Jungkook
Me mantuve de pie frente a Sumni frunciendo mi ceño, estaba realmente molesto que estaba dejando a un lado que ella tenía los ojos brillantes que avisaban un próximo llanto.
— Sunbae...
— Sunmi. — la interrumpí. — No esperaré a escuchar una excusa de tu parte, pero quiero ser sincero contigo. Lo que pasó hace algunas horas fue un error de tu parte y no volverá a pasar, no permitiré que vuelva a pasar.
Mis últimas palabras fueron presentadoras de las primeras lágrimas que se asomaban en el rostro abatido de ella. Sin embargo, debía trazar una línea entre su amistad y los sentimientos de Sumni.
—Sunbae, me gusta mucho. Y-yo jamás antepondría mis sentimientos en nuestra relación, no me rechace cruelmente por favor, le pido que lo piense. He guardado en lo más profundo de mi pecho el deseo de estar con usted durante algún tiempo, pero el alcohol me jugó una mala pasada.
Suspire con pesadez.
— Dejemos las cosas así, ¿Bien? Haré como si no paso nada entre nosotros y-
— Jungkook Sunbae, no ha entendido mis palabras. No deseo que me rechace, deme la oportunidad de demostrarle que puedo ser buena con su corazón.
Jamás había rechazado a alguien y siendo esta mi primera vez me sentí atacado. Lo último que esperaba era romper su corazón.
Desde que tengo memoria recuerdo mantenerme en la postura de no provocar en las personas cosas que no deseaba que me provocaron a mi. El dolor del rechazo no era momentáneo, se mantenía perenne y volvía ligero con el pasar del tiempo, pero no se iba. El rechazo es, en pocas palabras, una cicatriz.
Sumni no merecía que yo dejara una cicatriz en ella.
— Tendré en mente tus palabras, pero por el momento guardaré mi distancia hasta darte mi respuesta.
Me aleje de ella lo más pronto que mis pies y mi consciencia me permitió.
Carter debe estar odiándome con cada partícula de su ser en este preciso instante, pero debía ir donde ella y explicarle lo que ocurrió.
Anoche fue un poco tormentoso para mí, lidiar con dos personas ebrias se debería considerar un martirio que no muchos sepan sobrellevar. Sumni se tropezaba con sus propios pies y quería ir al baño por sí misma.
La acompañé para evitar algún accidente, pero creo que las cosas no salieron como esperaba.
Las manos pequeñas y delgadas de Sumni aún podía sentirlas sobre mi rostro, eran cálidas con un toque muy delicado, sus labios sobre los míos con un sabor a alcohol mezclado junto al labial, la sensación claramente era distinta a cuando compartía besos con Carter.
No podía sentir en mi estomago ese cosquilleo tan particular, ni la calidez repentina de mis mejillas avergonzándome cuando me distanciaba.
Sus labios eran un poco finos, delicados y definidos, sofisticados. Cómo podría olvidarme de ellos. Con Carter era única cada una de las sensaciones que recorrían mi cuerpo, era como estar acorralado y emocionado al mismo tiempo.
Ser buena para mi corazón. Yo no necesitaba eso, no lo quería.
Mire sobre mi hombro a la dirección de la que venía. Sumni era muy linda, pero no podía darle algo que no naciera de mis sentimientos.
Carter no rompería mi corazón, estoy seguro de eso. Había una mayor probabilidad que terminará en desastre, pero no quería soltarlo aun. No quería soltar a Bullet.
Camine a mi habitación, tenía que ducharme urgentemente porque aun sentía mi cuerpo pegajoso. Debía estar fresco si tenía que enfrentarme a Carter. A pesar de que desee acostarse en la cama apenas entre en mi pequeña guarida, tome la toalla del pequeño estante e ingrese al baño.
El agua era cálida, cosa que agradezco, muchas veces las tuberías conspiraban en mi contra y me obligaban a bañar con agua helada. Dejé escapar un suspiro mientras tiraba mi cabeza hacia atrás, las gotas de agua caían directamente en mi rostro.
Fantástico. Fue fantástico, el resto de mi ducha la tomé con calma. Mi mente en blanco era lo único que necesitaba en ese momento.
Cuando finalmente salí de la regadera y me vestí, busqué cualquier cosa en mi habitación que pudiera regalarle a Carter.
Absolutamente nada.
No le regalaría chocolates otra vez, a pesar de que la idea de una flor la primera vez descarte ahora mismo es lo único que venía a mi cabeza. Prefería arriesgar todo a no hacer nada.
...
—Vamos, Jungkook.
— Da miedo que te hables en voz alta a ti mismo.
Lo mire molesto, lo había llamado para que me diera animos y lo unico que conseguia era ponerme nervioso.
— Si no me apoyaras deberías dejarme solo.
— No digas estupideces Jungkook. Solo es para aliviar el ambiente.
De mi garganta salió un quejido mientras pasaba mis dedos por mi cabello, debo tranquilizarme antes de meter la pata más al fondo.
— A ver si entendí. — Youngjin se paseó por la habitación moviendo sus manos como si quisiera explicar una vez más el problema. — Sumni y tu se besaron anoche.
— Si. — afirmé sin ganas.
— ¿Te gustó?
— No.
— Wow, recuerdame jamás tener sentimientos por ti. Eres un témpano de hielo. — su boca formó una mueca que parecía una falsa de angustia, junto a sus manos posándose en su pecho.
— No siento lo mismo que ella, no puedo hablar de ese beso sin pensar que no fue por mutuo gusto. Es muy linda, pero no siento nada por ella.
— Un beso jamás debería ser mal recibido... — murmuró y yo lo observé con molestia. — Bueno bueno, entonces luego de eso la llevaste a un hotel para que durmiera.
— Así es.
— ¿Y por qué no la llevaste a su habitación? — inquirió frunciendo su entrecejo.
— Me rogó que no la llevara ahí. Su compañera odia a las personas que beben e hizo una queja a las autoridades sobre su roomie anterior por llegar ebria. En el hotel, ella durmió lo que restaba de noche mientras yo la vigilaba.
Al cerrar la puerta de aquella habitación de hotel sus labios volvieron a caer sobre los míos, sus manos sostuvieron mi rostro para que no me alejara de ella y luego de un pequeño momento tuve la oportunidad de guiarla a la cama en la que se desplomaría dormida.
Recuerdo la molestia que se formó en mi pecho, junto a la culpa y decepción. Desee no tener que enfrentarme a ella y hablar desde mi corazón.
— Después de eso es que viste a tu amada afuera de tu habitación por casualidad. — recordó.
— Si, nos encontramos y Sumni tomó mi mano. — apreté mis labios al recordar el gesto que hizo Carter. — Ella probablemente me odie y las flores que compraste son para ella.
Youngjin me miró incrédulo antes de soltar una carcajada.
— Deseo conocer a la afortunada que robo tu mezquino corazón.
— Sigue deseándolo.
Arrebate la flor que sostenía entre sus dedos y me dispuse a encontrar a Carter, no sin antes cerrar la puerta con un golpe seco.
No me importaba, en este momento no me importaba que Carter me lanzara un zapato o tratara de ahorcarme, solo espero encontrarla y que las cosas no se compliquen entre nosotros.
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𝐁𝐔𝐋𝐋𝐄𝐓 - 𝐉𝐉𝐊 © (Completa)
Fanfiction"La ambición es destructiva e incontrolable, comparable como un monstruo. Sin embargo; ¿Qué tan devastador puede ser un monstruo creado a base de ambición?" ||| Aunque para cualquier estudiante seria una emocionante aventura que los incluyan en algu...