TERROR || Roronoa Zoro

Capítulo 30.

Narrador omnisciente.

"¿Eh? Ah, sí, soy aquella." Respondió la bailarina al samurái.

Los hombres estaban por seguir a la mujer sin dudar, pero Umiko se detuvo entre ellos. "¿Eres miembro de los piratas Donquixote?" Cuestionó la pelirroja.

"¡¿Sanji les dijo?!"

"No, pero no me dabas buena espina. Me imagino que tienes tus razones, pero si Sanji logró escapar de una mujer como tú, entonces lo dejaste."Los varones observaron la conversación impacientes y su nakama volvió a hablar. "Llevanos hacía la cima, pero si está es una trampa verás a tu peor pesadilla, ¿De acuerdo?"

La azabache asintió confiada, por lo que comenzaron a seguirla a la entrada.

"¿Es aquí?" Preguntó Kinnemon.

"No, esta es la entrada hacía la parte baja del castillo. Hay un pasaje secreto cerca, no hagan ruido y eviten que los guardias los vean."

Cuatro de las cinco personas que seguían a la mujer asintieron, Luffy desapareciendo de a un lado de ellos y golpeando la puerta principal con su brazo gigante. "¡Está abierto, chicos!"

"¡Ese no es el problema!" Regañó Zoro.

"¡Por dios, lo hecho, hecho está! ¡En este punto es más rápido ir por allí!"

Luffy comenzó a quitarse su disfraz bajo los regaños de Viola, puesto que su capitán ya había comprometido sus identidades y el plan en general, el resto se deshizo de sus disfraces también.

Los piratas y samurái comenzaron a pelear contra cada enemigo que se les atravesaba. Umiko se abstenia de usar su habilidad, peleando con su lanza. Cortó a alguien con un den den mushi en mano y escuchó a Doflamingo del otro lado. "¡Si él está ahí, ¿Entonces quién es la pequeña mierda corriendo por el coliseo?! ¡¿Qué carajos está sucediendo?!"

La pelirroja rio y contestó buscando enojar más al shichibukai. "¿Estás asustado?" No escuchó respuesta alguna, por lo que tiró el den den mushi tras ella satisfecha con su provocación.

Un poco después llegaron a la torre B-1, la cual los lleno de una sensación de descanso cuando vieron que estaba vacío. Sin embargo, una extraña silueta gigante comenzó a salir de las paredes de piedra. "¡¿Qué mierda?"

"¡¿Un monstruo de piedra?!"

"¡Ese es Pica, un hombre de piedra! ¡Comió la fruta Ishi Ishi! ¡Con cuidado, él es de los más altos rangos!" Explicó Viola.

"¡Oi oi, no es solo un hombre de piedra, está moviendo la que está tocando a su gusto!" Gritó el espadachín asombrado.

"Todo el castillo está hecho del mismo material... ¡¿Me estás diciendo que básicamente lo controla todo?!" Espetó ahora Kokai, lista para pelear.

Las paredes comenzaron a moverse a merced del enemigo, siendo los mugiwara y compañía casi aplastados.

"¡Ustedes continúen! ¡Me encargaré de este yo mismo!" Avisó Zoro, a lo que el resto asintió y siguieron su camino.

"¡Hey hey, ¿Qué sucede?! ¡Hay caminos sin salida en todos lados!" Gritó Luffy desesperado.

"¡Claro que los hay, aquel imbecil puede mover todo el castillo a voluntad propia!" Contestó Umiko igual de molesta.

"Oigan, ¿Él estará bien?"

"¿Zoro? Por supuesto que lo estará, Viola, no te preocupes." Respondió Umiko.

Luego de destruir la pared frente a ellos que obstruía su camino, se encontraron con un extraño hombre peleando con unos juguetes, de los cuales dos de ellos estaban inmóviles y el otro se trataba del soldado que antes estaba con Franky.

El capitán de los mugiwara rescató rápidamente al juguete que estaba por ser explotado y pasaron de largo al atacante un momento. "¡Soldado! ¡¿Dónde están Franky y el resto?! ¡¿No estaban contigo?!"

"¡Mugiwara, no hay tiempo para hablar!" Llamó Viola con prisa por irse.

El hombre explosivo pareció reconocer a Viola, por lo que comenzó a gritarle furioso reclamando por haber traicionado a Doflamingo. Aún más molesto tras la contestación de ella, infló su propia cabeza con la intención de explotarla y que los pedazos de su casco salieran volando en todas direcciones, unos cuantos de ellos dañando a la azabache y a Umiko.

Luffy tomó a sus 3 acompañantes y saltó por una ventana, estiró su pie a una de las ventanas sobre ellos y llegaron hasta lo más alto del castillo en un segundo. Estando ahí se asomaron dentro, encontrando a Doflamingo, otros nakamas de este, a Trafalgar y lo que para los mugiwara era un viejo muy golpeado.

Claro está que Luffy tan pronto vió a 'Mingo' quiso ir a atacarlo y recuperar a Torao, pero Viola lo detuvo, explicando que no debían arruinar el plan, así que se mantuvieron en silencio ocultos.

Mientras escuchaban el plan del enemigo e ideaban lo que harían después, en otro lado de la isla Usopp logró dejar inconsciente a Sugar con solo mostrarle un horrible rostro, cuando la mujer con apariencia de niña cayó, todos los juguetes que había transformado a lo largo de 10 años volvieron a sus cuerpos originales, incluso el soldado junto a Luffy y Kokai.

Curos no lo pensó dos veces y corrió hasta donde Doflamingo, cortando su cabeza mientras declaraba que recuperaría el antiguo reino.

Por otro lado, el caos se desataba en todas partes, incluido el coliseo de Dressrosa, donde Sabo, fingiendo ser Luffy, destruyó el suelo y obtuvo la fruta mera mera de su disfunto hermano, dándole un mordisco él. Ese pequeño grupo conformado por los miembros del ejército revolucionario, Rebecca y el aparente fanático numero uno de los mugiwara, ya estaban a salvo y listos para lo que seguía.

Usopp, Robin y los Tonatta tenían el apoyo de los que anteriormente eran juguetes y ahora estaban siendo ayudados para destruir el lugar. Sin embargo, donde se encontraban otros mugiwara no todo iba tan bien, Umiko se había mantenido oculta en caso de que sucediera algo inesperado y tal como esperaba Donquixote seguía vivo y ahora Pica estaba en la habitación también.

La pelirroja maldijo en su mente y miró desde arriba en donde antes Zoro se enfrentaba a Pika. Por más que buscara, su mirada no encontraba ese distintivo color verde, por lo que comenzó a cuestionar a donde se había ido, ¿A caso se perdió? A pesar de su curiosidad, no era un buen momento para distraerse y preocuparse por otros, pues Doflamingo estaba apunto de cortar la cabeza de Curos y en el intento cortó todo el lugar a la mitad. Si Luffy no hubiera saltado sobre el guerrero estaría sin cabeza.

"Mierda..." Susurró la chica mientras tocaba su cabello recién cortado por el shichibukai. "Eso estuvo cerca. Creo que le dejaré esto a mi querido capitán." Se dijo a si misma mientras saltaba desde lo más alto del castillo planeando caer en un claro de agua que se habia creado con todos los destrozos.

Cayendo notó a su nakama peliverde, por lo que gritó su nombre y llamó su atención. Él miró sobre si mismo y confundido trató de atraparla antes de que cayera en otro lado, una vez que Umiko estaba en brazos de su compañero sonrió y agradeció.

"Pareces confundido, Zoro, déjame darte un pequeño resumen."