Capitulo 5: La cueva

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La entrada de aquel túnel era oscura como boca de lobo, por suerte en la mochila de Emily había una potente linterna.

Avanzamos con paso firme entre estalactitas y estalagmitas, mientras observábamos el piso para evitar una caída fatal hacia las puntiagudas rocas; más de una vez tropezamos, pero por suerte no caímos.

Mientras nos acercábamos a esa parte del túnel infestada, una rata mutada chillo y se abalanzo sobre nosotros con las fauces abiertas; en un rápido movimiento puse mi espada con la punta hacia el hocico de la criatura, la cual termino empalada en esa parte. Emily por su parte estaba horrorizada por el repentino ataque del roedor, clavaba fuertemente sus uñas en mi brazo y cubriendo su cara con mi hombro.

-Ya paso, tranquila. - le dije mientras acariciaba suavemente su espalda.

En ese momento Emily me confeso:

-Le tengo una terrible fobia a los roedores.

Entonces sentí que debía protegerla a toda costa, pero no solo eso sentí una sensación que jamás había experimentado. No sé cómo explicar la sensación que experimentaba en este momento, pero para no dejar esto así, solo puedo decir que me sentía muy feliz.

-Prosigamos, entre más pronto salgamos de aquí, mejor. - le dije mientras levantaba su cabeza.

Finalmente llegamos al final de la cueva y entonces vi como una gran cantidad de Nightmares de diferentes especies se acumulaba cerca de la salida.

-Es aquí, puedo ver luz por el túnel de allá. - dijo Emily señalando donde se encontraban los mutantes. - ¿Pero ¿cómo pasaremos a través de ellos?

Miré mi alrededor para buscar otra salida, pero no vi nada más que rocas, murciélagos mutados y una grieta por donde salía agua...

¡Agua! Eso sería perfecto para poder mover a esas criaturas del camino. Al parecer Emily me leyó la mente porque de su mochila saco una granada que venía con sus pertenecías.

-Hagámoslo. Salgamos de aquí. - le dije mientras tomaba la granada y me dirigía hacia la grieta intentando no hacer ruido para que los Nightmare no me detectaran.

Llegué a aquella grieta e introduje la granada, quite el aro para activarla y me moví con rapidez a donde se encontraba Emily.

-Cúbrete los oídos.

Ella acato mi orden y coloco sus manos en sus orejas al mismo tiempo que yo, no paso mucho cuando escuche el estallido a mis espaldas seguido del rugir de la corriente del agua.

Los Nightmares soltaban alaridos de confusión al no saber de dónde provenía el alboroto.

Le hice a Emily la señal de que corriera antes de que nos detectaran a nosotros también. La tome de la muñeca y corrimos hasta el origen de la luz, esquivando los ataques de las grotescas criaturas. El agua subía y se nos hacía difícil caminar, por lo que al estar a un nivel alto comenzamos a nadar.

Algunos Nightmare sucumbieron por ahogamiento y sus cuerpos flotaban. Era un espectáculo macabro, cuando de pronto un cuerpo se hundió.

De pronto emergió un lomo escamoso emergió a la superficie, deslizándose a través del agua. Un cocodrilo.

Asustado, le dije a Emily que se apresurara. El reptil comenzó a tomar el aspecto de un infectado ya que su coloración se oscureció. Cuando ya estaba a escasos metros de nosotros, logramos tocar tierra y comenzamos a correr, el cocodrilo que ahora tenía un horrendo aspecto ya que su mandíbula se agrando al igual que sus dientes y garras, salió del agua y comenzó a perseguirnos.

Podía ver la salida del túnel, pero me aterraba que aquel animal nos siguiera el paso, hasta que vi como una granada rodó en dirección de sus fauces.

El cocodrilo se la trago y en unos segundos después estalló, reduciéndose a un montón de piel, sangre y vísceras que salieron disparadas.

Vi que Emily se acomodaba su mochila y me alegré de que tuviera otra granada.

Finalmente llegamos a la salida. La luz del sol me cegó por un momento al punto de que tuve que abrir poco a poco mis ojos mientras se ajustaban de nuevo a esa intensidad

-Debo volver con mis amigos, estaremos más seguros en donde están ellos ahora. – le dije mientras nos dirigíamos hacia la ciudad.

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