pure skin © yoonmin.

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Show me.

Jimin se lo había dicho. Tomó el coraje suficiente para decirle aquello antes de bajarse del auto en una corrida monumental hasta su casa. Dentro había chillado por lo bajo, tapando su boca cuando escuchó que su madre le llamaba desde la cocina y se echó aire con ambas manos para intentar calmar el calor que abundaba en su rostro. Fue algo en vano pues su madre le preguntó si tenía fiebre pues sus mejillas estaban tan rojas como tomates. Por supuesto, mintió con ello, y sólo dijo que se debía a lo fresco que estaba afuera.

Le contó sobre su salida con "Taehyung", por supuesto que le había mentido, e incluso decirlo de aquella forma llenaba de culpabilidad al menor que inquieto se sentía estando en casa. De alguna forma su cabeza maquinaba la idea de que todo mundo sabía lo que había estado haciendo y con quién. Era imposible, se supone, pues nadie conocido les había visto, y mucho menos encontraría a alguien de su entorno que fuera a una exhibición en una nueva biblioteca. Jimin intentaba calmarse con aquello, pero sus nervios estaban de punta y su estómago se había hecho un nudo tras haber mandado aquella foto.

Su madre ya estaba durmiendo. Él no podía hacerlo. Solía dormir bastante tarde cuando se quedaba leyendo, pero esta vez no fue aquella la razón. Lo ocurrido en la tarde le había alterado las hormonas cual cachorro al ver su juguete preferido. Era un adolescente después de todo, y no podría negar ni aunque quisiera la excitación que había estado burbujeando en su abdomen bajo por más que se haya dado una tendida ducha fría, donde su muñeca se había cansado de sacudirse a lo largo de su pequeña erección. No le bastaba. No lo sentía suficiente. Tantas veces que lo había hecho y ahora no resultaba para nada.

¿A qué se debía?

No esperaba recibir una pronta respuesta ¡Y mucho menos que esta fuera una bendita llamada!

¿Qué se suponía que debía hacer? ¡Le envió al profesor una foto semidesnudo! ¿Le llamaba para expresar su disgusto? ¿O tal vez para avisarle que no quería verle nunca más en la vida?

Miles de posibilidades pasaron volando por la cabeza del menor mientras caminaba de un lado a otro con su teléfono vibrando en su mano y el número del profesor tintineando en la pantalla. Antes que apretara el botón verde, se sentó a orillas de su cama y respiró con profundidad antes de soltar el aire de sopetón para cuando la línea se conectó.

"¿Sunba-?", fue interrumpido rápidamente, y su pecho se apretó en un latido pesado.

"Prende la cámara", demandó sin más, dejando perplejo al menor.

"¿Prender la cámara...?", musitó confundido, sintiendo sus mejillas enrojecer.

"Es lo que dije. Prende la cámara. Creo que tienes el suficiente descaro como para obedecer tras lo que enviaste, ¿o me equivoco, Jimin?"

El mencionado se ha quedado mudo. El calor que ascendía por su cuello con la sangre hirviendo como victimario ardía como el infierno. Sus ojos parpadearon perdido y boqueó totalmente aturdido.