Capítulo 16

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⚠️⚠️⚠️⚠️ ADVERTENCIA ⚠️⚠️⚠️⚠️
Este capítulo contiene escenas de violencia física. Si es menor de edad o es sensible a esta clase de contenido, le sugiero que no lea el presente capítulo y salte al siguiente...

- ¿Algo que decir, querido amigo? - El chico mantenía la cabeza del hombre sobre su hombro y el cuchillo levantado, mientras sus ojos dilatados por la emoción admiraban el brillo que el filo del mismo expulsaba

- Una cosa, tú no eres mi amigo - Dijo el hombre manteniéndose firme y sin demostrar el miedo que lo consumía. Quería verse fuerte hasta el final

El chico comenzó a reír por las palabras que aquel hombre había dicho y que no le interesaban en lo más mínimo. Jamás le tuvo aprecio a ese drogadicto, era más como un juego y se le hacía curioso que esas fueran sus últimas palabras, esperaba más un insulto, fue algo decepcionante, pero que más se podría esperar de alguien tan inútil como él.

Lo que el chico haría sería un favor a la humanidad, eliminar peste como ellos ayudaría a construir un nuevo mundo, sin basura como esa, la sociedad podría prosperar, desechos humanos como él no son de ayuda, si su cerebro no estuviera tan infestado de drogas, quizá se hubiera podido defender un poco más y como resultado, habría hecho más divertido este juego. Pero este es el final que él mismo decidió al vivir como porquería humana, su game over no fue más emocionante que ver el juego de un perdedor principiante.

El chico sujetó con fuerza el mango del cuchillo para evitar que este se le resbalara. A simple vista se le hacía un poco difícil cortar carne humana, pero le emocionaba hacerlo ya que, sería la primera vez que lo haría.

Justo antes de que el chico incrustara el cuchillo en el cuello del hombre como lo había planeado en su mente, la chica abrió la puerta de la habitación de golpe y salió de esta gritando "¡No lo hagas!", interrumpiendo de esa forma al chico, así que él tuvo que improvisar y cambiar rápidamente el plan.

El chico vio a la chica parada frente a él pero sin acercársele ni un paso, aunque no era lo que la chica buscaba terminó por motivarlo más a realizar aquel acto. El chico puso el cuchillo sobre la garganta del hombre y aumentando la presión poco a poco fue oprimiendo el filo contra la misma. El cuchillo era nuevo, así que el filo de este estaba intacto, la presión del mismo contra la garganta generaba pequeñas aperturas que permitían el salir de la sangre, el hombre se escuchaba ahogado y se retorcía al igual que un pez para intentar desatarse o ¿Respirar?

La chica permaneció inmóvil, todo su cuerpo temblaba, no podía hacer nada, lo tenía claro, pero aun así salió creyendo que podía ayudar, ahora sin poder moverse o cerrar los ojos permanecía mirando el acto homicida que se estaba realizando frente a ella, quería cerrar los ojos o moverse para salir de ahí, pero su cuerpo no respondía, estaba completamente paralizada. El chico lo notó, así que hizo que admirara su arte por más tiempo, realizando las cosas más lento de lo previsto.

La voz ahogada del hombre se expulsaba a momentos, quizá intentaba decir algo, no lo sabremos, pero si conocemos lo mucho que batalló por sobrevivir, ya que permaneció vivo hasta el último momento o hasta el último corte sobre su garganta. Lastimosamente, el hombre tuvo que esperar a que el chico se cansara de su juguete humano.

El chico observó como la chica temblaba y aun así no se movía, permanecía firme con sus ojos puestos en él. ¿Si tenía tanto miedo por qué no se iba de allí? Eso solo lo llevó a una conclusión, en realidad a su chica le gustaba lo que veía, así que, ¿Por qué no dejar que lo disfrute al igual que él?

El chico empezó a mover el cuchillo horizontalmente con velocidad lenta pero fuerte al oprimir, quería que cada movimiento fuera una cortada, aspiraba cortar su cabeza, lo anhelaba con todo su ser, pero sabía que le sería difícil con ese tipo de cuchillo, uno más grande le serviría, pero ahora debía trabajar con lo que tenía. Sus movimientos lentos hacían que su garganta fluyera como un manantial de sangre, ese color tan rojo vivo lo volvía loco y lo deslumbraba, los ojos de la chica que no paraban de verlo lo motivaban tanto que convirtieron ese momento en una oleada de placer puro, hacer el amor con su chica y seguido cortar la garganta de su amigo, lo hacían sentirse tan eufórico.

Él pensaba que la sensación de cortar carne humana sería similar a cortar la piel de un cerdo, pero fue muy diferente, tan difícil de explicar pero tan satisfactorio al tacto. El cortar la piel y la tráquea combinados en una unión tan fuerte le producía un bienestar inmenso, se sentía tan glorioso y se jactaba de ello frente a su chica, el amor de su vida. La sangre cayó sobre su ropa y una cuanta sobre su rostro, ¡Por Dios, que sensación! Le producía tanto placer esas gotas de sangre, ¿Qué es lo que tenían para hacerlo tan feliz?

El chico terminó de cortar con un gran suspiro de felicidad, en cambio el último suspiro del hombre ni siquiera pudo salir al exterior de su cuerpo, se quedó dentro de él, encarcelado. El chico orgulloso se puso de pie y fue a abrazar a su chica, luego, en el oído le susurró.

- No te preocupes, te dejaré ayudarme a descuartizarlo

El chico estaba feliz sintiendo el apoyo de su chica, pero no duró si no hasta que la chica pudo controlar su cuerpo de nuevo, la chica lo empujó alejándolo de ella, parecía que quería hablar, movía su boca como tal, pero no le salían palabras, solo ruidos extraños y ahogamientos. El chico la vio en esa condición, aterrada, ahogada, su respiración le faltaba y temblaba todo de ella, pero no entendía, ¿Acaso no le gustó igual que a él? Si no es así, entonces por qué se quedó - Las chicas son tan difíciles de comprender - Pensaba él, ¿Ahora cómo hará que vuelva a la normalidad? Que molestia...

- Cariño, basta - El chico se acercaba, pero ella retrocedía consumiendo su paciencia de golpe - ¡BASTA YA! - El chico caminó y la abrazó, ella no tuvo más remedio que dejar que eso sucediera, él acariciaba su cabello e intentaba calmarla - Lamento que vieras eso, pero no tuve otra opción, él prácticamente me obligó a hacerlo - El chico continuó acariciando el cabello de la chica diciendo palabras suaves hasta que lanzó su amenaza inminente - Tú no me obligarás a hacerlo ¿Verdad? Serás una buena chica y viviremos felices como en los cuentos de hadas, para siempre

- S... Si... Si... Seremos... Felices - La chica murmuró sin aliento
- ¿Ves? Por eso te amo, sabes tomar la mejor decisión, ahora, ve a la habitación, tengo que limpiar aquí y pues, parece que no te gustaría verlo - El chico sonrió en tono burlesco

- O... Okey

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