TERROR || Roronoa Zoro

Capítulo 50.

Narrador omnisciente.

Ya que el submarino de los piratas Corazón era el único capaz de atravesar los vorágines, el resto tenía que desenbarcar en alguna locación previa a ellos.

Los mugiwara llegaron y observaron, sorprendidos y curiosos, como los barcos en los que se transportaban los samurái se hundían tras todos bajar. Kinnemon miró a sus aliados seriamente y explicó. "Se hunden porque no necesitaremos de ellos para regresar."

Algunos admiraban la determinación, pero Usopp y Franky estaban más preocupados por el Sunny. "¡No hundiremos el Sunny!" "¡Ni locos!"

Jinbe rio y les aseguró que no sería necesario, pues él, como el timonel de la tripulación, se encargaría de resguardar el barco en algún lugar.

Conforme se desenbarcaban los barcos y cruzaban el puente, el atuendo de todos cambiaba a aquel que sus enemigos usaban. Los mugiwara entendieron que era cosa de Kinnemon para camuflaje y cruzaron de últimos.

Umiko miró a su alrededor y junto a Sanji no pudieron evitar reír extrañamente. "Que buena vista." Afirmaron ambos al unísono, la chica paseando su mirada por los piratas de Kid y el cocinero admirando a las mujeres de su propia tripulación.

El peliverde se posicionó frente a la pelirroja y alzó una ceja cuando ella por fin paró su mirada en él, riendo nerviosa. "¡Que bien te ves, deberías usarlo más seguido!"

Él ignoró que antes la vió casi babear por la vista y negó. "Es lo más incómodo que he usado. Sino fuera por mantenernos ocultos me lo quitaría justo ahora."

Zoro no lo admitiría, pero luchaba por mantener la mirada en los ojos de su contraria. Ella aún no se examinaba a sí misma, pero su vestimenta era básicamente ropa interior. En ese caso no sabía si cortar por la mitad a Kinnemon o perdonarlo por la extraña vista.

Esta pequeña interacción no pasó desapercibida por los mugiwara, quienes se miraban entre ellos curiosos por saber si alguien sabía lo que sucedía. Nami, necesitando más información, fue quien habló.

"¿Algo sucedió entre Zoro y Umiko mientras que estábamos en Whole Cake?"

La pregunta fue lo suficientemente alta para que los mencionados escucharan, por lo que se voltearon a ver al resto. Zoro mantenía una mirada seria y aprovechó que Umiko se giró para robar una mirada más, sin importarle si el resto lo notaba. Ella, por otro lado, agradeció que su cabello ocultaba sus orejas rojas, pero con una sonrisa se vio obligada contestar.

"Ahora somos pareja."

"¡Ya era hora!"

Todos comenzaron a felicitarlos, Robin y Franky otorgando una sonrisa al espadachín, quien se avergonzó ligeramente, pero asintió devuelta.

"¡Suuuper! ¡Robin, ya no somos la única pareja en el Sunny!"

Las palabras del hombre hicieron que todos giraran sus rostros hacía ellos, sorprendidos por la nueva información que para los dos involucrados no parecía ser nada nuevo. Robin miró al resto y simplemente rio.

Umiko miró a su pareja en busca de respuestas y él le devolvió la mirada confundida. A parecer de ambos, era más extraño como Franky pudo ser tan discreto al respecto y no tanto la noticia en sí.

Habían pasado mucho tiempo conversando y las fuerzas que se dividieron en dos, siendo lideradas por Kinnemon en el este y por Denjiro en el Oeste, ya se habían ido.

"Bueno, como sea, los alcanzaremos en un momento."

Franky presentó sus dos medios de transporte, el Black-Rhino número 4 y el Brachio-Tank número 5. Mientras Nami y Carrot admiraban estos, Franky se cuestionó la ausencia de una de sus reacciones favoritas. "¿Dónde está Luffy?

"Bueno... Eustass Kid avanzó por la entrada principal como si nada, así que Luffy los siguió diciendo que iría a detenerlos porque no estaban al tanto del plan de Kinnemon." Explicó Jinbe.

"¡Claramente causará un gran escándalo!"

"Zoro dijo lo mismo y... bueno, fue a seguirlo." Continuó Jinbe.

"¡Se va a perder!"

Jinbe suspiró nuevamente y el resto lo miró incrédulos. "Umiko dijo lo mismo y fue detrás de él."

El resto suspiró también y Usopp habló. "Eso me da algo de seguridad."

[...]

Umiko colocó sus manos en sus rodillas y suspiró mientras paseaba su mirada por los alrededores. "¡Ese maldito nunca corre tan rápido! ¡¿A dónde fue?!"

"¡Oye tu!" Llamó una voz masculina. "Tu cara no me es conocida."

La pelirroja se enderezó y se giró con una sonrisa falsa. "¿De qué hablas? ¡Llevo aquí 3 meses! ¡Que bueno que te acercaste, tengo una botella que me gustaría compartir!" Espetó mientras mostraba el alcohol que cargaba con ella.

El hombre la miró sospechoso por un segundo antes de sonreír también y acercarse más a ella. "Ya que insistes, te aceptaré que la compartas."

Justo cuando el pirata de las bestias extendió su brazo para tomar a su contraria, un gran estruendo a sus espaldas llamó la atención de todos, quienes voltearon para presenciar el segundo piso de un edificio caer por un corte limpio de extremo a extremo.

Umiko segundos después divisó a su pareja y a su capitán correr en su dirección con una sonrisa. Ella se debatía si ignorarlos para mantener la fachada, pero claro, Luffy alzó su mano y la saludó por su nombre.

El hombre a un lado de Umiko se giró a verla sorprendido y ella devolvió la mirada suspirando y alzándose de hombros para restarle importancia al asunto. Con una sonrisa, ahora genuina, giró su botella de sake sobre su mano y la azotó en la cabeza de su contrario, dándole oportunidad de correr con sus nakamas.

"Mi alcohol..." Lloriqueó ella una vez a lado de ellos. "Me tendrás que compartir, Zoro."

El peliverde estaba por negarse hasta que giró su mirada hacía ella y pareció recordar algo, sonriendo levemente asintió. "Bueno."

Ella alzó una ceja confundida, pero no se iba a negar al alcohol, así que se mantuvo en silencio sobre el tema y cambió a otro. "No llevamos ni 30 minutos aquí, ¿Cómo es qué ya se metieron en problemas?"

Ambos hombres se miraron y luego a la chica. "Tiraron oshiruko al suelo."

"¡Malditos!" Respondió ella, entendiendo la importancia de aquella comida en específico para ellos luego de que le contaran de O-Tama.

Corriendo derribaban a los enemigos que iban hacía ellos sin mucha dificultad, sin embargo, entre más avanzaban sin rumbo, más piratas bestias usuarios de la smile había.

Umiko se separó ligeramente de sus nakamas y peleaba con su arma, pues para ella era más divertido que usar su habilidad sin parar. La pelirroja giró su cabeza en dirección a donde estaban sus amigos y vio como Luffy era lanzado a un lado por un golpe invisible a su mejilla, desvió su mirada para ver al espadachín y vio como su pecho era cortado por algo sin ser tocado.

Umiko inutilizó a los enemigos que se atravesaban entre ella y los dos mugiwara, y corrió hacía ellos. Cuando por fin estuvo lo suficientemente cerca para divisar al enemigo que había causado esas heridas lo entendió, pero no fue lo suficientemente rápida para detener el siguiente ataque del enemigo hacía Luffy, quien obtuvo una explosión justo en su pecho.

"¡Maldita rata de dientes feos!" Gritó apuntando a Apoo y atrapando a su capitán en sus brazos.

"¡Luffy!" Zoro miró a su capitán perder la conciencia y tras una mirada cómplice con su pareja entendió en plan.

Umiko lanzó a Luffy a brazos del peliverde para que salieran de ahí y se paró entre ellos y Apoo, quien la miró fijamente son una sonrisa extraña . "No debiste hacer eso." Espetó ella con el ceño fruncido.

Su mirada pareció brillar en un rojo más intenso cuando en un segundo hizo que los piratas que la rodeaban cayeran al suelo retorciéndose de miedo.

Apoo miró a todos caer y sonrió, pensando que no había funcionado en él. La chica sonrió devuelta de manera espeluznante y negando con su dedo habló. "Oh no, no. Dejé lo mejor para el final."