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Tengo hambre y ya no tengo dinero. Hubiera guardado el dinero que me dio el detective para una emergencia como esta en lugar de comprar pollo frito y Soju.

No me arrepiento, pero pensar en lo que comí me hace gruñir el estómago. Cabizbajo camine por la facultad de economía para llegar a mi dulce y cálido nido de desgracias.

Sin embargo, un cuerpo más bajo que el mío chocó contra mi pecho haciendo que retrocediera por la velocidad en que ocurrió. Su hombro golpeó mi pecho quitándome un poco de aire. Por instinto, busqué el rostro de la persona, y vi un entrecejo fruncido en la cara de una chica.

El cabello marrón y ojos claros de la chica eran bastante llamativos al igual que las pequeñas manchas en sus pómulos. Sus rasgos coreanos eran bastante acentuados, pero contrastaba con el tono de su cabello y ojos. Será por el corto momento en que la pude admirar o la impresión de ver a alguien con el cabello aclarado y pupilentes lucirlos tan bien que parecieran reales que no aparte mi vista de ella.

Podía simplemente ser resultado de la luz solar.

—Apártate. — Soltó chasqueando la lengua antes de empujar con su mano mi hombro y continuar con su camino a no sé dónde.

Continué caminando mientras pensaba en lo grosera que fue. No era nuevo para mí que algunas chicas chocasen conmigo a propósito e hicieran caer sus libros para que las ayudara, tal y como en los dramas. Usualmente estas eran del nuevo ingreso y eran motivadas por sus amigas que les echaban porras a distancia.

Youngjin tomaba a broma mi torpeza, pero aquello salía de mis manos.

Ingresé el código en la cerradura de mi puerta para darme paso a mi acogedora habitación. El alivio de estar en un lugar seguro me hace recordar la misma sensación que recorrió mi cuerpo al alejarme de aquella chica.

Ella había impregnado mi piel de temor. Tuve pesadillas y ahora recuerdo pequeños detalles.

"El hallazgo de dos cuerpos en los capos de dos autos en diferentes lugares de la ciudad esta mañana ha dejado perturbados a quienes los encontraron. Se presume que es un delito de venganza entre bandas delictivas de la ciudad de Seoul. El equipo forense detecto el uso de distintos instrumentos para ejercer tortura sobre las víctimas..."

Fui atacado por una sensación de vértigo.

Las imágenes de los autos que perseguían a Bullet en la tv hicieron que toda mi sangre drenara a mis pies. La voz de la señora de las noticias seguía retumbando en la habitación, pero su voz era amortiguada por los fuertes latidos de mi corazón.

Haber estado tan cerca de ella y que probablemente su gente, y ella, sean los responsables de lo que estaba siendo reportado provocó que mis piernas flaquearon y olvidara cómo se respiraba correctamente.

Lograba escuchar palabras como; quemaduras, amputaciones, arma de fuego y todo caía en mi subconsciente como granizo. Mi peso cayó en la cama y mis manos en mi rostro.

Esa presión invisible pero palpable en mi pecho y el nudo en mi garganta que sencillamente no me dejaba pensar con claridad eran señales con banderas rojas que debía alejarme lo más posible de lo que sea en lo que estuviera involucrado.

En algún momento tuve una pequeña idea de la gravedad de este tipo de casos y de las personas que vivían de este estilo, pero al escuchar cada una de las atrocidades que les hicieron a esos sujetos mi inocente idea se fue a una fosa sin fondo para ser suplantada por una turbia e inconcebible narrativa de lo que ella era capaz de hacerme si no hacía lo que pedía.

— ¿VAS A ABRIR LA MALDITA PUERTA O QUÉ? — El grito de mi escandaloso e imprudente vecino quitó mi pesadilla consciente de mis pensamientos para reemplazarlos por los fuertes golpes que daba en la entrada.

𝐁𝐔𝐋𝐋𝐄𝐓 - 𝐉𝐉𝐊 © (Completa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora