Capítulo 2

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- ¿Te interesa este mundo?- Una voz me asustó por la espalda. Mi piel se erizó y no por el frío, su voz podía cortarme con un chuchillo si quisiera.- Te he hablado pequeña.

Me giré encontrándome a un hombre que podía superar tranquilamente la altura de Elías, aproximadamente podría medir dos metros. 

Miré su rostro y salté hacia atrás. Su cabello negro cortado de forma perfecta parecía esculpido sobre su rostro moreno por el sol y unos ojos como pozos sin fondo, oscuros.

- ¡Eres el del italiano!- Le señale de arriba a abajo- ¿Me acosas ahora?

Comenzó a reír y no sabia si era la risa de un villano antes de matar o la de un hombre bueno y agradable. De cerca estaba mucho más bueno la verdad, parecía que hacía bastante ejercicio pero debía quitarle la ropa para adivinarlo.

- Será al revés pequeñaja- Moví las cejas, tanto ofendida por lo de pequeñaja (mido casi 1.70m) como de ser acusada por algo tan irracional.- Estas en la puerta del nuevo local que abrimos mi amigo y yo, eres tu la que me busca.

Miré la fachada sin anuncios y sin posibilidad de ver el interior.

- ¿Qué es? ¿Un club de asesinos seriales? Porque no pone nada de información- Seguí revisando el lugar y le volví a oír reír.

- Las personas que quieren venir no necesitan carteles puesto que siempre nos encuentran, para la gente cotilla, es un imán poderoso- Sonrió y me dio una tarjeta.- Si tienes curiosidad después de ver lo que es puedes llamarme y me comentas si quieres curiosear más.

Con una última sonrisa se perdió dentro del local.

Sacudí mi cabeza y me sentí molesta, se fue sin dejarme hablar.

Miré la tarjeta, "Mateo Sora, cofundador de CarnivalDS, 

página web: www.car********.com

Teléfono: 673******"

Pensé en la apuesta con Elías y vi que acababa de aventajarme, aunque el día de antes, pero eso no debía saberlo. 

Me guarde la tarjeta en la funda del teléfono y continué camino a mi casa. El frío cada vez era peor por lo que empecé a correr para poder entrar algo en calor. 

Llegué a la puerta de mi casa y, al entrar, pude ver mi desastre en primera persona... Encendí la luz y fui directamente a la cocina, donde se acumulaban platos y tapers sobre el fregadero. Tomé un vaso de agua y una manzana y me dirigí al escritorio, aparté las cosas que había sobre el portátil y lo encendí.

Mi curiosidad nunca se acabaría, eso ya lo sabia, por eso debía investigar lo antes posible sobre el tema. Metí la página web en el ordenador y vi como toda la pantalla cambiaba a tonos oscuros y rojizos, pero las letras en blanco. El diseño era hermoso si... pero el resto era algo distinto...

¿Alguna vez oísteis del BDSM? Bueno, yo no, o por lo menos no me enteré de que se llamaba así. El local era un lugar de encuentro para las personas de esta comunidad y para poder conocer y aprender técnicas nuevas de personas experimentadas. 

Tuve que buscar la definición del BDSM, la cual era: "BDSM es un término creado para abarcar un grupo de prácticas libremente consensuadas​ que, en algunos casos, son consideradas como un estilo de vida.​ Se trata de una sigla que combina las letras iniciales de las palabras Bondage, Disciplina, Dominación, Sumisión, Sadismo y Masoquismo.  Abarca, por tanto, un conjunto de seis modalidades eróticas relacionadas entre sí y vinculadas a lo que se denomina sexualidades alternativas."​

Mío y tuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora