Capitulo 14

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Les recomiendo que escuchen Look What You Made Me Do.

Némesis

Me despierto con un fuerte dolor de cabeza y una sed de mierda, abro lentamente los ojos y lo único que veo es oscuridad nada más, me intento mover, pero no puedo, estoy sentada y atada de las muñecas y de los pies, ¿en dónde carajos estoy?

Vine a la casa de Dalton, luego... Ay mierda...

Estoy segura que en estos momentos Abigail estaría a punto de explotar por la estupidez que acabo de hacer, estoy con Abraham de eso no hay duda, el punto es ¿dónde?, vuelvo a intentar moverme, pero nada consigo.

Ya ha pasado aproximadamente una maldita hora y nada en la que intente de mil maneras zafarme y no funciono, tengo que tranquilizarme sino, no voy a hacer nada. Respiro profundo voy a salir de este maldito lugar como sea.

Mi respiración se vuelve acelerada hasta que de la nada se prenden luces, estoy encerrada en ¿un cuarto de vidrio?

—¿Despertaste? Que sorpresa cariño, ¿estas cómoda? Supongo que si - empieza a reír una voz masculina.

Mierda...

—¿Te gusta? - me siguen hablando por un parlante. - ¿Por qué tan callada? Lamento decepcionarte, pero no tendrás el placer de verme, tengo cosas que hacer ya sabes, pero te mandare un regalito para que no te aburras.

Veo como el techo de vidrio se abre y empiezan a caer serpientes de todos los tamaños, unas se enrollan en mis piernas y otras solo intentan subir el vidrio, al parecer no me equivoque.

Analizo a todas las serpientes y sé que ninguna es venenosa, unas se me hacen familiares la mayoría para ser exacta.

Me fijo en el amarre de mis pies y ¿Es solo cinta? Ay por favor, hago presión con mis pies y hago la maniobra que me enseño mi entrenador logrando desatarme de lo pies, hago exactamente lo mismo con las manos y rápidamente de mi bota saco la navaja camuflada y antes que una serpiente me muerda en el brazo yo le corto la cabeza.

Bueno no soy muy buena en la oscuridad, debido a la muerte de mi madre cree un maldito trauma con la oscuridad el cual aún no he podido superar.

Salgo de mis pensamientos y empiezo a esquivar serpientes, la sed y el cansancio me está tomando factura, necesito ayuda rápida, no puedo con todas estar serpientes son demasiado rápidas y se cómo funcionan, y no soy una maldita máquina.

Me detengo al escuchar de nuevo el parlante.

—¿Qué mierda haces?

—Matando a tus malditas serpientes ¿no lo ves? - de la nada siento una mordida en mi pie izquierdo miro rápidamente y le corto la cabeza, el cuerpo cae pero su cabeza sigue pegada a mi pie, la saco y se la muestro a Abraham.

—Se necesitan más que unas simples serpientes para matarme. - le grito.

No vuelvo a escuchar nada hasta que dice.

—Una pena que Elena no pudo decir lo mismo.

Me congelo hasta sentir mi sangre hervir de la rabia y más al escuchar su risa. La rabia me consume y mi desquite son las serpientes, mato a cada una, y ninguna queda viva tengo las manos llenas de sangre, no puedo más y sale de mi un fuerte grito de rabia.

—Te voy a matar Abraham por toda la mierda que nos has hecho eso está más que seguro hijo de puta, de mí nunca te vas a salvar y así sea lo último que haga no vas a vivir.

—Algo parecido me dijo tu hermana la que está lastimosamente muerta...

No puedo más y una lágrima corre por mi mejilla y la limpio rápidamente.

PROFUNDA VENGANZA  [EN PROCESO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora