Capítulo 24: En el territorio enemigo

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Iniciando archivo adicional del sujeto: Kyle Thompson

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-Tendremos que dejar esto en tus manos, Zack no está en condiciones de hacer esto, elige a algunos de tus amigos y realiza esta misión. -dijo la señorita Cassandra.

Acepté inmediatamente, quería ayudar a mi amigo. Llamé a Jason, a Edward y a Donia, necesitábamos a alguien que conociera el lugar.

En el crepúsculo del día siguiente nos reunimos en la entrada de Utopia, donde varios soldados nos equiparon de pies a cabeza, con equipos de visión nocturna, cuerdas, cuchillos, trajes oscuros, radio, chalecos antibalas, armas con silenciadores y munición.

En cuanto estuvimos listos, nos subimos a un helicóptero y partimos a nuestro destino. Eran las 8 de la noche, nadie decía ni una palabra, pero sentía como todos estábamos nerviosos, pero ahora no se me ocurría nada que decir para calmar un poco las cosas.

-Oigan chicos, lo vamos a lograr, somos los mejores, Zack nos espera. Ya vamos a llegar, encendamos los radios y los mapas, Jared ya debe haber enviado toda la información.

Parecía que se habían calmado un poco, el helicóptero comenzó a descender y a lo lejos se veían pequeñas luces, provenientes de nuestro destino. Parecía una población común y corriente, pero todos sabíamos que quienes estaban ahí eran en realidad unos desgraciados.

-Es lo más que nos podemos acercar sin que nos escuchen, nosotros los esperamos aquí, buena suerte y estamos en contacto, si fallan, lamento decirles que estarán por su cuenta, pero confiamos en que lo lograrán. -comento el copiloto antes de que comenzáramos a recorrer la carretera hacia los Fénix.

El aire era diferente, al igual que el paisaje, era árido y desolado, y un olor a putrefacción contamina el ambiente. Activamos la visión nocturna y comenzamos a caminar por el asfalto aun caliente, atentos por si algún hostil se nos acercaba, Nightmare o humano. Cada vez que dábamos otro paso, el asqueroso olor se hacía más fuerte, hasta que por fin llegamos al origen...un campo lleno de cadáveres con todo tipo de heridas, desde un tiro a la cabeza, hasta otros decapitados o acribillados a niveles exagerados.

Para evitar ver esa mierda, mantuvimos la vista al frente y aceleramos el paso, hasta que de nuevo la peste disminuyó.

Las luces estaban cerca, por lo que decidimos salir de la carretera y entrar a los pastizales amarillentos y secos que rodeaban al pueblo.

Los horrores no terminaron, conforme nos íbamos acercando, los ecos de gritos y lamentos rompían el silencio de la noche, aumentado de volumen conforme nos acercábamos a una zanja llena de agua.

Al parecer no había nadie cerca de donde nos encontrábamos, por lo que antes miré a los demás y les hice la señal de que avanzáramos por las zonas oscuras.

-Separémonos, y al final nos reunimos todos en zona donde encontraremos los fármacos necesarios. -y dicho y hecho, avanzamos por caminos diferentes después de cruzar la zanja.
Revisé el mapa que nos había enviado Jared y vi que ya no estaba lejos, pero había tomado un camino complicado, me encontraba muy cerca de la armería y ya no podía regresar porque unos miembros de esa basura de lugar habían comenzado a rondar por las cercanías. No tuve más remedio que avanzar y prepararme por si debía eliminar a alguien.

Unos metros más adelante, vi como llegaba la que parecía ser Donia por detrás de los almacenes, por un muro, y enfrente de ellos, dos sujetos completamente despistados.

Tomé dos de los pequeños cuchillos que nos habían dado, me cercioré de que no hubiera nadie que pudiera darse cuenta de lo que estaba a punto de suceder, y una vez que estuve seguro de ello, di un pequeño golpe a uno de los delgados árboles, lo cual sobresaltó al par de guardias. Una vez estuvieron lo suficientemente cerca, salte de mí escondite y clavé los cuchillos el sus cuellos, matándolos al instante.

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