Estúpidas Decisiones #MEN4

Capítulo 6: Personas rotas [B;S]

BROOKE

Skyler se fue al baño hace unos veinte minutos y aún no regresa, así que decido ir a buscarla. Y dicho eso, debería también buscar a Sophie porque vi a Sarah charlar animada con otras personas, pero no hay rastros de ella.

— Voy a buscar a Skyler, tú busca a Sophie —le ordeno a Thomas y se pone en marcha.

Me adentro a la casa por la cocina, donde me disculpo con el catering por molestarlos, pero es mejor que pasar por la sala donde hay varias señoras conversando. Aunque para cruzar el pasillo hasta el baño de huéspedes tengo que pasar por ahí, será detrás así que no van a verme.

— ... pero Carson la engañó con la hija de Heidy en Italia. ¿Cómo se llama? ¿Lila? ¿Violeta?

Mi chismosa interior me obliga a detenerme, aunque lo hago al final del pasillo, así puedo ocultarme detrás de la pared y escucharlas sin que me vean.

— No me acuerdo, pero se llamaba como un color, sí.

Aguanto una risita.

— Pero Carson siempre la engañó. No es ninguna novedad —comenta otra mujer.

— Eso es verdad —apunta otra voz— Carson siempre fue un mujeriego y ella conociéndolo sus defectos de pies a cabeza, se casó y tuvo hijos de todos modos.

— Y los hijos le salieron igual de defectuosos que su matrimonio. ¡Pobre Madeleine!

¿Quiénes son Madeleine y Carson, y por qué su vida está siendo desmenuzada por estas arpías?

— ¿Está bueno el chisme?

Esa voz desconocida detrás de mí casi me hace pegar un grito que me hubiese delatado.

— Me asustaste —le digo al chico de ojos verdes que me observa divertido desde el otro lado del corredor— No estaba escuchando, estaba... eh, estoy esperando a una amiga —miento.

— Qué lugar más conveniente —asiente sarcástico.

— ¿Qué puedo decir? El chisme viene a mí.

El desconocido sonríe y se recuesta en uno de los muebles, cruza sus brazos y pone atención al grupo de mujeres que está detrás de mí.

— ... ¿Cómo no van a salir defectuosos? Con el ejemplo de padre que tienen. ¡Pobres!

— Pobre Madeleine, pero su peor decisión fue casarse con Carson y dejar a esos muchachos bajo su cargo.

Otra suelta una risa.

— ¡Los mini Carson, amigas! ¡Cuiden a sus nietas!

Las víboras ríen.

Volteo a ver al chico. Él esconde una botella de whisky dentro de su chaqueta.

— Parece que son su único tema —comento haciendo una mueca.

— Bueno, no las culpo. Hay mucho que decir sobre ellos.

— ¿Los conoces? —eleva las cejas y se ríe. Tomo su gesto como un sí— ¿Quiénes son?

— Mis padres.

Y me sonríe antes de irse.

Sorprendida por ese giro, lo sigo. Las mujeres están tan entretenidas con los protagonistas de su historia que ni siquiera nos notan pasar por el pasillo.

— Espera, ¿estás hablando en serio?

— ¿Por qué mentiría?

Nos adentramos en la cocina y mientras pasamos, nos disculpamos con el catering por molestar mientras trabajan. Cuando salimos afuera y quedamos cerca del bar, voltea.