Capítulo 15.

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Narrador omnisciente.

"Shirahoshi-san, ¿podrías bajarme hasta el barco?"

La princesa asintió y llevó a la pirata de su hombro hasta el Sunny, donde corrió hasta la habitación de chicas y tomó una arma de aquellas que guardaba, la cual era una hermosa y gran lanza del color del rubí.

"¡Así está mejor!" la chica movió el arma en su mano para acostumbrarse y corrió hasta el campo de batalla. Sin embargo, tanto Sanji como Zoro comenzaron a competir aún más y derrotaban enemigos como si les pagaran con alcohol y las chicas fueran corriendo a ellos, quitándole a la pirata toda oportunidad de pelear. Colocó la lanza sobre su hombro molesta y caminó de regreso con la princesa.

Mientras caminaba iba haciendo que cayeran uno que otro pirata gyojin que buscaba atacar a Shirahoshi luego de la indicación de matarla que dio Jones. Por su lado, Brook y Robin hacían el trabajo mayor.

Tras la conmoción de las piernas gigantes de Robin, del Sunny salieron las nuevas dos armas que implementó Franky, una motocicleta rinoceronte y un tanque dinosaurio, ambas impresionando a Luffy y, a la ya no malhumorada, Umiko. "¡Voy yo, voy yo!" gritó ella.

"¡En tus sueños, sigo yo!" gritó el capitán.

"¡Pónganse a pelear!" regañó Roronoa.

"Quizás los sombrero de paja sean capaces de salvar la isla... ¡Si lo logran pueden comer todo lo que quieran en mi restaurante!"

"¡Si los vencen pueden beber todo el licor de mi bar! "

"¡Ya lo has prometido!" contestó Umiko emocionada a aquel extraño.

Los gritos de ánimo molestaron a Hody y llamó al Kraken.

"¡Oye, es Surume!"

El kraken comenzó a atacar por las ordenes que le dieron, pero se detuvo cuando Luffy lo llamó diciéndole que eran amigos, lo sujetó y lo colocó sobre su cabeza feliz. Ante el cambio de bando de Surume, los enemigos se sorprendieron.

"¡Oye, Surume! Quédate cuidando a Debihoshi." ordenó el capitán de los mugiwara.

Al no tener que preocuparse por Shirahoshi, Umiko volvió al campo de batalla, esta vez algo alejada de los dos chicos que estaban compitiendo, mientras peleaba los gritos de emoción y no de dolor llamaron su atención. Cuando sus ojos pararon en aquello que causaba revuelo entre algunos de sus nakamas, su mandíbula parecía que tocaría el suelo de la sorpresa.

"¡Un robot gigante!" gritó ella emocionada sin parar de golpear a los piratas gyojin. "¡Franky, déjame usarlo! ¡Te lo juro no le haré ni un rayón!"

El cyborg, distraído por sus contrincantes, no pudo contestar a su compañera y ella posteriormente se ocupó también. Mientras todo el lugar estaba bajo peleas, una gran sombra apareció, lo que hizo que todos llevaran sus miradas a ello, incluido el preocupado rey.

"¿Cómo es que está eso aquí?" espetó Neptune horrorizado. "El barco prometido... ¡Noah!"

Umiko dio una mirada rápida a todos sus nakamas y se aseguró de sus posiciones, pues sentía que dentro de unos momentos habría de saberlas. Todo estaba apunto de empeorar, un barco legendario flotando no era cosa de todos los días, y mucho menos si iba en dirección de ellos.

Kokai negó con la cabeza como si se hubiera dado cuenta de algo y analizó el Noah lentamente, yendo su mirada a parar en Vander Decken, quien estaba ahí. Abrió los ojos con sorpresa y usó su habilidad en los gyojin que había despertado hace rato, dejándolos inconscientes de nuevo. Zoro y Sanji la miraron para reclamarle y ella gritó para que todos escucharan atentamente.

"¡Ese barco! ¡Va hacía Shirahoshi!" espetó ella.

La realeza, los guardias y los civiles gyojin miraron a la pirata con horror para luego pasar sus miradas a la princesa.

"¡Decken está sobre el barco, es obra suya!" explicó Umiko tras verlos tan confundidos. "¡Mientras que la princesa esté aquí, ese barco impactará y destruirá todo a en su paso!"

Lo gritos de pánico comenzaron a invadir el lugar al mismo tiempo que los gyojin buscaban evacuar la isla. Mientras ellos huían, Wadatsumi cayó del Noah y gritó el nombre de Vander Decken. Además, por la reacción de Hody, esto no estaba en sus planes como aliados.

Mientras el pirata sobre aquel gran barco hablaba de sus razones y sentimientos, Umiko lo ignoraba mientras corría hacía Shirahoshi cansada, se sentía exhausta luego de emplear su habilidad múltiples veces en una gigantesca cantidad de personas.

"¡Lo que quieres es mi vida! ¡No puedo permitir que involucres al resto de los habitantes del Reino Ryuuguu!" espetó la sirena. "¡Por favor detente, aquí me tienes!"

Antes de que la princesa se elevara más para desviar el Noah, Umiko saltó desde la parte superior del Sunny y se agarró de su aleta, sorprendiendo a todos.

Decken lanzó un cuchillo, pero debido a que la pirata aún se encontraba trepando no pudo desviarlo y evitar que lastimara a la sirena.

"¡Hey! ¡Detente! ¡O al menos deja de agitar tanto esa maldita cola!" gritó Kokai molesta.

"¡Umiko!" llamó Luffy desde abajo. "¡Yo me encargo!"

Cuando el capitán fue lanzado por Sanji, la pelirroja lo atrapó con sus piernas y a su vez lo lanzó a la parte superior de Shirahoshi.

"¡Suerte!" espetó mientras soltaba su agarre de la cola de la princesa y se dejaba caer.

Sus nakamas se asustaron y buscaban atraparla en donde sea que fuera a caer, siendo atrapada por el cocinero por estar más cerca. "Gracias, Sanji."

Todos los ciudadanos, ante la desesperación de no poder hacer nada por Shirahoshi, nadaron hasta las cadenas y trataban de detener el paso del barco al menos un poco. Sin embargo, Hody despiadadamente los atacó.

El gran barco se alejaba cada vez más y quienes estaban en la plaza no podían hacer más que ver lo que sucedía. En la plaza las cosas se complicaron cuando los gyojin consientes ingirieron las drogas de aumento de poder que tenían.

Wadatsumi fue el primero en ingerir una de ellas y causar estragos cuando noqueó a Surume. Cuando posteriormente intentó golpear a Jinbe y cayó al ser detenido, mandó a volar a Nami, cosa que molestó a Sanji.

Por otro lado, Zoro se encontraba peleando contra un espadachín gyojin borracho, quien había tomado múltiples pastillas que aumentaban su poder, tal como Hody.

Chooper peleaba con aquel pequeño comandante que hacía agujeros en el suelo, y Brook ayudaba a Nami, quien estaba siendo atacada por otros dos. Franky se dirigió con los últimos mencionados y ayudó golpeando al calamar.

Debido a lo cansada que estaba, Umiko se mantenía ayudando a los ciudadanos que fueron lastimados con ayuda de cosas que encontró en el Sunny, así mismo revisaba cada cierto tiempo lo lejos que se encontraba el Noah.

La siguiente vez que volteó, observó como el gran barco se desviaba hacía un lado, alejándose cada vez más del centro de la isla. Sin embargo, de un momento a otro el barco de detuvo y parecía hacerse más grande.

"Esto es malo..." susurró mientras se ponía de pie a lado de los gyojin.

TERROR || Roronoa ZoroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora