Bacteria

Capítulo FINAL: Te Salvaré (Parte 2)

-Justo a tiempo, Emily. - dijo Sergei entre jadeos.

Y así era, frente a mi estaba ella, vestida con un abrigo negro, guantes blancos y largos, debajo del abrigo llevaba una camisa blanca, pantalones grises y botas cafés.

El psicópata comenzó a reírse.

-Arrodíllate ante tu reina, Zack. ¿Creíste que tenías el poder absoluto? Que ingenuo. Ella es quien acabará con todo rastro de debilidad, empezando por ti. -me di la vuelta para confrontarlo, pero había usado un gancho y una cuerda para escapar por el exterior de la torre. Tuve la idea de quitarlo y que cayera, pero él se dio cuenta y siguió bajando, usando sus manos transformadas en garras.

Me giré hacia Emily, pero al parecer estaba mutando. Se transformó en algo muy parecido a mí, solo que, con sus rasgos faciales, con garras muchísimo más grandes y cabello más largo, además de que en su caso se extendía hasta sus piernas, dándole más musculatura. Dio un rugido desafiante y me miró, esperando a que yo hiciera lo mismo.

-Supongo que no tengo más opciones, aunque me esperaba algo así. -y dicho esto, me transformé también.

Corrimos en dirección al otro, pero al momento en el que chocamos me di cuenta de que, si era mucho más fuerte y que había sido una mala idea un ataque frontal, puesto que caí de espaldas. Antes de que pudiera levantarme, ya la tenía enfrente de nuevo, y con una gran velocidad, me dio una fuerte patada que apenas logre cubrir con el brazo y me lo dejara adolorido. Aproveche la oportunidad y la tomé de la pierna, y con un fuerte tirón, logré hacer que perdiera el equilibrio y atestarle dos rasguños en el torso, lo cual solo la hizo enfurecer y que me regresara el ataque en la cara. Sentí como un poco de sangre brotaba de la herida que me escocia.

A pesar de su apariencia salvaje, sus ataques eran muy coordinados. Cada intento que yo realizaba por noquearla, ella me lo devolvía, y cuando ella era quien tomaba la ofensiva, me costaba mucho defenderme. Sin embargo y de alguna forma, la pelea se mantenía pareja, ambos nos veíamos algo heridos y cansados, pero ninguno se doblegaba.

Intenté atacarla con un suplex, pero antes de golpear el piso, puso sus manos y realizó una voltereta hacia atrás para escapar. Después de eso, dio un salto y me intentó patear, pero de igual manera lo esquive de puro milagro.

-Por favor, Emily, para de una vez, soy yo, Zack. Vamos a casa para curarte. -dije en un tono preocupado por la integridad de ambos.

Ella solo soltó un gruñido y se abalanzó sobre mí. Aproveché la oportunidad y le di un fuerte golpe en la cara que la dejó aturdida. Me miró con unos ojos llenos de tristeza.

-No puedo parar, siento como esto se apodera de mi...Debes detenerme antes de que sea tarde...creo que aquí viene otra transformación...Por favor...ugh... ¡AAAHHHH!

El grito de dolor de Emily me llegó hasta el corazón, calló de rodillas al suelo, retorciéndose y con una respiración agitada, mientras dé la espalda comenzaron a salir dos pares de alas, unas parecidas a las de un pájaro y las otras parecidas a las de un murciélago. Se puso de pie y se hizo un pequeño corte en una de las primeras, tomó un poco de su sangre y me hizo que la tomara.
-Lo vas a necesitar, cueste lo que cueste, no dejes que destruya este mundo. -me mostró una ligera sonrisa y después de eso se fue volando.

Después de unos 7 segundos, un dolor agudo recorrió mi espalda, y cuando menos lo esperaba, comencé a sentir bastante peso extra. Yo también había desarrollado alas, así que me tomé unos minutos para acostumbrarme a ellas y en cuanto sentí que tuve el control, me dispuse a seguirla.

Comenzaba a amanecer, el sol le daba un color anaranjado y por otros lados azulado al cielo, y la enorme tormenta se alzaba como una gran pared oscura con los destellos de los relámpagos.
Pase por una nube blanca, y para mí mala suerte, comencé a alucinar de nuevo. Frente a mí estaba Emily con su aspecto humano, extendiendo su mano hacia mí, y yo intenté alcanzarla. Regresé a la realidad de golpe y solo la vi a ella transformada, intimidante y a la vez bella.