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Apretó el gatillo repetidas veces vaciando el cartucho en dirección al blanco. El arma era pesada, pero aun así la mantuvo firme con una sola mano.

Siempre fue alagada por su puntería y firmeza. Estaba orgullosa.

Y papá también.

-Esplendido. Simplemente esplendido. – Alago aplaudiendo el mayor quien la observaba atentamente a sus espaldas.

Carter era su mayor recordatorio de la mujer que tanto quiso. Aunque no compartieran rasgos tenían impregnada una esencia de fortaleza envidiable, llamativa y cautivante.

La amaba.

Amaba esa fuerza. Y batallo para crear una mejora en ella.

Bullet era más que un apodo. Era el puesto de ellas, de ambas. Carter se convirtió en su creación más preciada.

Durante tantos años las vio entrenar arduamente, esforzándose para ser alagadas y adoradas. Analizaba sus fallas y corregía. Eran su secreto mejor guardado.

La bala para corregir los errores. Se consideraba a él mismo como el portador del arma, quien apuntaba, y ellas eran sus proyectiles quienes alcanzaban su objetivo para acabar con él.

-Mejoro por ti.

-No esperaba menos, cariño. -Sonrió ampliamente mientras tocaba el hombro de la castaña. – Tenemos que hablar, deja todo en su lugar. Te esperare en la oficina.

Pasaron unos minutos en los que Carter organizaba el equipo y anotaba cuales fueron las piezas que utilizo en la carpeta aun lado de la puerta. Los registros aplicaban para cada persona que ingresaba y utilizaba armamento o implementos para entrenar. Nada podía salir del orden.

Conforme avanzaba a la oficina mas fuerte era su malestar. A este punto no diferenciaba el físico del emocional. No se detuvo a pensarlo mucho y dejo que desapareciera después de hablar con papá. Miraba por encima a todos los que se atravesaran un poco en su camino, y estos la saludaban con una gran reverencia. La posición de Carter en la organización era indiscutible e imponente, contraria a la de Seojun.

Que, a pesar de ser el encargado de la protección de Carter solo era percibido como una cortina de humo por los demás miembros. No le debían respeto, pero a la castaña sí.

La observo pasar por sus narices sin si quiera dirigirle la mirada, los murmullos y pequeños abucheos dirigidos hacia su persona luego de que ella desapareciera del panorama no se hicieron esperar al igual que su molestia.

Las asistentes le dieron paso a la oficina evitando a toda costa cruzar miradas. La muchacha podía sin esfuerzo oler la incomodidad de ellas al tenerla presente.

-Cariño, luces un poco tensa... ¿La universidad te trata bien? ¿El entrenamiento choca con tus clases? – no la miraba. Tenia la vista clavada en el ordenador.

-No. Solo no he entrenado lo regular. – dijo mordiendo un poco el interior de su mejilla.

-En buena hora lo mencionas, tengo nuevas noticias con respecto a tus entrenamientos. Tienes otras prioridades ahora. -Menciono dedicándole, ahora sí, toda su atención. – Tu compromiso requiere de nuevas modificaciones en tu tiempo dentro de la organización.

-Puedo tomarme un tiempo de la universidad si así lo requiere.

-No, cariño. No estas entendiendo. Estas siendo suspendidas de tus actividades. – anuncio asintiendo, acentuando su razón con ese gesto. – No estarás dentro de ninguna misión, enfrentamiento, carrera o investigación hasta concretar la unión con la familia Kim. Quiero decir, no tendrás acceso a las instalaciones sin algún llamado emitido por mí, y así mismo, Seojun estará fuera de su línea, él compensará sus horas como chofer a tu disposición. Tu seguridad es la prioridad en este momento.

𝐁𝐔𝐋𝐋𝐄𝐓 - 𝐉𝐉𝐊 © (Completa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora