TOUJOURS PUR - A FAMILY SECRET

Capítulo 7: Family Reunion

El aire palpitaba mientras las protecciones de la mansión eran atacados. Los instintos de Harry volvieron a imponerse y el efecto "imperio" regresó. Se dirigió directamente hacia Snape y los dos se cruzaron los ojos.

-Es hora de irse-, susurró Harry, sin saber que ya no hablaba en inglés. -No estamos seguros aquí-.

-El refugio de los Black. No podemos dejar a Lucius atrás-, respondió Snape, imitando el discurso del zorro.

Harry gruñó antes de volverse hacia sus compañeros de manada. Draco y Narcissa estaban juntos con las varitas desenfundadas mientras Lucius ladraba órdenes a sus elfos. Cambió su atención hacia Sirius y disparó una chispa de magia cruda hacia él. El animago se despertó y se levantó de golpe, con un gruñido en los labios.

-¿Adónde vamos, primo?- preguntó Narcissa. -No habrías venido aquí sin un plan de respaldo-.

Sirius volvió a su forma humana y echó un vistazo a la habitación, viendo cómo las paredes temblaban.

-La Fortaleza Black. La evité antes porque, según los duendes, Bella se aloja allí. Su marido...-

Harry no esperó a que continuara. En su lugar, agarró a Lucius por la muñeca y dejó que el fuego del zorro los bañara.

Reaparecieron ante las puertas de un enorme castillo gris bordeado por un muro negro de hollín que promediaba los dos metros. Lucius tiró de la mano y se apartó de Harry, con los ojos muy abiertos y la respiración acelerada.

-¿Qué fue eso, en nombre de Salazar?-.

Harry no respondió. En cambio, se volvió hacia las puertas y puso una mano sobre la cerradura. Los guardianes de sangre se extendieron hacia él, leyendo su estado. Detrás de él había dos grietas de aparición. En lugar de reaccionar ante ellos, guió la guardia de sangre a través de su mano y volvió a agarrar la muñeca de Lucius. Con un rápido movimiento del pulgar, se abrió una vena. Se oyeron sonidos de protesta, pero Harry se limitó a coger la mano de Narcissa y le hizo una pequeña herida en la palma. Obligó a los guardianes de sangre a aceptar a Lucius como pariente, protegiéndolo. Una vez que terminó, el aspecto "imperio" de su mente volvió a retroceder y buscó instintivamente a Snape.

El profesor de pociones lo rodeó con fuerza con sus brazos, equilibrándolo y enviando una ola calmante de magia refrescante sobre su ser.

-Eso fue una tontería. No eres más que un cachorro y sin embargo tratas de controlar el fuego con el que hasta los zorros mayores tendrían problemas-, siseó Snape.

-Tenía que proteger a la manada. Rastreé al zorro de Bella. Está latente en todos los híbridos. Sólo necesito... recuperar el aliento- replicó Harry, hundiendo la cabeza contra el hombro de Snape.

-¿Alguno de ustedes quiere explicar no sólo por qué les esta aullando sino también cómo Harry acaba de hacer eso?- gritó Sirius.

-Adentro, primo-, dijo Narcissa con firmeza. -No tenemos ni idea de qué tipo de seguimiento tienen los tres. Una vez que estemos dentro de la propiedad y seamos imposibles de rastrear, entonces podrás gritar y vociferar a gusto. Prioriza permanecer fuera de Azkaban-.

Al darse cuenta de que Harry no era capaz de hacer más que inclinarse, Snape lo levantó en brazos y gruñó por el rápido aumento de peso. Estaba claro que la versión zorro de Harry era más musculosa que su homólogo humano. Los cinco entraron por las puertas y empezaron el largo camino hacia la entrada.

Al subir los escalones de mármol, las antiguas y pesadas puertas de madera se abrieron lentamente. Dos elfos domésticos bien conservados se encontraban en la apertura.