Capítulo 25

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Durante la tarde tuvieron el miedo de que algo inesperado suceda y les arruine los planes pero como si los dioses o el tiempo meteorológico se hubiera puesto de acuerdo, la noche se encontraba en un pacífico silencio, con un clima templado ideal junto a los tranquilizantes sonidos de la naturaleza provenientes del bosque cercano a Karmaland; lo malo de que haya coincidido con una linda noche, es que el trio de amigos que accedieron a infiltrarse no tenían ninguna excusa para alargar este momento.

No habia forma de ir a la prisión de Karmaland más temprano, todos tenian entendido que los guardacárceles más corruptos trabajan en el turno noche y no podían acudir al lugar en plena tarde porque podían correr el riesgo de comentarle de la corrupción a la persona equivocada. No habían excusas, Lolito y Auron deben admitir que se encuentran un poco nerviosos aunque saben disimularlo bastante bien y debido a los cargos que ejercieron en el pasado o que ejercen actualmente, están un poco acostumbrados a tratar las cosas con calma o a dejar de lado los nervios; por otra parte, Alexby está un poco más entrenado para este tipo de misiones aunque nunca antes haya tenido que infiltrarse.

—Quiero hablar con el jefe —exclamó Lolito dirigiéndose al guardia que se encontraba resguradando la entrada a la prisión, el guardia al que se dirigía cada vez que Muñoz le llamaba para encomendarle la tarea de atrapar a un criminal que se haya "escapado".

—¿Pero qué haces? Se supone que él debe llamarte, no puedes venir sin avisar —el hombre le dedicó una fugaz mirada a Auron y Alexby, desconfiado —¿Por qué los traes a ellos? El jefe confía en ti, no te atenderá si vienes con más gente y sin avisar.

—Ellos son héroes de Karmaland, no son cualquiera y dejanos pasar, no molestes. A él le interesará lo que venimos a decirle —antes de que el hombre pudiera objetar, Lolito continuó —. No entiendo porque hablas de esta manera, como si estuvieramos haciendo algo incorrecto.

Una pequeña indirecta estaba implícita en ese comentario, aunque se supone que ninguno de los tres visitantes tiene conocimiento de ningún tipo de corrupción.

—Tú sabes que es poco ético contratar a un cazarrecompensas teniendo a policias a tu disposición —el hombre soltó un suspiro —Está bien, podéis pasar, después de todo nuestro jefe es "amable" y los recibirá a pesar de la hora a la que habéis decidido venir —disimuló el guardia, dejandoles pasar.

Desde allí pudieron escuchar como el guardia que les dejó pasar intentaba justificar su acto con su compañero, es obvio que el horario de visitas terminó hace horas y no se supone que extraños ingresen al edificio a estas horas.

Claro está que no iba a ser nada fácil; poder ingresar al edificio y poder caminar libremente allí son dos cosas distintas, porque es diferente ingresar siendo visitante, preso o policía. Los tres sentían miradas pesadas seguirlos, temian que ¿el plan? Se echara a perder, aunque, ¿habia un plan? Lo único que les indicaron es que se infiltraran de alguna manera y consiguieran la mayor información posible, por un momento contemplaron la posibilidad de ingresar fingiendo ser policias pero ese plan tenía muchos fallos y podía salir mal de varias maneras, pese a esto, Alexby se vistió de policia y a Auron le otorgaron una placa de policia para que pudiera utilizarla en caso de necesitarlo.

—¡Hey, vosotros tres! ¿Qué hacéis aquí? El horario de visitas terminó hace horas, no podéis estar aquí —les regañó un guardia, los héroes intercambiaron miradas.

—Muñoz nos mandó a llamar, es un asunto de suma importancia —mintió Alexby.

—¿Ah si? ¿A esta hora? Venga ya, tirar pa' fuera o ir a la casa de vuestra madre a ver si les cree ese cuento ¿qué os parece? —respondió escéptico el guardia, comenzando a empujar al de mechón rubio con la intención de sacarlos de allí.

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