21 Tarde para la acción... (Ariel)

25 4 0
                                    


¿Es la hora, Ariel?—dijo una voz a mi oído—. Has descubierto mi pequeño secreto—sentía un frío invernal por mis venas y un viento me removía ligeramente el cabello—. Él lo descubrió. Pero ya no está... Quelle Heure est-it?—susurró de nuevo mientras me rozaba el cuello con algo de metal—. ¿Es la hora? ¡La hora de que mueras!

Entonces me giré y le vi la cara antes de que él bajara el cuchillo. Wren.

Desperté de golpe al oír el sonido del trueno romper el cielo. La figura oscura y familiar que me había asustado había desaparecido. En vez de eso estaba en un dormitorio blanco y limpio. En las paredes había grabados de Rembrandt y estanterías con libros apilados. Reconocí el lugar. Mi cuarto. Por un momento no recordé haberme quedado dormido, luego miré a mi lado y todo cobró sentido.

Theo estaba dormido sobre la cama, boca arriba y con un brazo por encima de la cabeza. La camiseta se la había subido al moverse y pude ver un pedazo de su firme abdomen. Me tomé mi tiempo para estudiarle un poco. Tenía la piel bronceada, una cicatriz sobre el labio, pecas en la nariz y el pelo negro y lacio. Llevaba un fino aro de plata en el dedo índice derecho y brillaba cada vez que un relámpago iluminaba el cielo.

—Me estás mirando—él apartó el brazo de su cara y abrió sus preciosos ojos almendrados.

Aparté la mirada y miré la tele. Cuando Theo había venido a recogerme caía una tromba de agua alucinante—aún llovía, pero había aflojado un poco—así que decidimos quedarnos en mi casa. Cogimos algo de comer y subimos a mi cuarto para ver una peli. Evidentemente Residen Evil no era una buena opción por que yo me había quedado dormido y él también.

—Hola—dijo Theo, cogiéndome por la cintura y acercándome.

—Hola—susurré yo, echándome para atrás—. Ha terminado—agarré el mando y apagué la tele. Luego encendí la luz de la mesilla.

— ¿Te pasa algo?—Theo frunció el ceño.

—No es nada—dije en voz baja mientras me llevaba los dedos al cuello, donde había sentido el filo metálico—. Una pesadilla.

— ¿Quieres contármelo?—me preguntó. Yo le miré y dudé un momento. No era buena idea—. ¿Estaba tú hermano en ella?

Entonces giré la cabeza y le miré sin saber que decir.

— ¿Wren?—inquirí.

—No soy idiota, Ariel—me sonrió—. La tensión de ayer se podía cortar con una cuchara. El ambiente estaba como apunto de estallar—se inclinó sobre mí—. Vi tú reacción. Le tienes miedo, más bien te quedaste paralizado de terror ¿Qué es lo que pasa con él?

—Es complicado.

Theo dejó de mirarme y suspiró como si estuviese decepcionado. Luego negó con la cabeza y susurró "no vas a contármelo", y se dispuso a levantarse de la cama, probablemente se hubiese ido si yo no le hubiese detenido.

—Es bipolar—le agarré de la mano y él me miró y volvió a dejar caer su culo sobre el colchón—. No sabemos nada de él desde hace unos dos años, más o menos—bajé la mirada—. Desde que...

Me pasé una mano por el pelo. Quería contárselo, pero me daba miedo.

— ¿Desde que, qué?—insistió y me puso un dedo bajo la barbilla para que le mirase a los ojos—. Puedes confiar en mí.

—A principios de verano, entre primero y segundo...—comencé—. Fue un par de meses antes de que Ash desapareciera—tomé aliento y luego proseguí—. Wren tuvo un ataque. Ya había echo cosas mala antes, como tirarme del columpio, atravesarse con la bici para que yo cayese al suelo, se escondía en mi cuarto y me daba sustos, me rompía los juguetes... Pero siempre se arrepentía y lloraba, y yo le perdonaba. Pero ese verano ya éramos más grandes y yo salía con Ash y los otros. Pero a Wren no le gustaba Ash, siempre se metía con él, y Ash respondía metiéndose con su enfermedad. Le llamaba loco o perturbado, y Wren enfurecía. Yo siempre intermediaba y todo quedaba solucionado. Pero un día llegó muy enfadado del instituto, la tomó conmigo y me gritó. Me prohibió que volviera a salir con ellos. Yo me enfrenté a él y le dije cosas feas, y quiso pegarme. Me escapé de él y corrí por el pasillo, y...

MUÑECOS DE CRISTALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora