Capítulo 9 - Advertencia
—Daryl, detente...
Rick ordenó mientras seguía caminando detrás del cazador. No pensaba dejarlo ir tan fácil, no después de lo que había visto.
—¡Por una santa mierda, detente de una vez! —exclamó, logrando su objetivo.
Cuando los dos estuvieron finalmente enfrentados, se produjo un silencio incómodo. Daryl estaba agitado puesto que su pecho subía y bajaba con rapidez. Todavía tenía la cólera a flor de piel e incluso la adrenalina se podía hasta oler.
—No me vengas a reprochar nada —dijo de pronto Daryl, con tono amenazador— no es tu problema, así que mantente al margen si no quieres que me desquite contigo.
—No, no puedo hacerlo. No puedo mantenerme al margen. Así que dime, ¿qué demonios pasó allá dentro?
El hombre de ojos rasgados tenía muy claro que con Rick si podía hablar del tema. Sabía que podía ser honesto. Había pasado mucho tiempo desde que se conocieron por lo que se convirtió en lo que se denomina su "mano derecha". Pero no quería involucrar a nadie más en su situación, menos a él.
Se sentía confundido y también perturbado. Alana había llegado para sacar lo peor de él, algo que lo sacaba de sus casillas.
—Esa chica no sabe cuando callarse —empezó a hablar tras bajar el tono de su voz—. Tiene cierto talento para sacar de quicio a las personas en un tiempo récord.
—Te preguntó sobre Carol, ¿verdad?
Daryl asintió para después desviar la mirada al piso.
Ya no estaba enojado, pero la irritación todavía se sentía en su respiración.
—¿Cómo lo supo? —suspiró derrotado—. Era la única cosa que quería mantener en el pasado. Ya hasta había podido conseguir lidiar con lo de Merle. ¿Por qué ahora me tiene que perseguir aquello?
—Sé que estás cansado de oír esto, pero todos hemos perdido a alguien. Todos tenemos que lidiar día a día con recuperarnos del dolor. Pero eso no justifica los errores que cometemos.
—Rick...
—No debiste tratarla de ese modo —le interrumpió.
Daryl bufó.
—¿Ahora es tu protegida? —preguntó en tono burlón— no me jodas.
—No acepto la violencia entre nosotros, lo sabes. Alana no está bien, está tan débil que lo más probable es que ahora tenga una muñeca rota.
—Entonces que deje de meter su anémica nariz en donde no la llaman.
Sólo eran ellos y el eco de sus voces en aquel pasadizo oscuro que los llevaba a otro bloque de celdas.
En ese momento Rick trataba de manejar una lucha interna entre ser parcial como el líder del grupo o defender a Alana como el hombre que era.
—Estoy seguro que no lo hizo de mala intención. Ella no está enterada de nada.
—Deja de defenderla —su tono de voz volvió a cambiar, otra vez el enojo había tomado papel principal en esa discusión—, deja de justificarla. Que aprenda a responder por su cuenta. ¿Quién eres tú? ¿Su jodido papá?
—Yo sólo quiero que no vuelvas a atacarla de ese modo.
—Oh, ¡perfecto! ¡A la princesita no se le toca! —exclamó con ironía—. ¿Qué mierda pasa contigo, Rick?
Y la misma pregunta iba para él. Muchas veces se la formulaba al acabar el día, en la soledad de su celda. Ya no le importaba sobrevivir, le daba igual si una horda de caminantes atacaba la prisión. Todo fue a partir de aquel fatídico día en que terminó de perderlo todo sin siquiera tener oportunidad de hacer algo para evitarlo.
Rick no había perdido la paciencia hasta ahora. Se mantenía con el semblante relajado y las manos apoyadas sobre sus caderas en señal de tranquilidad. Estaba conteniendo su ira, no le había gustado nada el comportamiento del cazador. Era consciente de que él y todos ya no eran los mismos de meses atrás.
—A mi no me pasa nada —dijo finalmente y suspiró— pero puede pasar algo si sigues con ese comportamiento tan impredecible. No quiero que te vuelvas un riesgo para los demás y mucho menos para mis hijos. ¿Entendiste?
Y claramente, eso no era lo único que le preocupaba.
La mandíbula de Daryl se tensó al escuchar aquellas palabras.
Prácticamente le estaba insinuando que puede ser expulsado de la prisión si seguía con aquel temperamento.
—Vete a la mierda, Rick. Si quieres que me vaya, ¡dilo! —dijo alzando la voz— ¡Dilo y me largo de éste maldito lugar! A ver si la princesa puede ayudarles en algo, con lo inútil que es...
—Daryl, sólo quiero paz.
—No. Tú sólo quieres meterte en sus pantalones. ¡Qué rápido olvidaste a Lori! —finalizó.
Aquellas palabras salieron de sus labios con rabia pura.
Tomó la ballesta que había dejado al lado de él y empezó a caminar en dirección opuesta, perdiéndose en la oscuridad.
***
¡Hola!
Sé que ahora me deben estar queriendo colgar por lo corto que fue este capítulo y la verdad, ese era una de las dos razones por la que tenía miedo en publicarlo. La otra razón es porque siento que no logré captar la intensidad que quería, pero les diré que no me fue muy fácil escribirlo. He modificado los diálogos una y otra vez y les juro que casi acabo con algo parecido al derrame cerebral.
En fin, igual espero que al menos haya sido de su agrado ya que en lo personal, este capítulo nunca me terminó de convencer. De verdad, lo siento muchísimo. Prometo que el siguiente será mejor y que trataré de publicarlo lo más pronto posible (sigo con la laptop malograda).
Para terminar, quería agradecerles por todos sus comentarios y votos. Siempre me sacan una gran sonrisa y no se imaginan lo feliz que me pongo. Un día me apareceré en la puerta de sus casas con ramos de flores y chocolates, se los juro. Bueno, el lunes acabo con el curso del que les comenté anteriormente y de ahí estaré libre por unos días, eso significa dos cosas: más tiempo para escribir y publicar, ¡YAY!
Y nada, ya saben qué hacer. Las espero donde siempre, ahí abajo ;)
Mucho amor para ustedes,
Nana.
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Civilian - {The Walking Dead FanFic}
Fanfiction-Nosotros no morimos -dice Alana mientras sostiene el mentón del hombre que tenía en frente-. Tú y yo... esa es la regla.