Capítulo 26: Campo De Batalla

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Iniciando archivo adicional del sujeto: Kyle Thompson

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Las alarmas sonaron anunciando la llegada del enemigo, a lo lejos, a través de los pastizales, se podían divisar distintas figuras acercándose. Estaba al frente de la tropa de reclutas prodigio, pero no éramos los únicos, al parecer todos los habitantes habían venido a luchar, todos con distintas armas.

Además, encima de varios edificios, había personas con rifles de francotirador y arcos, entre ellos Alison. Los demás estaban repartidos en el grupo o en el camino a la fábrica.

El suelo comenzó a temblar, estaban cerca, las alarmas se quedaron calladas y el ambiente se comenzó a llenar de rugidos y chillidos. Una voz detrás nosotros dio una señal y comenzaron a disparar los tiradores y arqueros. Además de alguna otra parte dispararon cañones y una catapulta. Un helicóptero de combate también hizo acto de presencia y soltó una ráfaga de balas con su ametralladora.

Una vez que los proyectiles cesaron, las tropas soltamos un grito bélico y comenzamos a correr hacia la ahora reducida horda. El robot comenzó a desviarse al ver a Erin, lo que nos hizo saber quién lo manejaba. Ella también lo notó y salió corriendo en dirección a la fábrica. Pero aún corríamos peligro, en alguna parte de la horda, la criatura extraña de la que nos habían advertido seguramente nos acechaba.

Mientras pensaba esto, los dos grupos chocamos finalmente. A pesar de que los Nightmares tenían mejoras en sus cuerpos, no me fue problema partirlos con la katana. Quien sea que haya tenido este plan fue un estúpido. Ni siquiera era porque estaba infectado y se pudiera decir que tenía más fuerza, ya que los demás tampoco estaban teniendo problemas. Si, unos cuantos ya habían muerto, pero la ventaja que les habíamos sacado con la estrategia de los proyectiles había sido abrumadora.

No quedaban demasiados cuando vimos que en la tierra se movía algo, y en unos segundos, un monstruoso ciempiés salió de la un agujero y mató aproximadamente 10 de los nuestros. Corrí a auxiliar a los que estaban en las cercanías y a intentar acabar con la bestia. Todo el lugar estaba lleno de cuerpos de mutantes y uno que otro humano, mientras seguían cayendo más y más, el ruido de metal contra metal, disparos, gruñidos y gritos era lo único que se escuchaba.

Por fin llegué a donde el ciempiés y comencé a dispararle. Su exoesqueleto parecía estar blindado, ya que ninguna bala le hizo daño, solo hizo que se enfureciera y se concentrara en mí. Nadie parecía querer acercarse y mejor se fueron a acabar con el resto de los monstruos. Aproveché el momento para poder mutar mis brazos, lanzándome al lomo del animal, golpeándolo y rasguñándolo para romper una placa de su dura coraza. Levanté la mirada y vi que estaba acercando su cabeza a mi para comerme. Tomé mi katana y salté hacia sus fauces, dándole un tajo vertical que lo hizo retroceder.

Regresé a la zona ligeramente dañada para continuar rompiendo la placa. De pronto escuché que alguien gritó mi nombré. Jason estaba a la izquierda del monstruo, cargando un lanzacohetes.

- ¡Baja de ahí, le daré un poco de esto!

Obviamente le hice caso y salté a donde estaba. Mi amigo disparó y al momento en el que la ojiva explotó, el exoesqueleto del ciempiés se rompió. Con la katana en mano, me abalancé una vez más a su lomo y comencé a partirlo a la mitad. Misteriosamente, en vez de que su interior pareciera el de cualquier insecto, parecía estar relleno de carne, y sangraba. Lo que sea que fuera esa abominación, estaba ahora muerta, partida en dos.

Por el ajetreo no me di cuenta de que algunas personas habían visto lo que había sucedido, pero en vez de reaccionar mal o entrar en pánico, me felicitaron y agradecieron por lo que hice, aunque con una expresión de confusión por no saber cómo es que no era un Nightmare.

-Bien hecho, ya hemos ganado la batalla prácticamente, no quedan muchos y ya se están haciendo cargo de ellos. -me dijo Jason. -Ahora sigamos con...oh mierda...

Sonidos parecidos a como cuando alguien pisa lodo comenzaron a sonar detrás de mí. Me giré y lo que me temía sucedió, de la mitad inferior salió la mitad superior de un humano, en donde deberían estar los ojos había dos largas antenas y sus brazos tenían dos púas en el lugar de las manos.

- ¿No te podías haber quedado muerto?

La criatura se acercó a mi buscando la revancha, esta vez era más rápida, pero su poder defensivo era menos. Su estrategia tampoco era muy compleja, sin embargo, en un descuido por poco y me alcanzaba a atravesar. Quería decapitarlo, pero por más que lo intentaba, no encontré la abertura en sus ataques para hacerlo. Miré a mi alrededor buscando algo más fuerte que mis armas. Uno de los soldados caídos tenía un lanzallamas, así que lo tomé y dejé salir la llamarada a ese cuerpo deforme, la cual empezó a chillar y retorcerse, pero aún no era suficiente para que cayera, seguía acercándose a mí, arrojando picotazos al aire. Deje salir una segunda llamarada, esta vez más cerca y más tiempo, hasta que por fin se tuvo que sostener con los brazos. Dejé el lanzallamas, tomé de nuevo mi katana y le di el golpe de gracia. Su cabeza se separó del torso y cayó al suelo rodando. Segundos después, el cuerpo entero se desplomó, levantando una nube de polvo y hierba. Comencé a escuchar aplausos y al mirar a todos, vi que toda la horda de Nightmares había perecido. Algunos se me acercaron y comenzaron a hacer todo tipo de preguntas, mientras que yo no sabía que responder. El General se subió a una piedra de buen tamaño.

-Lo han hecho genial, claro, perdimos a algunos valientes, pero no nos aniquilaron cómo pensábamos que pasaría. Aun así, estemos atentos, no sabemos si esto solo fue el inicio o de verdad hemos ganado. Solo esperemos que sea lo segundo. Lo mejor sería que esperemos un rato aquí.

Estaba en lo cierto, había sido relativamente fácil, por lo que como dije, si esto fue todo, el del plan fue un estúpido.

De pronto, una explosión interrumpió los murmullos que sonaban después del discurso del General. Aun había personas combatiendo dentro de la ciudad con un robot de batalla. Fui por Edward, Jason, Susan, Alison y Alice, que también habían luchado contra la horda. Les expliqué lo que noté cuando el conductor de esa máquina vio a Erin y que sabía quién era por eso, a lo cual no tardaron mucho en darme la razón y en empezar a dirigirnos a donde la fábrica. Esperábamos que todo estuviera bien de ese lado también.

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