Al verlo casi se mata. Una pena no recordar esa noche... Y entonces revisé el móvil... O no...
Parece ser que me dediqué a fotografiar y gravar escenas de anoche. Elías se asomó a mi móvil sospechando lo que me tenía absorta. AL principio los videos eran de unos borrachos sin sentido, jugando al yo nunca o a retos... Tras eso parece ser que Elías coqueteaba con Samuel, en otras fotos yo llevaba ya la camiseta de Elías y estaba en el baño riendo, di a reproducir el video.
- Shhh- Me tambaleaba de un lado al otro mientras estaba pegada en la puerta- Eli y Samu están follando en el salón jijiji- Me reía y después grabé a través de la puerta como Elías estaba sobre Samuel saltando y él le mordía el cuello. Miró a la cámara y el video paró.
- Menos mal que te da siempre por grabar- Rio Elías avergonzado.
- Pásame el video- Samuel estaba detrás de Elías y le asusto.- Me gusta como sale, y si hay alguno más lo quiero.
Nos quedamos boquiabiertos mientras Samuel se iba al baño...
- No se como tomarme eso- Susurró Elías.
- Pues creo que va a querer quedar más contigo- Le di con el codo y seguí viendo videos encontrándome uno más con Elías y Samuel follando. Los demás eran yo en la cama y sabía como acababan por lo que los borré directamente. ¿Qué fueron esas pastillas?
Samuel volvió y, tras despedirse de mí, le dio su número a Elías. Mi niña interior chillaba de emoción pero la yo cuerda me decía que debía ser seria.
- ¿Quieres que le pase los videos entonces?- Seguí revisando mi móvil mientras miraba de reojo a Elías tirado conmigo en el sofá.
- Hazlo, él también sale, sería malo para el si se publican.
Lo hice y después nos quedamos tranquilos observando como el sol se iba ocultando. Elías al final se decidió por irse y yo me quedé tirada en el salón. Mi tripa empezó a rugir pero no tenía fuerzas por lo que acabé pidiendo a domicilio.
La comida china llegó en pocos minutos y disfruté cada fideo de arroz del taper, además de los rollitos y el pan de gamba. El timbre sonó cuando recogía la mesa y al abrir la puerta Samuel estaba frente a mí.
- ¿Te olvidaste algo?- Le invité a entrar y el sin ninguna palabra mostro su móvil.
En el estaba yo en la habitación y él en la puerta. Me estaba gravando mientras yo bailaba sensualmente y me medio tocaba. Borré el video directamente y él rio.
- ¿Ibas a chantajearme?- Me enfrenté a el pero parecía una ardilla contra un pastor alemán.
- No, nunca se me ocurriría eso- Se sentó en una de las sillas- Solo quiero saber de Elías, no tienen los mismos gustos que yo ¿Verdad?- Negué con la cabeza y suspiró.- Entonces va a ser complejo...
- Díselo, quizá acepte aprender.
Samuel estuvo hablando conmigo de lo que le preocupaba y yo procuré tranquilizarle. Cuando la luna ya cubría todo se decidió por irse y yo me fui directa a la cama. Sobre el escritorio vi el contrato... Me mordí el labio y, encendiendo la lámpara de lectura, comencé a repasarlo...
"Debe de tener una dieta saludable" "La puntualidad en las sesiones es imprescindible, si no se castigará o cancelará" "Fuera de las sesiones se tratara de forma urbana, a no ser que el amo lo desee" "La higiene es fundamental" "Las palabras de seguridad son Carmesí y Escarlata" "No se revelara la identidad de los presentes"
Etcétera, etcétera...
El día llegó y había alguna cosa que no comprendía así que llamé a Steff.
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Mío y tuya
JugendliteraturUna vida monótona nunca fue lo suyo, siempre prefería encontrar diversión aunque hasta de eso se cansó. Ahí conoció un nuevo local, uno que nunca había existido en esa ciudad y sin lugar a dudas ella irá. Un mundo nuevo se abrió en sus ojos, sin sab...