19 A declarar... (Ariel)

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Muy lentamente cerré la puerta de la cocina y nos encerré allí a los tres, como si no nos hubiéramos escabullido ante la atenta mirada de todos. Era ridículo cerrar tan silenciosamente.

—Tenemos que hablar de lo que vamos a hacer—me giré y me crucé de brazos mientras Caleb se sentaba en un taburete junto a la barra y Emmett abría mi nevera y se sacaba una cerveza—. ¿En serio? ¿Crees que es el mejor momento para beber?

—No se me ocurre un momento mejor—le apoyó Cal—. ¿Me pasas una?

—Está claro que no podemos contar nada de A a ese poli—dijo Emmett mientras cerraba la nevera y le pasaba una cerveza a nuestro amigo—al menos yo no puedo.

—Yo tampoco—añadió Cal antes de beber un largo trago—. Sea quien sea A sabe algo de mí que no puede saber nadie. Yo estoy pillado.

—Vale—me rendí y me acerqué a ellos, intentando disimular que me temblaban las piernas—. Pues nos callamos. Pero tampoco diremos lo del video. Al menos hasta que sepamos más—miré a Emmett y esté alzó una ceja en desacuerdo—. Alguien más amenazaba a Ash. Y creo que fue Joel y su hermana. Pensadlo—les pedí—. Tal vez en esos videos estaba la razón por el cual Joel se cayó y no nos delató a la policía. La razón por la cual Ash lo chantajeó para que guardara silencio.

—Y que le llevó a la tumba—añadió Caleb.

Emmett rodeó la encimera y se puso a nuestro lado para que los tres pudiéramos ponerle una solución a aquella situación mirándonos a los ojos.

—Es probable—susurró—. Pero tu hermano está metido en el ajo, Ariel. Eso tienes que admitirlo.

—Y no lo defiendo—le dije—.Yo menos que nadie—me pasé una mano por el pelo, casi histérico—. Chicos, soy yo el que tiene que dormir en el cuarto del al lado del posible asesino de Ash. Esto me gusta menos que a vosotros ¿Pero qué hacemos?—pregunté irónicamente—, o lo decimos todo o vamos a quedar por mentirosos o locos. Nadie nos creerá. ¿Cómo vamos a explicar de donde hemos sacado el video si no podemos mencionar a A?

—A es tu hermano—Zanjó Emmett—. Por cierto ¿Cuándo ibas a decirnos que el psicópata había vuelto?

—No estamos seguros de que sea A—negué con la cabeza, sin saber si intentaba defenderle o que me pasaba—. Wren acaba de volver, llegó anoche, y A ya nos mandaba mensajes desde antes.

—Esto es para volverse loco—Emmett se apoyó en la encimera y bufó mientras escondía la cabeza entre sus manos—. ¡Joder!

—Pensad—añadí—. Creo que A sabía lo de ese video pero no donde están los otros, los peligrosos para ellos. Creo que vamos por delante.

— ¿Qué?—Caleb alzó una ceja y luego asintió. Creo que él me seguía más o menos.

—Chicos...—suspiré frustrado por que estaba siendo muy difícil que entraran en razón—. ¿Por qué Joel no ha dicho nada de lo que hicimos si Ash ya está muerto?

— ¿Por...?—ronroneó Emmett, agitando una mano para hacerse el gracioso.

—Por que creen que los videos los tiene uno de nosotros—obvié lo que claramente ninguno de ellos entendía—. Y A también lo cree.

—Así que...—Cal sonrió. Por fin me había entendido.

—Uno de ellos es A—zanjé.

—Sí ¿Pero cual?—Emmett rió—. Mira, sé que pese al daño que te hizo, sigue siendo tu hermano, enano—me miró con cierta lástima—. Pero ahora no estás siendo objetivo. Yo no digo que Joel e Isabel sean unos corderitos, probablemente estén implicados junto con Wren. Pero Joel no pudo hacerle nada a Ash por que ya estaba en silla de ruedas entonces. ¿Isabel? Es una chica. Y aunque nos pongamos en el supuesto de que le golpeara con algo y lo matara o lo dejara inconsciente. Ella sola no pudo arrastrar el cuerpo hasta el sótano de su propia casa. Sin mencionar que tú casa, Ariel, está justo al lado de la de Ash. Y por lo tanto tú hermanito sí que pudo...

MUÑECOS DE CRISTALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora