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—¿Vienes con frecuencia?

El pelinegro se atraganto con el agua que se encontraba bebiendo. Lo primero que se pasó por su cabeza fue la última vez que trato de llegar. La idea de que aquel día se hubiera quedado encerrado en las cuatro paredes de su habitación era un poco contrastante.

Estaría cómodamente descansando en su habitación.

— No... solo he venido un par de veces para relajarme un poco. — le dice en voz baja, como que se tratara de un secreto. — Si quieres, puedes adelantar el paso. Disfruta la vista.

Carter lo miró con extrañeza, pero no le prestó importancia. Para ella, Jungkook tenía reacciones un poco extrañas que lo hacían peculiarmente llamativo.

Ella aceptó y caminó en línea recta hasta el pequeño claro. Por otro lado, el pelinegro se quedaba sin aire apenas se aseguró estar lo suficientemente distante, los nervios lo atacaban como un reflejo de su consciencia. Flasheo con la posibilidad de jamás haberse encontrado con el agente Kim, pensó en aquella noche del accidente, ella estaría muerta y esos hombres no habrían muerto de forma tortuosa, jamás la hubiera conocido y por la mañana solo existiría una nota periodística acerca de la muerte accidental de una Chaebol.

Pero sonaba muy simple. Era una de miles de probabilidades, y el efecto mariposa de aquella decisión se lo demostraba.

Su estómago se retorcía al pensarlo. Culpaba a su ansiedad por crear escenarios catastróficos en su mente cada que había oportunidad.

"Ella está bien, la estás viendo. Solo respira un poco"

Era como aquellos momentos en que parabas a cuestionarte si tu realidad era completamente real y sí un vacío se instalaba dentro de ti con la simple idea de perder a alguien de la noche a la mañana.

Sentía que la perdía. Y no estaba muy lejos de su realidad.

Por mucho esforzara su propia moral, tarde o temprano caería junto a ella. Sería arrastrado a lo más profundo del infierno, pero el camino a aquel tormento era tan tentador que se negaba a quitar la vista de ella.

Carter se puso de pie luego de acomodar la manta, había quedado bastante bien. Aunque eran horas de la mañana el clima comenzaba a mejorar, se acercaba el verano y los pequeños rayos de sol que reemplazan las frías corrientes de aire delataban aquello.

Miro los árboles que rodeaban el claro con detalle, deseando guardar en su cabeza aquel recuerdo con añoro. Desde la vista, el clima y los olores, todo quería guardarlo para ella.

Sorpresivamente, su cuerpo fue cubierto por dos brazos. Sintió la anatomía de Jungkook muy cerca, era cálida y reconfortante. Sería un buen recuerdo para cuando se sintiera sola, recordaría que en algún momento se sintió querida.

Aunque su reacción fue quedarse estática por la sorpresa, no pudo evitar empuñar sus manos como un acto reflejo.

Era demasiado para ella.

— Es hermoso ¿no? — el rostro de Jungkook estaba a centímetros del de Carter. — Incluso lo es aún más contigo en medio de él

Las palabras del pelinegro eran sinceras.

Y abrumadoras. Cómo qué si con ellas logrará abatir a Carter de forma directa, pero discreta.

Hace mucho tiempo soñó con alguien que la abrazara con el afán de demostrarle poco a través del tacto, inclusive en su cabeza aquello sonaba intimo. Y por poco alcanzaba a serlo. Jungkook se sentía como su lugar seguro, en donde no importaba si arrastrara grandes pecados en su sombra, los ignoraría tan solo al ser rodeada por la presencia de él.

𝐁𝐔𝐋𝐋𝐄𝐓 - 𝐉𝐉𝐊 © (Completa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora