Capítulo 8: A una vida de distancia. [B]

4.4K 596 142
                                    

BROOKE

Cuando escucho que Sophie cierra la puerta de mi habitación, suelto un suspiro.

Pienso en cómo sus ojos cambiaron de expresión tras hacerle esa pregunta y se me encoje el corazón. Lo último que necesito es hacerle sentir mal con respecto a su relación a distancia con Joe e inconscientemente, de hecho.

Porque cuando le preguntaba al respecto no pensaba en ella, ni en Joe.

Pensaba en mí y en Ashton.

*horas antes*

— Ay, chismosa. Tienes tanto que lamentar —me dice el desconocido, soltando una risa y fumando un cigarrillo que saco de la guantera del auto.

— Sí, mi vida es un poco mierda pero, ¿Por qué debería llorar por ello? ¿Para qué sirve lamentarse si el daño ya está hecho?

Estoy ebria y bastante risueña, pero el alcohol no interfiere con mi actividad neuronal y eso me permite darme cuenta de que este chico está equivocado.

— Porque si no te lamentas por ello, si no lloras, si no te descargas, será como si jamás lo hubieras superado, como si siguieras ahí... —le da una calada al cigarrillo—... estancada en el pasado.

Mi sonrisa se borra al darme cuenta de que sus últimas palabras coinciden con lo que siento.

— Puedo darte unos consejos de cómo hacerlo si quieres.

Me mira a los ojos, entonces me esfuerzo por poner una sonrisa en mi rostro, finjo que él no acaba de echarle sal a una de mis heridas más profundas.

— ¿Acaso eres el experto en los lamentos? —me burlo de él.

— ¿Qué puedo decirte? Años de una vida de mierda —sonríe pasándome el cigarrillo.

No suelo fumar mucho, pero creo que está situación lo amerita.

— Te escucho entonces —suelto el humo— experto en lamentos —agrego dándole una mirada burlona.

El desconocido se acomoda en su lugar, divertido por darme una clase de como sufrir.

— Tienes que empezar por lo que menos te duele e ir de apoco.

— ¿Qué quieres decir con eso? —saco mi mano por la ventanilla para dejar caer las cenizas.

— Piensa en las cosas que menos te duelen, solo déjalas fluir —me explica mirando un punto fijo—... ve enfrentándote al dolor de apoco. Si te escapas siempre, lo tendrás pisándote los talones, siempre.

*actualidad*

Puse una playlist vieja, donde usualmente agregaba las canciones que más me gustan en ese momento. Es de hace unos meses pero no la escucho hace tiempo. Esta noche quise ponerla.

La sensación de escuchar una canción después de mucho tiempo es maravillosa, es como si las escucharas por primera vez. Más que nada con aquellas canciones que creías que te aburrieron por lo mucho que las repetiste.

Cuando Yellow comenzó a reproducirse mi corazón se encogió y mi buen humor se esfumó, la melancolía lo suplanto sin dudarlo ni un segundo.

Me acordé de una tarde, unos días antes de que el drama familiar se desatara, estaba con Ashton dando vueltas en su auto.

Nos habíamos escapado de nuestras respectivas clases, fuimos a comer algo en un restaurante de Venice que solíamos frecuentar por su estilo bohemio y sus amorosos dueños; Beltrán y Alyssa. Una pareja de ancianos que eran dulces y con mucha buena vibra. Se conocieron cuando eran adolescentes, se casaron unos días después de su graduación de preparatoria y tiempo después, con mucho esfuerzo, abrieron el restaurante.

Estúpidas Decisiones #MEN4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora