Capítulo 33 - Claimed

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Capitulo 33 - Claimed

Últimamente no hacía más que despertar de pesadillas. Ayer tuve una muy extraña, donde sólo recordaba haber salido del hotel-refugio para después terminar en frente de cinco hombres totalmente extraños.

Vaya mierda. Toda la situación con Rick, Daryl y la puerta misteriosa estaba logrando acabar con mi poco sentido común.

Suspiré aun sin abrir los ojos y empecé a moverme lentamente sobre la dura superficie en donde me encontraba... ¿sentada?

¿Qué clase de mala broma era esta?

Intenté mover los brazos, pero al hacerlo descubrí que se encontraban amarrados y magullados tras mi espalda. Abrí los ojos de golpe, pero seguí viendo oscuro. Quise emitir un fuerte grito y éste se ahogó en mi garganta. Ahí fue cuando caí en la cuenta de que estaba amordazada.

Comencé a agitar mi cuerpo con desesperación mientras producía sonidos guturales. Tenía mucho miedo y sólo deseaba que esto sea otra de mis pesadillas; porque solían ser así, muy reales.

Deseé con toda mi alma que Rick estuviera aquí para despertarme.

De pronto, pude escuchar como abrían la puerta. El chirrido que emitió hizo que un escalofrío recorriera mi espina dorsal provocando que me exaltara de manera escandalosa.

—Eh, muñeca... —el susurro de aquella voz varonil desembocó en mi oído izquierdo e hizo que me sobresaltara de nuevo. La voz sonaba grave y tenía un acento sureño muy marcado—. ¿Por qué tanto sobresalto?

Intenté hablar —o gritar— pero olvidé que aún tenía la mordaza casi metida hasta el esófago.

—Discúlpame, olvidé que tenías esta mierda... —dijo entre risas mientras quitaba poco a poco el trozo de tela—. Listo, ya estás.

Pensé que también quitaría la venda de mis ojos, pero al parecer iba a tener que rogar por ello.

—No me hagas daño, por favor...

Mi voz sonó rota. El miedo que me invadía era tanto que mi cuerpo comenzaba a sufrir leves espasmos y al sentir aquel hombre acariciando una de mis mejillas de manera sugerente, empecé a sudar frío. Sentía las gotas caer por mi frente y perdiéndose por mi cabello. Estaba hecha un manojo de nervios.

—No, preciosa —el sujeto se encontraba frente a mí, demasiado cerca para mi gusto, lo pude descubrir al sentir su aliento lleno de tabaco en todo mi rostro—, si daño es lo último que te quiero hacer.

Me removí incómoda sobre la silla provocando más risas del hombre, quién se alejó ante mi nerviosismo. Y no sólo eso, sabía muy que hasta era capaz de oler mi miedo.

—¿Dónde estoy? —pregunté tragándome las ganas que tenía de romper en llanto.

—Atlanta.

Bien, seguía en la ciudad.

No fue una respuesta inteligente, pero con aquella mala contestación pude controlar el dolor que provocaba el terrible nudo que se había formado en mi garganta. Tan sólo pensar que había sido secuestrada me llenaba de horror, pero pensar que me habrían podido llevar a un pueblo lejos de Atlanta —o peor aún, estado— me aterraba en grandes magnitudes.

Jerome, mucho gusto.

Fruncí el ceño al ver que "Jerome" me andaba tomando el pelo. Él se divertía, mientras yo me ahogaba en angustia.

—¿Podrías quitarme la venda de los ojos?

—Claro, también puedo desatarte las manos y los pies. ¡Ah! Y si quieres también te abro la puerta, te doy un carro y dejo que te largues, ¿qué tal?

Civilian - {The Walking Dead FanFic}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora