No lights.
Llegaron a la apertura en el auto del mayor. Jimin había sugerido ir caminando, pero al ver el rostro desganado de YoonGi ante la mera idea de dar unos pasos, desistió de la idea con una pequeña risa que hizo sonreír al mencionado.
Aparcando entre el gentío que había en el estacionamiento, el profesor se sorprendió por el hecho de que estuviera tan repleto teniendo en cuenta que se trataba de una biblioteca. Por supuesto, en su mayoría de la multitud se encontraban personas mayores, adultos, y uno que otro veinteañero probablemente universitario. Tal vez incluso podría afirmar que el único menor era Jimin, el cual se encontraba estupefacto viendo su alrededor con los ojos brillando cual estrellas, y YoonGi en su interior pensó que era una escena adorable de admirar.
Ambos caminaron lentamente por las secciones enormes que habían allí. Era un edificio bastante amplio, y contaba con tres pisos que pudo contar a las afueras; las escaleras iban decoradas con algunos adornos de flores plásticas y serpentinas blancas que se enrollaban a las maderas, las luces colgantes que daban un ambiente cálido en sus colores alumbraban amarillentas la madera oscura. Habían algunas personas encargadas del lugar que daban un recorrido a distintos grupos de personas, otras que exhibían libros recién llegados y nuevos, y otros que ofrecían café o golosinas para hacer de la visita un momento agradable. Jimin había casi corrido hacia dichos empleados, agradeciendo con una reverencia y una amplia sonrisa al tomar dos trozos de brownie de chocolate con crema de mantequilla decorada por una cereza.
"Sunbae", le llamó suavemente, extendiendo el postre, y aunque YoonGi no era fanático de los dulces, aceptó con amabilidad lo ofrecido con tal de ver sonreír al castaño.
"¿Quieres subir?", cuestionó cercano a las escaleras, y Jimin asintió con las comisuras manchadas de crema.
El pelinegro acercó su mano a su rostro, y el menor se quedó estático al sentir el pulgar ajeno deslizarse por su piel, sonrojándose al instante de ver cómo este era llevado hasta sus labios para lamerlo como si nada, apartando la mirada con vergüenza rápidamente, escuchando la leve risa ronca del profesor a su lado.
Finalmente tomaron camino por los escalones. Llegando al segundo piso, encontraron rincones de lectura con sillones de distintos tamaños, algunos ya eran ocupados mientras que el resto seguía explorando los libreros que tocaban el techo. Jimin se acercó a una sección de poemarios y recorrió con sus dedos la hilera de libros leyendo en voz baja sus títulos.
"¿Por qué te gustan los poemas?", el menor se encogió de hombros, esbozando una sonrisa.
"Creo que los autores de ellos lo usan para expresar lo que sienten o piensen de una manera hermosa, que incluso hasta una tristeza puede ser embellecida", YoonGi le observó en cada palabra con atención, una calidez que aflora en su pecho sutilmente por escuchar su voz.
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pure skin © yoonmin.
FanfictionÉl tan sólo tenía dieciséis años cuando se enamoró perdidamente de un hombre que doblaba su edad y sabía escribir palabras hermosas. ---- contenido explícito y sensible, leer con consentimiento. ---- ©irregularvoice ;; portada hecha por la lindura...