un hombre muy fuerte, pero a la vez débil.
Cuando estábamos en la prisión, en esos tiempos en donde ni él ni yo sabíamos lo que sentíamos, pensaba que nunca conseguiríamos tener algún tipo de acercamiento sentimental. Lo veía sumergido en la supervivencia de todos, en especial la de sus hijos y para ser honesta, nunca imaginé que podría sucumbir a esta clase de situaciones.
Pero al fin y al cabo, no era nada más que un hombre.
Hombre al cual terminé de conocer hace unas horas atrás, mientras me embriagaba con el sabor amargo y alcoholizado de sus labios y me estremecía bajo su físico masculino de policía retirado. Todavía podía sentirlo recorriendo mi cuerpo descaradamente, como si se sintiera dueño absoluto de todo mi ser.
Pero ciertamente, lo era.
Volví a mi posición anterior, mirando al techo y pude darme cuenta que todavía nos rodeaba la oscuridad por lo que se puede deducir que aún estábamos a mitad de madrugada. El silencio provocó que soltara un leve bufido, me sentía irritada por haber perdido el sueño.
—Te envidio, Grimes —susurré tras ponerme de costado y quedar, de nuevo, frente a su pacífico rostro.
Él tan sólo movió la punta de su nariz como si un insecto se hubiera parado ahí, pero nada más, estaba complemente muerto.
De pronto, fuera de la habitación, escuché pasos seguidos de susurros indescifrables. Si bien no podía entender lo que decían, pude descubrir que eran mujeres.
Decidí averiguar qué pasaba en aquel pasillo así que me levanté con mucho cuidado de no despertar al bello durmiente. Cogí la primera prenda —la camiseta blanca de Rick— que encontré, a la vez que cogí un cuchillo que escondí bajo el colchón y sin ponerme el calzado, abrí la puerta de mi habitación evitando hacer ruido.
El pasillo era largo y tan sólo estaba iluminado por un foco que irradiaba luz amarilla, éste parecía no estar en muy buen estado ya que la luz se encontraba en un punto muy tenue para la visión humana y por ratos se entrecortaba.
Una vez que cerré la puerta tras de mí, empecé a observar el panorama. A mi derecha no había nada, pero a mi izquierda cambió la situación. Más allá, pude ver a Carol Ann dirigirse hacia la primera habitación del piso con una bandeja llena de restos de la cena. La puerta estaba, prácticamente, aislada de todas las demás.
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Civilian - {The Walking Dead FanFic}
Fanfiction-Nosotros no morimos -dice Alana mientras sostiene el mentón del hombre que tenía en frente-. Tú y yo... esa es la regla.