Capítulo 3: Financial Discrepancy

7.1K 788 52
                                    

Ni siquiera se molestó en ocultar las cicatrices de su mano. Umbitch no tendría la satisfacción de que se presentara una denuncia contra ella. Probablemente no cambiaría nada y, sin duda, provocaría otra ronda de detenciones. Se dirigió a las mazmorras, optando por no cenar dado que su apetito era inexistente incluso con la poción de Snape, y suspiró al cruzarse con Malfoy. El rubio se mofó de él, pero antes de que pudiera hacer cualquier tipo de comentario mordaz, Harry soltó,

-Oye Malfoy, ¿por qué los Malfoy y los Weasley están peleados por la sangre?-.

No estaba del todo seguro de dónde venía la pregunta o por qué le importaba, pero no podía retractarse exactamente de las palabras. Malfoy enarcó una ceja, claramente sorprendido por la pregunta.

-¿Por qué no le preguntas tú mismo a la Comadreja, Potter?-. Contestó Malfoy. -¿O es que estan teniendo una disputa de amantes?-

Harry se abstuvo de poner los ojos en blanco. -Es probable que no lo sepa, aunque me lo diga. ¿No puede responder a la pregunta de una vez?-.

-¿Por qué quieres saberlo?-.

-Llámalo instinto de que no me va a gustar la respuesta-.

Malfoy lo miró fijamente durante varios momentos. Justo antes de que Harry estuviera a punto de renunciar a obtener una respuesta, el rubio se cruzó de brazos y frunció el ceño, desapareciendo por completo cualquier entrenamiento de los sangre pura para mantener las emociones para uno mismo.

-Hace un par de generaciones, un Weasley intentó estafar a un Malfoy con un contrato de unión sin aportar nada de valor a la unión. No tenían ninguna riqueza beneficiosa ni posición política y, desde luego, no había amor entre los dos. Cuando los Malfoy amenazaron con pedir un juicio mágico, fueron inculpados de asesinato y encerrados en Azkaban. Como no había pruebas para refutar la inculpación, el patriarca de los Malfoy de entonces anunció la enemistad. Protege a cualquiera de mi familia de ser sometido a ese tipo de comportamiento hasta el momento en que expíe sus crímenes-.

Harry se apoyó en la pared. Algo en su cabeza estaba sonando, como un reloj de alarma escondido detrás de la pared. Las tripas se le revolvían con la información. ¿Por qué importaba lo que los Weasley habían hecho a los Malfoy? De todos modos, no le gustaba el rubio imbécil y lo que sea que le habían hecho había sido hace mucho tiempo. Pero sí importaba. No podía explicarlo pero lo hacía y fundamentalmente. No se dio cuenta de que se había sentado hasta que tuvo las rodillas contra el pecho. ¿Qué conexión estaba tratando de hacer su cerebro que estaba siendo demasiado lento para hacer? Se golpeó la cabeza contra la pared, sin importarle si Malfoy seguía allí o no. Algo estaba muy mal pero no sabía qué era.

-Potter, ¿por qué estás pálido y sudado?- preguntó Malfoy.

¿Estaba sudado? ¿Qué importaba? Odiaba que su mente consciente no pudiera seguir el ritmo de su inconsciente. Le frustraba enormemente, sobre todo porque Hermione clavaba sus garras en esos momentos para degradarlo. Se levantó de golpe. ¿De dónde había salido ese pensamiento? Miró a Malfoy. El rubio estaba apoyado en la pared de enfrente con una ceja alzada. Su varita no estaba a la vista, así que, a menos que hubiera aprendido milagrosamente magia sin varita, el pensamiento no se le había metido en la cabeza desde otro lugar. Un escalofrío le recorrió la espalda. Algo estaba mal en toda la situación. El imbécil de Slytherin no había sido ni remotamente antagónico más allá de la primera interacción. ¿Por qué había preguntado por la disputa? Se le cayó el estómago.

-Malfoy, ¿cuántos años hay que tener para que un contrato de unión sea legalmente exigible?-.

El rubio lo miró con recelo. -Seguro que tu tutor mágico te ha explicado todo esto-.

TOUJOURS PUR - A FAMILY SECRETDonde viven las historias. Descúbrelo ahora