Capítulo 5

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Toque tras toque, el chico llamó a la puerta, mientras la chica se mantenía cabizbaja y callada. En todo el camino el silencio estuvo presente, ni una palabra, ni un suspiro, absolutamente nada salió de la boca de aquella chica que probablemente estaba cansada, pero prefería callar a quejarse y ser golpeada por ello.

El chico no hizo nada, tampoco intentó obligarla a hablar, estaba enojado por lo que ella le había dicho, pero intentaba comprenderla, después de todo, se trataba de una mujer, las mujeres son sensibles y se toman muchos derechos que no les corresponden, ¿Cómo pueden pensar que tienen el derecho de levantarle la voz a un hombre? Afortunadamente, ahora el chico está a su lado y tendrá mucho tiempo para enseñarle el comportamiento correcto de una mujer y cómo debe tratarlo. No sería bueno que él permita una situación como la anterior. Si le permites a una mujer ser altanera e insolente una vez, querrán serlo diez veces más. El chico no iba a permitirlo, porque al final, él es el hombre, él es quien manda.

La puerta se abrió dando paso a un hombre de cabello largo, drogadicto tal vez, indicaba su aspecto desaliñado, alcohólico, si tomamos en cuenta las muchas botellas que se veían tiradas en el suelo de la sala, su ropa sucia a mal vestir, sus pequeños pero notables tatuajes en el hombro izquierdo de lo que probablemente fuese una calavera en llamas. "Debe ser fan de aquella película" - Pensó la chica seguido de: - Tiene las características de alguien que haría cualquier cosa por conseguir dinero para sus vicios.

Pedirle ayuda no era una opción, en especial luego de ver cómo abrazaba a su secuestrador - ¿Amigos? No es sorprendente que tenga esa clase de amigos considerando lo que fue capaz de hacer - Negándose a hablar como una forma de protesta o a mejor entendimiento una forma de protección, la chica solo podía expresar sus quejas en sus pensamientos.

- ¿Y ella quién es? ¿Un regalo? Te dije que no acepto esa clase de regalos, sobrepasa mi moral - Habló el hombre mientras sacaba una caja de cigarrillos de su bolsillo trasero

- No se trata de eso, necesitamos tu ayuda - El chico habló mientras tomaba la mano de la chica

- ¿Tu novia? - El hombre sonrió - Por fin maduraste, entren - Abrió paso para que los dos entraran - ¿Qué ayuda te podría ofrecer alguien como yo? Estás al tanto de mi situación ¿no? - Se sentó en el sofá frente a una televisión encendida y después de pasar por la llama de un encendedor puso el cigarrillo en su boca - No tengo dinero, si vienes a pedirme prestado te equivocaste de persona, es más, mi situación me obliga a pedirte prestado a ti

- No necesito dinero, necesito un lugar donde podamos quedarnos mi mujer y yo - El chico vio el rostro del hombre un poco indeciso - Por supuesto te voy a pagar, necesitas dinero ¿no? Pagaré la tarifa que me pidas y así todos contentos ¿Qué dices?

El hombre sacó el cigarro de su boca y exhaló una bocanada de humo

- Está bien, quédense ahí - Señaló una habitación atrás de ellos - No es grande, ni limpio, pero es lo único que hay, yo dormiré en el sofá

- Me parece bien - Respondió el chico

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