Capítulo 14: La invasión

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"... ¿funcionó?"

Sentía como iba recuperando el conocimiento. Pero algo se sentía diferente...abrí los ojos y lo primero que vi era el cielo lleno de nubes grises que dejaban caer gotas de lluvia, el agua recorría mi rostro.

Cuando por fin estuve con mis sentidos al 100%, me incorporé, fue entonces cuando vi mi torso desnudo y brazos, eran de el mismo color que la piel de un Nightmare, tenía los guantes de cuero puestos, pero pude notar que el final de mis dedos ahora se asemejaba a pequeñas garras. Miré mi reflejo en uno de los charcos: el color negro de mi piel se terminaba al llegar a mi cuello, que era seguido por un tono azul pálido, casi blanco, los iris de mis ojos ahora era roja carmesí y mi pelo estaba más largo y alborotado.

Después de salir del shock en el que me quedé, miré a mi alrededor, estaba rodeado de escombros y edificios colapsados, hasta que al dar la vuelta noté que estaba frente al hospital y la ambulancia donde me escondí cuando todo inicio.

Lentamente me acerqué al vehículo, con precaución y miré por la ventana. Ahí estaba yo de pequeño, durmiendo.

De pronto sentí una presencia detrás de mí. Una persona de mí mismo tamaño con un abrigo con capucha, la cual le tapaba la cara, me miraba fijamente.

- ¿Quién eres? -pregunté, con mi voz que sonaba como la de un demonio.

El misterioso sujeto señaló detrás mío, me giré y vi que varios Nightmare se acercaban a la zona donde estábamos.

No traía mis armas, así que decidí utilizar mis recién adquiridas garras.

El extraño sacó una espada parecida a la mía y se fue en dirección de los Nightmares, cortando a todo el que se le ponía enfrente con facilidad, incluso parecía que no se esforzaba.

Sin darme cuenta unos diez mutantes se habían agrupado frente a mí, gruñendo y babeando. Detuve al más cercano agarrándolo del brazo y lo arrojé fuertemente contra los otros.

"Vaya, también tengo más fuerza" pensé, sorprendido por mi nueva habilidad.

Fui acabando con todos, desmembrando y destrozando a todo mutante que se me acercara. Mientras tanto el extraño ya había terminado con todos los Nightmares cercanos a él. En un descuido, uno logró tirarme al piso y junto con otros, se abalanzó sobre mí. Fue entonces cuando escuche un chasquido y los monstruos habían sido convertidos en una especie de polvo negro que se desvaneció en el aire.

De alguna extraña forma, aquel sujeto tenía control de las criaturas.

Me incorporé y me dispuse a preguntarle quien era, pero fui interrumpido por él, como si hubiera leído mi mente:

-Me limitaré a decirte que soy el creador de tu mundo, de ti y de toda persona que conoces.

- ¿Que? Será mejor que me respondas o te haré hablar. -aún no entendía a que se refería con el creador de mí y todo el mundo.

-Aún no es momento de que haya una confrontación física entre nosotros. Además, creo que será mejor que despiertes, tus amigos y conocidos están en problemas. Parece que alguien decidió invadir el refugio. -sin decir más dio media vuelta y comenzó a alejarse. Traté de seguirle, pero en ese momento sentí vértigo y caí al suelo.

Abrí los ojos y vi el techo del "laboratorio", me incorporé lentamente y miré mi cuerpo, su color era normal excepto una pequeña parte de mi brazo izquierdo, donde me habían inoculado el virus, que era una mancha de color morado. Busque mi ropa, ya que sólo tenía una bata sucia encima. No tarde mucho en encontrarla acomodada y doblada en una mesa. Me vestí y justo cuando salí de la "celda" donde me encontraba, escuché gritos y ruidos afuera del cuarto. Miré detrás mío y revisé las demás celdas, yo había sido el último en despertar, ya que nadie estaba dentro de ellas. Finalmente me dirigí a la puerta para salir del laboratorio y cuando abrí la puerta, me quedé horrorizado. Había cuerpos de sobrevivientes destrozados y Nightmares corriendo detrás de los que quedaban vivos, mientras que otros cuantos más les disparaban a las criaturas. Un agudo grito resonó a mi derecha y vi a una pequeña niña siendo acorralada en una esquina por un mutante humano.

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